jueves, 29 de octubre de 2009

El Obispo Anglicano de Madrid acusa al Vaticano de aprovechar su crisis interna

Introducción:

El Vaticano anunció este mes su disposición a acoger en la Iglesia Católica Romana a los anglicanos que así lo deseen y para ello ha aprobado una Constitución Apostólica (norma de máximo rango) que contempla la concesión de una prelatura personal, similar a la del Opus Dei y a los Ordinariatos Castrenses. Es interesante notar que los clérigos anglicanos que pidieron ser admitidos en el seno de la Iglesia Romana son tradicionalistas y están separados de la Comunión Anglicana con sede en Canterbury presidida por el Arzobispo Rowan Williams. Esto sirve para demostrar que los anglicanos tradicionalistas, confesantes o continuantes, debido a su herencia eclesial, sucesión apostólica y doctrina son anglicanos legítimos y parte de la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica.
Palabras del Obispo Anglicano de Madrid
'Roma está ansiosa de acoger a los anglicanos disidentes'
'Para atraerlos, les ofrece privilegios que están vedados a los católicos'
El camino de Roma a Canterbury es de ida y vuelta. "Un camino de dos direcciones", como dice monseñor Carlos López, el obispo anglicano de Madrid. Y en el caso concreto de España, son muchos más los curas que van de Roma a Canterbury.
"Más de 20 sacerdotes han pedido ingresar en la membresía de la Comunión Anglicana de España en lo que va de año". Y lo mismo pasa con los simples fieles, aunque "por cortesía, respeto y discreción no solemos hacer públicos esos datos", explica el prelado anglicano. Por eso acusa al Vaticano de aprovecharse de su crisis interna y "estar ansioso por acoger a los anglicanos disidentes".
Carlos López se muestra "triste" por el reciente abandono de los miembros de la Comunión Anglicana Tradicional, pero no desconsolado. Y es que, con el paso a Roma de los anglicanos más ultraconservadores, la Iglesia anglicana pierde lastre. De hecho, su marcha es "para nosotros una oportunidad para seguir profundizando en nuestra eclesiología descentralizada y en nuestra vocación de diálogo con el mundo".
Porque el obispo anglicano español tiene claro que el origen de la deserción de los tradicionalistas "está claramente en el actual debate interno". Un debate que "comenzó con la decisión de permitir la ordenación de mujeres entre los anglicanos en los años sesenta. Ya entonces parecía que las Iglesias anglicanas alrededor del mundo se vaciarían, pero sólo un pequeño grupo muy tradicionalista se unió a Roma".
A su juicio, la dinámica actual es la misma. "Ahora, el anuncio por parte de la Iglesia de Inglaterra de permitir la consagración de mujeres obispo ha reabierto el tema".
Roma 'ofrece privilegios a los disidentes'
Por lo tanto, "las iglesias anglicanas no sólo no se vacían, sino que crecen y salen reforzadas". Eso sí, "da la impresión de que la Iglesia de Roma intenta aprovechar la situación de debate interno en el seno de la Comunión Anglicana en su propio beneficio".
Según monseñor López, "Roma está ansiosa de acoger a los anglicanos disidentes". Algo que viene haciendo "desde el siglo XVI". Y para atraer a los sacerdotes anglicanos "les ofrece privilegios que les están vedados a los sacerdotes católicos romanos, como el matrimonio".
De ahí que al prelado anglicano le siente mal incluso el lenguaje utilizado por el Vaticano. "Roma utiliza el verbo regresar como descriptivo de una realidad que no existe. Ni yo ni muchos de los fieles anglicanos de todo el mundo hemos estado nunca en la Iglesia de Roma, por lo que resulta inapropiado hablar de vuelta a Roma".
A su juicio, el futuro del anglicanismo sigue siendo muy esperanzador. "Con nuestros debates internos y nuestras crisis temporales, la verdad es que la Comunión Anglicana ha crecido más que ninguna otra confesión religiosa durante el siglo XX. Debido probablemente a nuestra vocación misionera y de servicio".
Por último, monseñor López desea "a los que por motivos de conciencia abandonan la Iglesia romana o la anglicana que Dios bendiga sus decisiones, pues los motivos de conciencia son los más respetables que se pueden aducir".
Fuente: José Manuel Vidal - Madrid

martes, 27 de octubre de 2009

Manifiesto "Bogota" Por la Paz Mundial

Desde el 1 al 4 de octubre sesionó la Cumbre Mundial de Paz 2009 en la ciudad de Bogotá, Colombia donde temáticas como cultura, democracia, justicia; se los consideró estrechamente ligados a la convivencia pacífica entre pueblos y naciones. Damos a conocer, textualmente, el Documento final de la Cumbre.

Si tuviésemos que hacer un minuto de silencio por cada uno de los muertos que ha producido la violencia este año en el mundo, tendríamos que quedarnos en silencio horas. Si pensamos en los muertos anuales, serían varios días de silencio. Una década nos obligaría a callar por meses. Por ellos deberíamos quedarnos mudos durante años, siglos. Es muy posible que eso sea lo que quieren los violentos.
Como decían Médicos Sin Fronteras en la presentación del Premio Nobel “no estamos seguros de que las palabras salven vidas, pero si lo estamos de que el silencio puede matar”.

Porque La Acción Es Urgente
La Cumbre Mundial de Paz en Bogotá es el inicio de un diálogo global, un escenario que nos permita crear una nueva agenda política pacifista, donde se recogieron para este documento las propuestas y las demandas de diversos actores, que están dispuestos a dar pasos específicos hacia la creación de una sociedad pacifista y una cultura no violenta.
Hombres y mujeres asistentes a este encuentro se comprometen a realizar acciones específicas para dar seguimiento a los puntos acordados en este manifiesto.
Los Participantes De La Cumbre Mundial De Paz Manifiestan Que
La paz es el reconocimiento de los Derecho Humanos en su acepción más amplia, mientras que la guerra constituye el mayor fracaso político y la negación del concepto mismo de humanidad.

Es necesario y urgente comprender que la explotación la discriminación, la inequidad y la invasión armada y económica nos ha llevado a una situación humanitaria insostenible, que de no cambiar el rumbo de manera urgente, tendrá consecuencias catastróficas para todos y todas por igual, sin distinciones.

La violencia ejercida sobre una sola persona, denigra el conjunto de la humanidad. En un tiempo de cambio y retos globales, es preciso reconocer que la paz es una responsabilidad universal con implicaciones tanto individuales como colectivas.

Consideramos urgente mantener viva la herencia de los pueblos originarios, reconociendo sus derechos y territorios, sus esfuerzos y contribuciones hacia la cultura de la no violencia. Debe generarse un acercamiento no soberbio hacia las etnias del mundo para conocer su cosmovisión y el respeto que tienen por la naturaleza, permitiendo a la humanidad aprender y recobrar formas no agresoras hacia nuestros semejantes y nuestro entorno.
Debemos reconocer el derecho a la verdad y a la justicia de quienes han sido víctimas de la violencia, y con esto comenzar a abrir el espacio emocional de las sociedades.
Sólo por la reconstrucción de la memoria podemos acercarnos a la reconciliación como condición fundamental para una sociedad pacífica, ya que la memoria de las víctimas debe ser el motor para no repetir la barbarie en ningún lugar del planeta.
Rechazamos no sólo la violencia armada, sino también la económica, la violencia cultural, de género y sexual, la étnica y religiosa, así como la violencia estructural que permite la existencia de inequidades e injusticias que devienen en conflictos de toda índole y gravedad.

Desandar el camino de la guerra es un proceso arduo que exige gestos, compromisos, renuncias y propuestas realizables y posibles. Renunciar a las armas y además abrir espacios para el diálogo son para las personas aquí firmantes, las únicas vías para terminar con todas las formas de violencia actuales.

Rechazamos la militarización de la política y de la democracia y condenamos la carrera armamentista que desde los países productores se fomenta, alienta y dinamiza. Es necesario renunciar a la economía de guerra; exigimos un control a la venta de armas legal e ilegal y proponemos la creación de un observatorio ético de ese comercio.
Rechazamos la concentración de la riqueza, la desmesurada concentración de capital y tierras, en unas pocas manos y abogamos por la limitación de la riqueza.

Las personas firmantes de este manifiesto creemos que la política de paz debe ser una de las tareas más urgentes de los gobiernos. Las naciones democráticas están obligadas a emprender acciones eficaces para desmantelar la economía de guerra e impulsar el nacimiento de democracias basadas en la no violencia, los Derechos Humanos y la educación para lograr la paz.

Educar para la paz significa reivindicar la cooperación y la solidaridad, condiciones imprescindibles para evitar que la infancia y la juventud sean sujetos activos en los escenarios de violencia y en ese sentido exigimos que la objeción de conciencia sea considerada como un derecho en aquellos países donde el servicio militar es obligatorio.
Educar para la paz e invertir en la humanidad será imposible mientras que la diplomacia actual esté basada en un manejo hipócrita de los discursos contrarios a los hechos, por eso desde Bogotá la Cumbre Mundial de Paz quiere denunciar que:

Las primeras democracias y economías del mundo son las principales exportadoras de armas; mientras no haya un cambio de rumbo en esta política, aspirar a una verdadera sociedad pacifista será imposible.
Los países que controlan el Consejo de Seguridad de la ONU fomentan no sólo la escalada de violencia armada, sino que además impulsan un modelo económico basado en la economía de guerra.

El acceso a la justicia, el respeto a la dignidad individual y colectiva, así como la justa restitución de recursos y territorios, deben ser condiciones básicas para el verdadero cambio estructural que el planeta necesita de forma urgente.

Compromisos De Quienes Firman
Las personas asistentes a la Primera Cumbre Mundial de Paz asumimos el compromiso de trabajar para la consecución de metas específicas, en cada uno de nuestros ámbitos de actividad.
Quienes aquí firmamos nos comprometemos a la creación y desarrollo de la Red Internacional De Pacifistas Sin Fronteras, responsable de la realización y desarrollo de la Cumbre Mundial de Paz y de la promoción, divulgación de sus compromisos, procesos y logros.
Somos responsables de mostrar al mundo y demostrar a los gobiernos que la voz de la paz puede hacerse oír y puede incluso desmantelar las formas de la guerra, porque tenemos pleno convencimiento que quienes habitamos este planeta queremos y buscamos la paz en mayor medida que quienes hoy permiten o provocan las guerras.
Porque la acción es urgente, porque es tiempo de que todos nos convirtamos en constructores de paz en lo individual, lo colectivo y lo social, la Cumbre Mundial evaluará los avances tangibles de nuestro emprendimiento inicial en los próximos encuentros.

Porque sabemos que la paz es mucho más que la ausencia de guerra, sabemos también que lograr la paz, es mucho más que hablar de ella.-
Siguen las firmas de los y las participantes en la reunión de Consenso para la elaboración del Manifiesto en la Cumbre Mundial de Paz Bogotá 2009.+ (PE)
Fuente:
http://www.ecupres.com.ar/

domingo, 4 de octubre de 2009

El Espíritu llega antes que el Misionero

El Espíritu llega antes que el misionero

por Leonardo Boff
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Uno de los efectos del proceso de mundialización —que va mucho más allá de su expresión económico-financiera— es el encuentro con todo tipo de tradiciones espirituales y religiosas. Se ha instaurado un verdadero mercado de bienes simbólicos en el cual los distintos caminos, doctrinas, ceremoniales, ritos y esoterismos se ofrecen para atender la demanda de un número creciente de personas, generalmente cansadas del exceso de materialismo, racionalismo, consumismo y superficialismo de nuestra cultura convencional.
Por detrás de este fenómeno hay una búsqueda humana que pide ser entendida y también atendida. Lo espiritual y lo místico, en contraposición a las predicciones de los «maestros de la sospecha», como Marx, Freud y Nietzsche, están volviendo con renovado vigor. Revelan una dimensión olvidada de lo humano, que es vista por los modernos más como expresión de patología que de salud. Pero hoy, entre los estudiosos de las ciencias de la religión, está recuperando su ciudadanía. Tiene su asiento en la razón sensible y cordial que no sustituye sino que completa la razón científico-calculatoria. En ella se elaboran los grandes sueños y surgen las estrellas-guía que dan rumbo a nuestra vida. La religión desvela al ser humano como proyecto infinito y le brinda el objeto adecuado que lo hace descansar: el Infinito.
Los cristianos tienen especial dificultad en el diálogo con otras las religiones. Sostienen la creencia de que son portadores de una revelación única y de un Salvador universal, Jesucristo, el Hijo de Dios encarnado. En algunos, esta creencia gana foros de fundamentalismo, diciendo sin rodeos que fuera del cristianismo no hay salvación, repitiendo una versión de talante medieval. Otros, a partir de la propia Biblia y de una reflexión teológica más profunda, sostienen que todos los seres humanos, también el cosmos, están permanentemente bajo el arco-iris de la gracia de Dios. Para los once primeros capítulos del Génesis, en los cuales aún no se habla de Israel como «pueblo elegido», todos los pueblos de la Tierra son pueblos de Dios. Eso continúa siendo válido hasta el momento presente.
Además, dicen las Escrituras que el Espíritu llena la faz de la Tierra, entra la historia, anima a las personas a practicar el bien, a vivir en la verdad y a realizar la justicia y el amor. El Espíritu llega antes que el misionero. Éste, antes de anunciar su mensaje, necesita reconocer las obras que este Espíritu hace en el mundo y continuarlas.
Cristo no puede ser reducido al espacio palestino. Al asumir al hombre Jesús de Nazaret, el Hijo se insertó en el proceso de la evolución, tocó la realidad humana y alcanzó una dimensión cósmica. Fueron el teólogo franciscano Duns Scoto en la Edad Media y Teilhard de Chardin en los tiempos modernos quienes señalaron que el Hijo está presente en la materia y en las energías originarias y que fue densificando su presencia en la medida en que se iba realizando la complejidad y crecía la conciencia hasta irrumpir en la forma de Jesús de Nazaret. Esta individuación no disminuyó su carácter divino y cósmico, de forma que puede irrumpir, bajo otros nombres y bajo otras figuras que revelan en sus vidas y obras la cercanía del misterio de Dios. Para evitar cierta «cristianización» del tema, podemos hablar, como lo hacen grandes tradiciones, de la Sabiduría/Sofia. Ella está presente en la creación, en la vida de los pueblos, y especialmente en las lecciones de los maestros y sabios. O se usa también la categoría Logos, o Verbo, que revela el momento de inteligibilidad y ordenación del universo. No es una Energía impersonal sino que revela suma subjetividad y suprema conciencia.
Estas visiones anclan nuestra vida en un sentido bueno que nos permite soportar los avatares de esta difícil existencia.

Leonardo Boff

Fuente:

http://servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=282