lunes, 14 de marzo de 2011

Antievangélica la próxima visita papal.


En el Parlamento de Londres se sigue discutiendo lo que costó la última visita del Papa en septiembre de 2010. Parece que, entre las diversas administraciones, el Estado pagó 15,5 millones de Euros. De ellos, 2,4 millones se deducirán de la cantidad comprometida con la ONU para la ayuda contra el hambre. Y la Iglesia, que había prometido aportar 8,3 millomes a ese presupuesto, sólo ha aportado 3,4 millones. Al menos, allí se presentan y discuten cuentas claras. De lo que costó (y quién pagó) la visita de 2006 a Valencia no sabemos nada más que lo que aparece en el juicio por el caso Gürtel… ¿Quién presentará las cuentas de lo que costará la Jornada Mundial de la Juventud? Juan Cejudo empieza a alertarnos.

LA JMJ (JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD): UN ACONTECIMIENTO ANTIEVANGÉLICO. Juan Cejudo, miembro de MOCEOP y de Comunidades Cristianas Populares

El título puede parecer fuerte, pero no lo es.

Lo primero que hizo el Cardenal Arzobispo de Madrid fue buscar financiación para los cuantiosísimos gastos (40-50 millones de euros) que se calculan son necesarios para costear la visita del papa, el “sucesor de Cristo”.
Para ello Monseñor Rouco creó el patronato Madrid Vivo en el que figuran los máximos responsables de las principales empresas españolas que componen el Ibex-35.

Entre ellos están: Iñigo Oriol, ex presidente de Iberdrola –que ejerce como presidente de la fundación-; Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la CEOE; Emilio Botín, del Banco Santander; Rodolfo Martín Villa, presidente del Consejo de Administración de Sogecable y de la Fundación Endesa, Catalina Luca de Tena, editora de ABC; Juan Abelló, presidente de Torreal; Arturo Fernández, presidente de CEIM; Isabel Estapé, miembro del consejo de Administración de Criteria Caixa Corp.; el ex ministro de Asuntos Exteriores Marcelino Oreja; Antonio Fernández Galiano, consejero delegado de Unedisa; Felipe Benjumea, presidente de Abengoa; Isidro Fainé, presidente de La Caixa; Francisco Pérez González, consejero de Sogecable y Santiago de Ybarra, de Vocento.

Antonio María Rouco Varela, por su parte, ejerce la presidencia honorífica.

De todos modos, la web oficial de las Jornadas solo recoge, de momento, como patrocinadores oficiales a El Corte Inglés, Telefónica, Santander y Cremades & Calvo Sotelo abogados, mientras que en el apartado de “amigos” incluye “MADrid about you” y a OHL. (Ver “El confidencial)

Creo que la moral más tradicional dice que “el fin no justifica los medios”. Por bueno que pueda parecerles a los obispos españoles que el papa venga a España, si los medios que se utilizan son antievangélicos, la visita no se puede justificar bajo ningún concepto.

A veces uno llega a pensar que nuestros obispos se olvidan de la referencia al Evangelio de Jesús. Y no es que pretenda darles lecciones de nada. Pero sí recordarles que Jesús era pobre. Nació pobre.

Sus amigos eran pobres: pescadores y gente sencilla del pueblo, aunque su mensaje estaba abierto a todos los que quisieran seguirlo.

Él mandó a sus discípulos a evangelizar y “les ordenó que no llevaran nada para el camino fuera de un bastón: ni pan, ni alforja, ni dinero; que fueran con calzado corriente y con un solo manto”. (Mc 6, 8-10)

El diría: “Bienaventurados los pobres“. Jesús nunca se apoyó en la fuerza del dinero para evangelizar. Él vivía como uno más. Se desplazaba de un sitio a otro con los mismos medios que los demás.
Una visita del representante de ese Cristo hoy en el Mundo, que necesita que las autoridades le protejan en su seguridad y otras cuestiones y que necesita el apoyo económico de los empresarios más poderosos del país, no me parece a mí que tenga nada de evangélico.

Ni siquiera esa tienda on-line donde se puede adquirir todo tipo de recuerdos ·”desde camisetas, gorras, fundas para portátiles, ratones de ordenador, llaveros o un libro con historias de aquellos que han vivido una de las 25 JMJ ya celebradas. Hasta un total de 40 productos oficiales que se irán añadiendo en los próximos meses; desde 1 a 30 euros.” me parece una buena idea. Porque sigue estando presente la imagen “comercial” y de afán “recaudatorio”, necesaria para cubrir tantos gastos para ese tipo de visita tan costosa.
Más cuando nadie podrá entender este derroche de dinero en unos momentos en que millones de familias están en el paro por la crisis económica, sufren desahucios de sus viviendas o tienen que buscar ayuda en organizaciones sociales para poder comer cada día ellos y sus hijos. Muchas de esas familias hoy tan necesitadas, han sufrido el despido por parte de esos mismos empresarios que hoy financian la visita del papa.

Además de asto, podemos preguntarnos si esta visita va a servir para algo después de esta pésima imagen que la Iglesia española va a dar ante la sociedad y ante muchísimos cristianos, que con toda razón van a criticarla.

Como muy bien han apuntado desde el Foro de curas de Madrid, este tipo de actos son muy superficiales, fuegos de artificios que duran unos días y luego todo se apaga y se difumina.

Son unos actos pensados no para atraer a la mayoría de la juventud (ausente de nuestras iglesias, como se constata en todas las encuestas y estudios sociológicos que se han hecho), sino sólo a un sector de ella: los que están bajo la influencia de grupos eclesiales de signo muy conservador: kikos, opus, legionarios de Cristo etcétera.

Además el papa vendrá a España en su calidad de Jefe de Estado del Vaticano y se supone será recibido por el Rey y el Jefe del Gobierno de España, aumentando así la confusión de mezcolanza entre poder religioso-poder político, tan lejos de las enseñanzas y ejemplo de Jesús de Nazareth que no se apoyó en ningún poder político ni religioso. Al revés: fue juzgado y condenado por las autoridades políticas y religiosas de su tiempo, sometido a tortura y ajusticiado como un malhechor o bandido.

No estoy en contra de que el papa pueda visitar las iglesias locales sin eso se hace de modo sencillo y sin ese alarde de gastos y apoyo político.

Estoy en contra por lo que he expuesto anteriormente. Y me parece que nuestros obispos debieran tener claro principios básicos:

Son los pobres lugar preferente de la presencia de Dios en el Mundo. Ellos nos reclaman justicia y nos interpelan pidiendo denuncia de su situación y hechos concretos de nuestra Sociedad para solucionar sus problemas. El papa debiera acercarse en sus visitas a ese mundo que sufre marginación y escucharles de cerca.

No se debe poner la fuerza en acontecimientos que son fuegos de artificio, sino ahondar en las causas de la lejanía de la juventud de la Iglesia y actuar en consecuencia con valentía, buscando la participación de la misma juventud en el diagnóstico del problema y la búsqueda de caminos nuevos que faciliten su acercamiento.

Hay que saber renunciar al poder, a la riqueza, al prestigio, al enrocamiento de posiciones numantinas en tantos aspectos de la realidad eclesial para de verdad intentar ganar la confianza de la mayoría de la juventud…

El papa debiera también renunciar a su condición de jefe de Estado y viajar con mayor sencillez de medios, sin tanto aparatosidad que escandaliza y nos aleja a todos.

Por eso me parece tan desafortunadas y antievangélicas este tipo de visitas.

Cádiz, 12 de Marzo de 2011

Fuente: ATRIO

.

No hay comentarios:

Publicar un comentario