domingo, 22 de enero de 2012

El verdadero sentido de las redes sociales está ahí fuera.


No es por no ir... Pero ir para nada, es tontería...


A pesar de ser una conocida afirmación que surgió como coletilla en un programa de humor, la esencia que subyace a la misma es perfectamente aplicable al mundo del social media.


Y es que, el impresionante incremento de usuarios en las diferentes redes sociales en los últimos meses, esconde al mismo tiempo un preocupante aumento del sinsentido en el valor de las mismas. El hecho de 'estar por estar', o de 'estar porque todo el mundo está', ha dado lugar a la creación de unpeligroso círculo vicioso, que puede terminar derivando en una irremediable banalización del valor de las redes sociales.


No olvidemos que la esencia fundamental sobre la que se sostiene el entramado de la comunicación 2.0, es el contenido -da igual del tipo que sea-, y que éste nace fundamentalmente de las aportaciones de los usuarios.


Por eso, resulta prioritario 'formar' a los nuevos usuarios, no tanto en los 'aspectos técnicos', sino en los 'estratégicos'. Saber conducir está bien, pero es mucho más importante saber dónde queremos ir. Y es ahí, donde se encuentra la clave fundamental para que las redes sociales adquieran valor para quienes las utilizan.


Da igual si hablamos de personas o de marcas. Lo fundamental está en tener muy claro el objetivo de nuestra presencia en las redes. Para algunos puede ser una simple forma de mantener un contacto con los amigos o la familia, para otros una forma de proyección profesional y, para las marcas, un vehículo para entablar una 'relación' con su público.


Cada uno es libre de determinar el uso que quiere darle a su página o perfil. Lo importante -lo fundamental- es que tengamos claro cuál es esa utilidad. Porque, si no es así, la presencia carecerá de sentido.


Y no es necesario complicarse mucho para encontrarlo. Simplemente miremos en nuestra propia realidad, busquemos aquellos aspectos en los que la comunicación puede ayudarnos a conseguir una mayor proyección personal o profesional, analicemos qué aspectos de nuestra vida resultan relevantes e interesantes para ser compartidos y, sobre todo, busquemos a aquellos con quienes nos gustaría poder compartirlos. Marquemos unos objetivos con los que nos sintamos cómodos y emprendamos el camino...


Seamos coherentes. El verdadero valor de las redes sociales no reside en el hecho de 'estar', sino en tener muy claro el para qué estamos...



Juan Boronat


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