domingo, 10 de abril de 2011

Iglesia romana chilena anuncia reforma para enfrentar casos de abusos.


Por Jorge Poblete.
Chile.
Los obispos hicieron un histórico mea culpa por las situaciones detectadas y ofrecieron su respaldo a los afectados.
Un silencioso viaje a Estados Unidos, realizado el verano por el canciller del Arzobispado, Hans Kast, y el rector del Seminario de Santiago, Fernando Barros, fue el primer signo de la reforma anunciada ayer en la Iglesia chilena, tras los escándalos por denuncias de abusos contra miembros del clero.
En Washington DC observaron los protocolos de "ambientes sanos" que se aplican en las diócesis de ese país. Esa fue una de las medidas anunciadas ayer, tras concluir la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal, en Punta de Tralca.
Es la primera vez en que una reunión plenaria de los obispos chilenos abordó en profundidad la crisis por abusos sexuales y anunciara una reforma en la manera de enfrentar estos casos.
Estos cambios, explicaron, buscan dar mayor celeridad y transparencia al tratamiento de las denuncias, además de una política comunicacional más abierta: ejemplo de ello fue que, tras concluir el encuentro, todos los obispos estuvieron a disposición de los medios.
El mensaje final incluyó un reconocimiento de lo que calificaron de ineficacia en el tratamiento de los casos. "Reconocemos que no siempre hemos reaccionado con prontitud y eficacia ante las denuncias", leyó el obispo auxiliar de Valparaíso, Santiago Silva.
A los planes para establecer ambientes seguros en parroquias y entidades ligadas a la Iglesia se suma una agilización de los procesos para realizar denuncias eclesiásticas, que fue uno de los puntos más criticados en la causa que dio pie a la crisis: el caso del ex párroco de El Bosque Fernando Karadima, hoy condenado en primera instancia por el Vaticano.
El mensaje de la entidad, encabezada por el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, incluyó también una "petición de perdón".
Hace casi un año, el 20 de abril de 2010, la Conferencia Episcopal pidió perdón por los abusos ocurridos y llamó a denunciar los casos. Al día siguiente, este medio hizo público que la Iglesia de Santiago desarrollaba una investigación a Karadima.
Investigaciones con urgencia.
Pascua de Resurrección es la fecha tope anunciada por Ezzati para concluir los análisis jurídicos que desarrollan abogados de la Conferencia Episcopal para reformular los procedimientos con que se realizan denuncias eclesiásticas y cómo éstas se investigan.
Ese domingo (como máximo) deberán estar publicadas las nuevas normativas, que corresponden a una actualización de los protocolos vigentes desde 2003.
Según fuentes eclesiásticas, estas nuevas normas buscan acelerar los procesos vigentes, en que un promotor de justicia indaga sin un plazo determinado.
Añaden que uno de los aspectos que se analizan es dar una graduación a las materias a investigar, que considera la gravedad, seriedad y premura de los hechos a indagar.
Atención a víctimas.
Otra de las novedades anunciadas considera que una vez realizada una denuncia, la potencial víctima pueda recibir atención sicológica y espiritual. Ezzati enfatizó ayer que esto será válido al margen del origen socioeconómico de la víctima.
Para implementar estas medidas, el 8 de abril también se anunció la creación de un organismo, dependiente de la Conferencia Episcopal, que estará encargado de orientar las políticas de prevención de abusos sexuales y ayude a las víctimas.
La idea es que se trate de equipos multidisciplinarios y, según se dijo ayer, se pedirá la colaboración de profesionales destacados.
Consultado sobre si las nuevas orientaciones incluyen revelar cuántas son las investigaciones eclesiásticas en curso en el país, Ezzati afirmó que "no es de las cosas más esenciales" +(PE/ Opción Por Los Pobres-Chile)
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Fuente: ECUPRES
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