martes, 15 de mayo de 2012

¿Dónde están la honradez y la dignidad humana?




Las noticias que van surgiendo cada día nos dejan la sensación de que el mundo político y financiero ha perdido el sentido de la honradez y la dignidad humana.
Es tal la confusión por las mentiras que utilizan y por los descarados desfalcos que se comenten, que nadie confía ya en promesas electorales ni en discursos programáticos de proyectos que buscan el cambio.

Las soluciones que prometen se reducen a cargar sobre los más débiles el peso de las equivocaciones anteriores.
Los que cometen mayores delitos reciben indulgencia de la justicia. A los que tenían que dar ejemplo de honorabilidad se les coge “in fraganti” con frecuencia. Parece que el dinero público se debe utilizar según capricho o conveniencia de intereses particulares. No hay nadie que castigue a los verdaderos delincuentes. No hay ya principios morales ni éticos. Ha desaparecido la conciencia del bien y del mal. Todos aspiran a enriquecerse a costa de lo que sea. La sociedad se degrada hasta el punto de convertir en norma de vida la frase: “tonto el que no se aproveche”.
O sea que no hay más corrupción o más delincuentes porque no se ha presentado la ocasión. Este sentido de la vida es muy peligroso.
El egoísmo, el individualismo, el hedonismo y la corrupción se están generalizando. ¿Dónde hay que buscar valores que ayuden a solucionar el problema?. Es tiempo de reflexión personal y colectiva. Si cada uno va a lo suyo y no le importan los demás ¿qué sociedad estamos construyendo?. El hombre es, por naturaleza, un ser social y si pierde su sentido de la solidaridad esta sociedad no tendrá arreglo.
Almería, 10 de mayo de 2012.

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