domingo, 30 de septiembre de 2012

Entrevista a JAVIER MELLONI, Teólogo, Antropólogo y Jesuita: Experto en diálogo interreligioso.


Entrevista realizada por <De tots els Colors>: Elena Lorente Guerrero.

JAVIER MELLONI RIBAS:

“Me apasiona todo aquello que contenga Verdad, Belleza y bondad, venga de donde venga y vaya hacia donde vaya, porque todo proviene de la misma Fuente.”



Nací en Barcelona en 1962 como cuarto hijo de cinco hermanos, de padre italiano y madre catalana. Entré en la Compañía de Jesús a los dieciocho años y desde entonces la semilla que se plantó en este terreno fértil ha ido creciendo. No hubiera crecido tanto en otro lugar y por ello amo la tierra que me nutre. Es abierta, le toca el sol y hay una simpática diversidad de especies que convivimos con mutuo respeto.
¿Cuándo supiste que Dios era tu camino?

Se manifestó a los catorce años en forma de un Amor incandescente. Irrumpía a ráfagas en mí y me llamaba a entregarme del todo a ese Fuego. Amor pedía amor para dar combustible a esas llamas.



¿Cómo ha ido evolucionando tu fe a lo largo de estos años?

De un modo paulatino e irreversible. Estudié primero antropología y ello me sacó de mi eurocentrismo y y también de mi cristianocentrismo. Empecé a vislumbrar sabidurías que complementaban a la nuestra sin oponerse entre ellas. Tenía la impresión de que comenzaban donde en Occidente habíamos acabado. Pero la experiencia definitiva fue la estancia de nueve meses que pasé en la India hace ahora doce años. Nueve meses: el tiempo de una nueva gestación y la ocasión de un nuevo nacimiento. La India supuso encontrarme con una civilización milenaria cuyas alturas espirituales llegan a los Himalayas. Yo conocía los Pirineos y los Alpes, pero no había sospechado que pudiera haber nieves tan puras y valles tan profundos. Pobreza y riqueza significan allí cosas muy diferentes que en Occidente, sin negar que tienen que resolver problemas sociales muy serios.
El diálogo interreligioso, ¿permite priorizar a Dios en lugar del dogma, la tradición, la cultura?

Lo que permite el diálogo interreligioso es dos cosas: descubrir que la propia tradición religiosa es sólo un acceso posible al Misterio y a la vez permite abrirse a la riqueza espiritual de la humanidad, que hoy percibimos como un patrimonio común y necesario para dar respuesta a los grandes retos que tenemos como personas y como especie.
¿Qué hizo despertar en ti el interés por otras religiones y filosofías como el hinduismo, budismo, zen, …?



La búsqueda de la interioridad y el modo de acceder al corazón de la Realidad. El Dios personal bíblico es de una gran belleza pero con frecuencia es demasiado antropomórfico. Por otro lado, la teología cristiana del S.XX estaba marcada por la muerte de Dios preconizada por Nietzsche y por Auswichzt. Sin negar el escándalo del mal, yo percibía su presencia, su discreta presencia en todo y nuestra teología y filosofía sobre la ausencia de Dios no me satisfacía. Era demasiado mental. Buscaba un silenciamento capaz de revelar su presencia en todo. Y esto es lo que aportan sobre todo los caminos de oriente: la sabiduría del silenciamiento para que entonces la Presencia hable.



¿En qué se han equivocado las religiones para causar cierto rechazo cuando la búsqueda de sentido de vida es inherente al ser humano?

Las religiones se han equivocado en su pretensión de totalidad, que les ha hecho secuestrar el Misterio. Cada una ha pensado que agotaba los caminos hacia el Absoluto absolutizando su propio camino, en lugar de aceptar y de alegrarse de que puedan haber otros múltiples accesos para llegar a esa misma Plenitud.



La Espiritualidad y el crecimiento personal están tomando gran relevancia en nuestra sociedad ¿Qué crees que está motivando esta vuelta a lo trascendente?

Creo que hay dos razones: por un lado vemos que el ritmo frenético que nos hemos impuesto para lograr más bienestar material nos produce un vacío espiritualporque no cuidamos esa profundidad que nos constituye como seres humanos. Por otro lado, estamos descubriendo que no es necesaria la rigidez de una determinada religión para ir en busca de la trascendencia. Vamos entendiendo que la verdadera experiencia espiritual no encierra sino que abre.



Espiritualidad, creencia y religión son diferentes. ¿Qué tienen en común?

Podríamos decir que las religiones son las copas; la espiritualidad, el vino; las creencias, las denominaciones de origen de cada vino, y la mística es beber de ese vino hasta embriagarse. Cuando se confunde la copa con el vino y el vino con la experiencia de beberlo es cuando surgen los conflictos. ¿Son necesarias las copas para beber el vino? Unos considerarán que sí, y serán practicantes de una determinada tradición. Otros preferirán beber el vino directamente de la bota, con el riesgo de que se les escape entre las manos o no sepan ponerle límite. Lo característico de nuestro tiempo es que cada cual es libre y responsable de sus propias decisiones, sin amenazas que nos infantilicen.

Los ejercicios espirituales que propones en la Cova de Sant Ignasi combinan oración, respiración, meditación. ¿Qué se consigue?

Hace quinientos años, Ignacio de Loyola se retiró durante un año en una cueva a la entrada de Manresa a hacer de ermitaño. Antes había pasado por Montserrat donde aprendió algunos métodos de oración. Durante meses en la cueva fue traspasando capas de su ser atravesando infiernos y culpabilidades hasta llegar a un lugar de pura luz. Todo ello lo fue anotando en un cuaderno que luego se convertirían en los Ejercicios Espirituales, una de las pocas prácticas iniciáticas que existen en Occidente.Actualmente existe una casa de espiritualidad construida sobre esta cueva donde tratamos de actualizar la propuesta de San Ignacio con elementos de Oriente, como el Yoga, Chi Kung, dieta vegetariana, etc.



Es bueno y necesario retirarse de vez en cuando para hacer una revisión de vida. Puede ser revelador, pero lo ideal es poder estar en paz y armonía en el día a día: en el atasco yendo a trabajar, en la cola del súper, etc. ¿Cómo se consigue?

Poniendo conciencia a cada acto que hacemos. Al tomar conciencia, se abre un espacio entre nosotros y la situación y este espacio se llena de autopresencia y de Presencia. Además de esto, me parece indispensable que al comenzar y al acabar el día uno disponga de un tiempo –su duración depende de cada cual- en el que disponerse a ofrecer a lo que ese día viviré y al acabar el día, recogerse para agradecerlo y ofrendarse de nuevo.



Escucharnos y escuchar ¿Por qué nos cuesta tanto?

Porque vivimos extrovertidos. Pensamos que todo vendrá de fuera y corremos y corremos tras ello sin darnos tiempo de recibir lo que estamos buscando y que ya está ahí pero no lo percibimos.
El valor del silencio…

El silencio no es la ausencia de ruido sino de ego. El ruido del ego es el murmullo continuo de lo que hay que conseguir o que defender. El silencio, en cambio, es el acallamiento de ese murmullo, un estado de apertura y de agradecimiento ante una Presencia que está permanentemente en todo y a la que se llega por medio de la autopresencia.



¿Qué nos recomendarías para acallar el ruido mental que tantas veces nos acompaña?

Lo más básico y sencillo es tomar conciencia de la respiración y entrar en ella. La respiración contiene el ritmo fundamental de la vida: acoger y entregar, recibir y ofrecer. Además de los espacios más largos que deberíamos cuidar al comenzar y acabar el día a los que me he referido anteriormente, durante la jornada también es muy bueno detenerse por unos momentos y escuchar este ritmo de la respiración para percibir que la vida se nos está dando continuamente como don, mucho antes de que pretendamos conseguir algo. Lo más importante se es ofrecido continuamente y no nos enteramos. Conectar con la respiración es el modo más sencillo, más cercano, más inmediato de sumergirse en el don continuo en el que somos, nos movemos y existimos.



¿Qué es para ti el AMOR?


Plenitud compartida. Cuanto más se comparte, más plenitud genera.



El valor de la gratitud…
  

Es el retorno a la inocencia y una de las actitudes más nobles del ser humano. En cambio, la exigencia y la sospecha engendran monstruos.
La madurez en la oración…

Está en no pedir nada sino abrirse a la Presencia que está siempre en todo. Orar es abrirse y recibirse desde la profundidad que late en todo.



¿Dónde reside la paz?

En aceptarlo todo y aceptarse del todo. Entonces, dejamos que se manifieste esa Presencia que está en la transparencia del ahora recibido sin condiciones ni expectativas.



Las Enfermeras cuidamos de las personas en su globalidad y complejidad. La dimensión espiritual, que no tiene porque ser religiosa, toma especial relevancia en situaciones de enfermedad o final de vida. ¿Qué opinas de este aspecto del cuidado?

Las enfermeras estáis presentes en un momento límite de las personas, como es la enfermedad, el dolor o la cercanía de la muerte, el último viaje. Es un momento propicio para que caigan los mecanismos de defensa y se entreabra esa dimensión que puede estar olvidada, relegada, o negada. Escuchar el momento de cada paciente para dejar que se abra en él esos poros de su piel es una tarea sagrada. Cuanto más se trabaja y escucha uno interiormente, más capacidad hay para escuchar lo que late en la otra persona y encontrar las palabras, gestos y silencios adecuados para conectarle con esa dimensión que le pertenece.



¿En qué proyectos estás trabajando actualmente?

Tengo proyectos en los tres ámbitos en los que me muevo: la docencia, el acompañamiento espiritual y la escritura. En la docencia, ir profundizando en la mística comparada entre las tradiciones espirituales. En las propuestas de acompañamiento espiritual, ir creciendo en el camino de la no-dualidad. En el campo de la escritura, tengo varios libros comenzados. Trabajo como un pintor o un escultor en su taller, que tiene varias piezas comenzadas a la vez, en función de encargos o de impulsos personales. Pero, en verdad, el proyecto más importante de todos es llegar a no tener proyectos y dejarme configurar desde el fondo de mi ser por la Presencia que en todo momento nos engendra.



¿Qué te apasiona?

Todo aquello que contenga verdad, belleza y bondad, venga de donde venga y vaya hacia donde vaya, porque proviene de la misma Fuente.


¿Qué nos recomiendas para cuidar nuestra salud espiritual?

Saber lo que nos nutre y darnos tiempo para ello. Las cosas esenciales son de orden diario: el comer, el dormir, la higiene. También ha de ser diario el tiempo de nutrirse interiormente si queremos tener salud espiritual.



¿Quieres compartir algo más con nosotros?

Todo. Nada nos pertenece. Así que lo desearía compartir todo.



¿Nos regalas una oración?

¡Oh Profundidad infinita que asomas por doquier!,

danos la obertura de la mente y del corazón

para que podamos reconocerte en todo.

Que cada instante sea el camino por el que volvamos a ti

del mismo modo que tú vienes a nosotros en cada situación.

Que todo momento sea la oportunidad y la celebración

de este encuentro que se hace transparente a tu Presencia.


: Muchas gracias Javier, tus reflexiones son a la vez una preciosa meditación y una oración. Tus propuestas invitan a descubrir a nuestro maestro interior en lo sencillo y lo cotidiano.

Fuente: Atrio

sábado, 29 de septiembre de 2012

¿Qué tipo de Iglesia tiene salvación?



Por Leo Boff

El centro de la predicación de Jesús no fue la Iglesia sino el Reino de Dios: una utopía de revolución/reconciliación total de toda la creación. Es tan cierto esto que los evangelios, a excepción del de san Mateo, nunca hablan de Iglesia sino siempre de Reino. Con el rechazo a la persona y al mensaje de Jesús, el Reino no vino y en su lugar surgió la Iglesia como comunidad de los que dan testimonio de la resurrección de Jesús y guardan su legado intentando vivirlo en la historia.

Desde su inicio se estableció una bifurcación: el grueso de los fieles asumió el cristianismo como camino espiritual, en diálogo con la cultura ambiente. Y otro grupo, mucho menor, aceptó asumir, bajo control del Emperador, la conducción moral del Imperio romano en franca decadencia. Copió las estructuras jurídico-políticas imperiales para la organización de la comunidad de fe. Ese grupo, la jerarquía, se estructuró alrededor de la categoría «poder sagrado» (sacra protestas). Fue un camino de altísimo riesgo, porque si hay una cosa que Cristo siempre rechazó fue el poder. Para él, el poder en sus tres expresiones, como aparece en las tentaciones en el desierto –el profético, el religioso y el político–, cuando no es servicio sino dominación pertenece a la esfera de lo diabólico. Sin embargo este fue el camino recorrido por la Iglesia-institución jerárquica bajo la forma de una monarquía absolutista que rechaza hacer partícipes de ese poder a los laicos, la gran mayoría de los fieles. Ella nos llega hasta nuestros días en un contexto de gravísima crisis de confiabilidad.

Ocurre que cuando predomina el poder, se ahuyenta el amor. Efectivamente, el estilo de organización de la Iglesia jerárquica es burocrático, formal y a veces inflexible. En ella todo se cobra, nada se olvida y nunca se perdona. Prácticamente no hay espacio para la misericordia y para una verdadera comprensión de los divorciados y de los homoafectivos. La imposición del celibato a los sacerdotes, el enraizado antifeminismo, la desconfianza de todo lo que tiene que ver con sexualidad y placer, el culto a la personalidad del papa y su pretensión de ser la única Iglesia verdadera y la «única guardiana establecida por Dios de la eterna, universal e inmutable ley natural», que así, en palabras de Benedicto XVI, «asume una función directiva sobre toda la humanidad». El entonces cardenal Ratzinger todavía en el año 2000 repitió en el documento Dominus Jesus la doctrina medieval de que «fuera de la Iglesia no hay salvación» y que los de afuera «corren grave riesgo de perderse». Este tipo de Iglesia seguramente no tiene salvación. Lentamente pierde sostenibilidad en todo el mundo.

¿Cuál sería la Iglesia digna de salvación? Aquella que humildemente vuelve a la figura del Jesús histórico, obrero simple y profético, Hijo encarnado, imbuido de una misión divina de anunciar que Dios está ahí con su gracia y misericordia para todos; una Iglesia que reconoce a las demás Iglesias como expresiones diferentes de la herencia sagrada de Jesús; que se abre al diálogo con todas las demás religiones y caminos espirituales viendo ahí la acción del Espíritu que llega siempre antes que el misionero; que está dispuesta a aprender de toda la sabiduría acumulada de la humanidad; que renuncia a todo poder y espectacularización de la fe para que no sea mera fachada de una vitalidad inexistente; que se presenta como «abogada y defensora» de los oprimidos de cualquier clase, dispuesta a sufrir persecuciones y martirios a semejanza de su fundador; que en ella el papa tuviese el valor de renunciar a la pretensión de poder jurídico sobre todos y fuese señal de referencia y de unidad de la Propuesta Cristiana con la misión pastoral de fortalecer a todos en la fe, en la esperanza y en el amor.

Esta Iglesia está en el ámbito de nuestras posibilidades. Basta imbuirnos del espíritu del Nazareno. Entonces sería verdaderamente la Iglesia de los humanos, de Jesús, de Dios, la comprobación de que la utopía de Jesús del Reino es verdadera. Sería un espacio de realización del Reino de los liberados al cual estamos convocados todos.


Fuente: Koinonia

viernes, 28 de septiembre de 2012

José Comblin: “La Iglesia Católica romana optó por los ricos”.





Nació en Bruselas en 1923. Hoy, con 87 años, llegó a Chile a visitarnos, ver nuestra realidad y mostrar su pensamiento. Lo hizo como en 1972, cuando expulsado de Brasil, lugar donde residía, este cura belga, uno de los creadores de la Teología de la Liberación, se vio obligado a salir y buscar refugio en el país de la Unidad Popular.
Hace 60 años que es sacerdote, fue unos de los creadores de la Teología de la Liberación y se vino a América porque estaba frustrado de la iglesia europea, “con una fachada todavía poderosa pero donde el evangelio estaba ausente”, y encontró su oportunidad cuando Pío XII pidió sacerdotes “para luchar contra el comunismo de América Latina”.
Tras su paso por Chile, volvió a Brasil. Escribió un libro denunciando la doctrina estadounidense de la seguridad nacional lo que le valió una nueva expulsión. Regresó a Brasil, donde vive desde 1980.
P: Usted conoce bien Chile y las almas de los chilenos ¿estamos bien, nos encuentra felices o despreocupados?
R: “Felices. A lo mejor porque he estado con personas felices, no parece haber preocupación. No hablaron mucho del bicentenario, no sé si tal vez no hubo fiestas animadas, pero los chilenos son los ingleses de América del Sur. No son tan exuberantes”.
P: En los años 60 y 70, con todo el auge de la teología de la Liberación, ¿se imaginaba este mundo?
R: “Hubo mucha concentración en la economía. No se pensaba, así mismo, que el porvenir sería un culto a esa concentración. Nadie se podía imaginar una evolución así”.
P: ¿Qué queda de la teología de la liberación?
R: “El promedio de edad es de 80 años, los teólogos de la liberación son mayores de 80 y no apareció una nueva generación. La represión fue muy fuerte, terrible y la dictadura del Papa aquí en América Latina es total y global. Acá se puede criticar a Dios, pero no al Papa. El Papa es más divino que Dios. Cualquier cosa que venga de Europa se aplica radicalmente, por otra parte, el papa Juan Pablo II, nombró toda una serie de obispos disciplinados, sumisos, obedientes, de tal modo que es difícil encontrar en América Latina algún obispo con cierta personalidad, fueron elegidos justamente porque no tenían personalidad. Ahí las consecuencias: sumisos.
La Teología de la Liberación no ha sido bien vista y el Papa ha sido el gran enemigo y adversario. Ni en los seminarios ni en las facultades de teología se puede hablar de eso. Entonces, apareció una nueva generación que considera que eso es ya del pasado, que ya ha muerto, se terminó. No interesa más. Para la nueva generación de obispos y sacerdotes, ya no existe”.

P: ¿Cómo ve la situación de las comunidades cristianas de base, tienen fuerza hoy?

R: “Es igual, donde hay un sacerdote anciano, continúan. Los jóvenes no se interesan ni entienden. Subsisten donde todavía hay sacerdotes que han vivido eso, que lo han creado”.
P: ¿Qué va a pasar con esta Iglesia, dónde está poniendo el acento hoy y cuál es la proyección de esto en la medida que ustedes no pudieron transformarla?
R: “En el mundo popular, en América Central el 50 por ciento de la población es evangélica. En otros países, el 30 por ciento. La Iglesia Católica ha abandonado a las clases populares, salvo los viejos, algunas reliquias del pasado como Mariano Puga, en las nuevas generaciones no se encuentran personalidades así. No se interesan más, salvo en algunos discursos o palabras bonitas. En la práctica, no. Hoy las universidades y colegios católicos son para la burguesía. El porvenir de América Latina es ser un continente evangélico protestante, salvo su clase alta. Así el Opus Dei y los Legionarios de Cristo, y todas esas asociaciones que hay de ultra derecha, van creciendo en ese sector”.
P: ¿Cuál es su opinión sobre estas asociaciones que mencionó?
R: “Estos tienen la confianza de la curia romana y después representan la plena libertad dada a personalidades que son como los grandes Rockefeller, los conquistadores, como Escrivá de Balaguer que era un capitalista, el hombre que va a triunfar, que va a disfrutar el mundo, que va a ganar, ser rico, poderoso y que es capaz de crear gente totalmente subordinada, soldados con mentalidad de soldado, estos son todos hombres deformados psicológicamente, cómo son los futuros dictadores, Maciel de los Legionarios de Cristo, que se descubrió que tenía una vida paralela, fue un hombre que ha logrado reunir una fortuna de 50 mil millones de dólares. Su chantaje, su palabra y su exigencia, llegaron a los millonarios.
Hoy, los que han trabajado con él, sus colaboradores, todos dicen y afirman, que no sabían nada de la vida paralela. Cómo, trabajan 40 años con él y no saben nada, que tiene una familia, tres hijos, que practicó la pedofilia con los niños, alumnos de formación, de sus colegios, que tenía un mundo de amantes. ¿Todo eso no lo sabían? Se supone entonces que ellos son cómplices y también tienen una vida paralela”.

P: ¿Cómo mantienen el poder y el secretismo?

R: “Donde hay uno o dos obispos del Opus Dei en el Episcopado, intimidan a todos los demás. Los otros se quedan callados y uno solo habla, eso es un problema de psicología social típico de dictaduras”.
P: ¿Cómo esta transición de Juan Pablo II a Benedicto XVI, a usted le ha llamado la atención el camino recorrido por Benedicto o es más de lo mismo?
R: “Es lo mismo”.
P: ¿Pero no esperaba que fuera peor?
R: “Es que han sido elegidos por los mismos. Fue el Opus el que eligió a Juan Pablo II y al actual, practicando el chantaje, intimidando a los cardenales. El próximo Papa será igual porque el Opus tiene un poder muy fuerte. Es una continuación con pocas variaciones. El papa actual tiene más preocupaciones de doctrina y naturalmente no tiene la simpatía, el carisma, de Juan Pablo II, que era una cosa excepcional, pero globalmente es la negación del Concilio Vaticano II”.
P: ¿Dónde está Dios que ha permitido todo esto?
R: “Dios, ¿sabe dónde está? Está en la población La Victoria, está en La Legua, en la cárcel, pero de Roma ha desaparecido hace mucho tiempo. Hay algunos obispos excepcionales, gente buena, amable, gentil, acogen bien, pero no se puede entrar ningún problema, allí no, es lo que dice el Papa. No se discute siquiera top secret”.
P: Más allá de la represión fuerte de esta dictadura vaticana que usted menciona ¿cuál es la autocrítica que hace como creador de la Teología de la Liberación, que no pudieron generar una herencia, un desarrollo, qué pasó ahí?
R: “Es claro que hubo la ilusión de que el Concilio Vaticano II entraría en la práctica y no entró. Eso fue una confianza grande, entonces merecería un cambio, era subestimar las fuerzas dominantes en la Iglesia Romana. Ahora siempre queda más claro que el problema es el Papa, o sea la función del Papa, una dictadura implacable con muchas formas de dulzura y amabilidad, pero implacable.
Como latinoamericanos, no hemos criticado la sumisión tradicional al Papa ni destacar que el problema de la Iglesia Católica es el Papa, y a veces Pablo VI se daba cuenta, pero tenía miedo de las consecuencias y Juan Pablo II, a veces, se daba cuenta de lo mismo. Cómo el Papa va a conocer la realidad de cada país y el asunto es quién lo aconseja. La autocrítica es haber confiado en el Concilio Vaticano II”.
P: ¿Y qué debieron haber hecho, quebrar a la Iglesia en su momento?
R: “En ese momento, en Europa, la crítica se centra en el Papa pero en América Latina, diga eso en la Iglesia chilena, quién va a entender qué significa eso. Algunos jesuitas sabrán, algunos otros religiosos, algunos viejos sacerdotes, pero no van a decirlo, pero lo pueden descubrir y pensar, pero todavía falta. Es difícil prever qué va a pasar. Creo que va a haber un shock cuando se den cuenta de que el continente se transforma en un continente protestante.
Hay una resistencia psicológica, miedo de tener que ver algo, entonces no se toca. Es ese el desafío principal y es por que habría que reconocer que han escogido a los ricos, han escogido permanecer con la clase alta, con la burguesía y eso es evidente pero no quieren verlo. En Chile eso es más que evidente, aquí es espectacular, el desarrollo que tiene en las universidades católicas, los colegios del Opus y los Legionarios.
Por mi parte considero que el porvenir del cristianismo está en China, Corea, Filipinas, Indonesia. Se estima que sólo en China hay 130 millones de cristianos, martirizados porque prácticamente están perseguidos. En Brasil no hay esa cifra, sería difícil encontrar a 30 millones. Casi todos son evangélicos”.
P: Si tuviera la posibilidad de decirle algo a cientos de sacerdotes jóvenes, si pudiera hablar directamente con ellos y abrirle los ojos en esta situación ¿qué les diría?
R: “Yo les diría: “váyanse a vivir a las poblaciones para conocer la realidad, porque si no conocen todo es palabras. Nuestra aliada es la realidad, el que no ve la realidad no ve lo que es la humanidad. Se queda con palabras y discurso, pero no puede crear nada. No hay receta pero si se van, porque tienen cabeza y corazón, descubrirán lo que hay que hacer”
P: ¿Y qué le parece que canonicen a Juan Pablo II, como él lo hizo con monseñor Escrivá de Balaguer?
R: “El papado de Juan Pablo II fue catastrófico. Todos los que han hecho su carrera con él han podido ser cardenales, a pesar de su mediocridad personal. No merecían nada pero él los promovió, ¡claro que ahora quieren canonizarlo! Una vez que han canonizado a Escrivá, todo el mundo sabe que se puede ser santo sin tener virtud alguna”.

Texto publicado en revista El Periodista, edición Nº 200, 30 de diciembre 2010

jueves, 27 de septiembre de 2012

Jesús en nuestra crisis.



Jose Arregi, 27-Septiembre-2012


Miro a Jesús de Nazaret en medio de esta crisis que no cesa de agravarse. No porque piense que él –y mucho menos la fe cristiana– sea la única alternativa, ni siquiera necesariamente la mejor. Simplemente, cada uno tiene sus raíces, y las mías están en Jesús, a él le quiero y le sigo. Pero las raíces nos conducen a lo más profundo, al agua y el humus que a todos nos nutren, al Fondo sin nombre, a la Misericordia sin fondo, donde somos Uno.

Miro, pues, a Jesús, en esta crisis global que padecemos, y en todas las crisis profundas que padece nuestro pobre corazón. En él busco más que en ningún otro aquel “gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos”. En él exploro chispitas de luz que permiten vislumbrar otro mundo posible y dar pasitos hacia él.

Miro a Jesús encarnado en cada uno de los rostros que lloran, en cada una de las víctimas que padecen el paro y la pobreza creciente, pues él dijo una vez: “Lo que hicisteis a uno de estos mis hermanos pequeños, a mí me lo hicisteis”. Todo gobernante de este país o de cualquiera que se llame cristiano debiera preguntarse: “¿Le negaría yo atención sanitaria a un inmigrante porque no tiene papeles, si fuera Jesús? ¿Le mandaría al paro con toda su familia porque el mercado financiero lo exige, si fuera Jesús?”. Y los grandes señores de la especulación financiera –que son, por mucho que digan, los mayores responsables de los peores males y que no sé cómo pueden llamarse cristianos–, ¿se atreverían a hundir en la miseria, con sus políticas de precios y sus transacciones de capitales, a casi todos los habitantes de los países más pobres y a las especies de seres vivientes en peligro de extinción, si fueran Jesús? Pues lo son. Cada uno son Jesús. “A mí me lo hicisteis. A Dios se lo hicisteis”. Y no sé cómo el papa y los obispos no se lo recuerdan a voz en grito todos los días a todas horas.

Miro a Jesús y le oigo. Oigo de sus labios aquellas palabras de luz y de consuelo, de gracia y liberación, que proclamó en Galilea hace dos mil años y que siguen teniendo toda su actualidad. Son palabras certeras que desenmascaran la raíz primera de esta crisis planetaria, que es la codicia, y trazan el horizonte de otro mundo posible, realmente fraterno, con otra economía.

¿Qué dijo Jesús? Empezó diciendo lo primero de todo: “Alegraos: el Reino de Dios está cerca”. Eran tiempos de dura crisis política, económica, cultural, religiosa en Galilea y Judea. Y Jesús les dijo: “¡Alegraos!”. ¿Cómo que “alegraos”? Sí, alegraos, porque está cerca el “Reino de Dios”, que es como decir: un mundo justo, bueno y feliz.

¿Qué dijo Jesús a los pobres campesinos, pescadores y artesanos, hundidos en el paro y la miseria? Les dijo: “Dichosos vosotros, los pobres, porque es vuestro el Reino de Dios”, es decir: porque todo va a cambiar, porque dejaréis de sufrir la miseria, y porque está en vuestras manos transformar la situación.

¿Qué dijo Jesús a los que por miedo sufrían –sufrimos–y a los que por miedo hacían –hacemos sufrir–tanto? Les dijo insistiendo una y otra vez: “No temáis”. Mirad las flores del campo y las aves del cielo, cómo son felices con poco. Mirad la semilla poderosa que crece. Es posible. El poder del bien es siempre más grande, a pesar de todo. Vosotros podéis. Dios puede en vosotros.

¿Qué dijo Jesús a los ricos terratenientes, a los ricos del campo y de las ciudades, a los ricos del palacio y del templo? Les dijo severamente: “No podéis servir a Dios y al dinero”. Y ahí estaba la clave, ahí sigue estando. El Dinero: esa divinidad en cuyo altar se sacrifica la vida, todo lo que haga falta. Pues bien: o la Vida o el Dinero. Decidid si queréis servir a la Vida o a las finanzas, a los Bancos, al Mercado con sus ajustes y crecimientos. Servid a la Vida.

¿Qué dijo Jesús a los unos y a los otros, a los tentados por el desaliento o por la violencia en un mundo inhumano? Les dijo, y ahí se resumió:“Sed compasivos, como vuestro padre del cielo es compasivo”. Sed compasivos como el Misterio del que todo proviene, donde todo se funda. Solo la bondad crea. Solo la compasión cura. Solo la compasión libera. Solo la compasión es verdaderamente subversiva y poderosa.

Son palabras que concuerdan con la enseñanza inspirada de los profetas y profetisas de todas las religiones o de fuera de toda religión. Son palabras que indican el camino para crear un mundo nuevo de las cenizas de este mundo violento.

Para orar. LA VISIÓN

Al mirar con tus ojos
cambia el mundo.

Por la pobreza generosa,
el amor abundante,
el perdón que sana
y la alegría contagiosa.

Por el poder que sirve,
la oración que abre sepulcros,
la humildad que alumbra verdades
y la soberbia ninguneada.

Por los errores que educan,
los aciertos que construyen,los intentos, los esfuerzos,
los proyectos, los anhelos.



Por la fuerza sin armas,
la flaqueza invencible,
el triunfo sin adulación
y el fracaso sin derrota.

Gracias, Señor,
que al mirar con ojos limpios
lo muestras todo nuevo.

(José María Olaizola, SJ)

Fuente: Atrio

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Chile: Comuneros mapuche cumplen un mes en huelga de hambre en cárcel de Angol.


Foto: blogspot.com
Azkintuwe, 26 de septiembre, 2012.- Cuatro mapuches cumplieron treinta días en huelga de hambre en una cárcel del sur de Chile en protesta por las condenas impuestas a dos de ellos y en contra de los métodos policiales y judiciales que consideran que son discriminatorios hacia los mapuches.Continúan en huelga de hambre los integrantes de la comunidad Wente Winkul Mapu internados en la cárcel de Angol, quienes acusan un nulo interés por parte de la autoridad en dialogar con ellos y así poner fin a la prolongada movilización.
Paulino Levipán y Daniel Levinao enfrentan una condena de 10 años de cárcel por homicidio frustrado contra carabineros, además de 541 días de presidio por porte ilegal de arma.
Por su parte, los comuneros Rodrigo Montoya Melinao y Eric Montoya Montoya, que también permanecen en huelga de hambre, están en prisión preventiva por otra causa.
A través de un comunicado, los jóvenes mapuche alegan que “aún no hay ningún tipo de acercamiento por parte de las autoridades del estado ni tampoco ningún tipo de respuestas a nuestras demandas, dejando en claro que el gobierno no quiere ningún diálogo con el Pueblo Mapuche,”.
“También dejamos en claro que el Pueblo Mapuche seguirá con sus demandas y nosotros seguiremos luchando por nuestra Libertad”, agrega el texto.
La situación de los comuneros será revisada mediante un recurso de nulidad por la Corte Suprema. Así lo determinó una resolución de la 2a Sala del máximo tribunal, adoptada por su Presidente Milton Juica, y los Ministros Dolmetsch, Künsemüller, Brito y Escobar. Lo anterior fue confirmado por el abogado defensor Lorenzo Morales Cortés, consigna el portal La Opiñón.
Los comuneros incluyen dentro de sus demandas que la Suprema “revise y anule la injusta condena de Paulino Levipán Coyan y Daniel Levinao Montoya”, además de reclamar la aplicación del Convenio 169 y demás convenios internacionales suscritos por nuestro país en materia de derecho indígena.
Piden también el ”fin de los montajes político-judiciales, desmilitarización inmediata del Territorio Mapuche; no más torturas a los niños, mujeres y ancianos en allanamientos en contra de las Comunidades Mapuche, libertad a todos los Presos Políticos Mapuche y la devolución del territorio a nuestras comunidades”.
En su comunicado, los jóvenes afirman que, producto de la huelga de hambre “dos de nosotros estamos con taquicardia”. Desde el inicio de la acción de protesta, hace 30 días, los 4 huelguistas han perdido un promedio de 8 kilos, siendo el caso más agudo el de Daniel Levinao, quien ha perdido un peso aproximado de 9,9 kilos.
Los cuatro pertenecen a la comunidad Wente Wilkun Mapu, cerca de Chequenko, en una zona castigada por el conflicto que enfrenta a comunidades con agricultores y empresas forestales por la propiedad de tierras que consideran ancestrales.
“No ha habido ningún acercamiento con el Gobierno ni con las autoridades, pero sí el recurso de nulidad (del juicio) que interpusimos en la Corte Suprema fue acogido a trámite”, señaló a Radio Cooperativa el portavoz de esa comunidad, Daniel Melinao.
En un allanamiento policial realizado en abril en esa comunidad murió de un disparo un agente de Carabineros, el primero que fallece en el marco de este conflicto, sin que hasta el momento se hayan esclarecido las circunstancias ni registrado detenciones por ello.

Acciones de solidaridad

Representantes del pueblo mapuche en Santiago exigieron al gobierno la liberación de los presos en la cárcel de Angol. “Estamos apoyando a nuestros hermanos en huelga de hambre, acusados injustamente, se preparó un montaje para acusar a nuestros hermanos, con testigos encapuchados”, declaró a Prensa Latina Nibaldo Huenuman, tras una marcha desarrollada el jueves recién pasado.
De acuerdo con el activista, el Estado ha manipulado a los jueces, a la policía de Carabineros, para inculpar a miembros de esa etnia que reclaman territorios considerados ancestrales.
“El gobierno mantiene centenares de policías rondando día y noche en las comunidades, helicópteros sobrevolando nuestras zonas pobladas y hay colonos de la zona que se están organizando con armas para atacar a nuestra gente”, señaló Huenuman.
Según narró, hace días se encontró en la casa de un colono un gran número de armas de grueso calibre, sin embargo el dueño disfruta de libertad.
“Pero si esas armas llegan a ser encontradas en la casa de un mapuche, sería encarcelado por miles de años”, comentó Huenuman. Los manifestantes, con arengas, pancartas y danzas típicas de la etnia, reclamaron la excarcelación de los cinco reos de Angol.
“Estamos luchando por justicia y verdad para nuestro pueblo en sus justas demandas de territorio y libertad, aunque el estado no ha podido dar repuesta y solo piensa en reprimir agudizando más la lucha de las comunidades”, señalaron en la víspera los presos en un nuevo comunicado. El texto señala que ya están sintiendo calambres, muchos mareos, dolores de cabeza y de estómago, y agotamiento en los parpados.
“Estamos pálidos, demacrados pero con la fuerza intacta, sabemos que estos síntomas son incómodos y soportables por lo que está en juego. Seguiremos paso a paso con esta huelga por que creemos que bien vale la pena el territorio y libertad para cada mapuche y todo pueblo”, expresaron.
Hoy martes, en tanto, un grupo de jóvenes de la comunidad Wente Winkul Mapu “funaron” la inauguración del Centro de Salud Familiar (Cesfam) de Ercilla, ceremonia a la que asistieron diversas autoridades, entre ellas, el ministro de Salud, Jaime Mañalich.
Los comuneros reclamaron y enrostraron a las autoridades la falta de preocupación de cuatro integrantes de dicha comunidad que se mantienen hace 30 días en huelga de hambre.
El gobernador de Malleco, Erich Baumann, rechazó la acción del grupo que interrumpió el acto oficial. En tanto, el ministro de Salud dijo posteriormente en Temuco que en ningún instante sintió que su integridad física se viera amenazada respecto a la situación y precisó que el Gobierno sí está preocupado del estado de salud de los jóvenes en huelga de hambre.
En los últimos años varios mapuches han protagonizado huelgas de hambre. A mediados de 2010, un grupo de 38 presos mapuches protagonizaron un extenso ayuno, algunos de ellos hasta cumplir 86 días, que abandonaron después de que la Iglesia mediara en el conflicto y el Gobierno se comprometiera a no aplicar contra ellos la ley antiterrorista.
En marzo de 2011, cuatro de ellos volvieron a declararse en huelga de hambre para pedir la nulidad del juicio en el que un mes antes se les condenó a entre 20 y 25 años de prisión por atacar a un fiscal, herir a tres policías y robar a un agricultor. En aquella ocasión no se les aplicó la ley antiterrorista, que prevé penas más duras que la legislación común.
El 3 de junio de ese año, la Corte Suprema de Chile decidió rebajar sus condenas a entre ocho y catorce años de prisión, sin anular el juicio, por lo que los mapuches mantuvieron su huelga de hambre una semana más, hasta que la depusieron sin haber conseguido su objetivo.
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Fuente: Azkintuwe: http://www.azkintuwe.org/20120925_003.htm

Otras noticias:


Fuente: Servindi

martes, 25 de septiembre de 2012

Las mujeres de Jesús de Nazaret.





Los grandes exegetas coinciden en negar que Jesús se hubiese casado.

Su relación con las mujeres fue uno de sus aspectos más revolucionarios.

Ocho líneas en un papiro del siglo IV de un supuesto ‘Evangelio de la mujer de Jesús’ han vuelto a colocar en el candelero no sólo el estado civil de Cristo, sino también su relación con la otra mitad del cielo. ¿Qué pensaba Jesús de la mujer? ¿Qué papel ocuparon las mujeres en su vida y, sobre todo, en su movimiento? ¿Qué opinan los exegetas católicos más serios sobre ‘Jesús y las mujeres’?

A pesar de ser el personaje más estudiado y analizado por la cultura occidental, Jesús sigue siendo uno de los más desconocidos. Poco se sabe con exactitud del hombre al que 1.000 millones de personas veneran como el ‘Hijo de Dios’. Siglos de manipulaciones borraron las escasas pistas sobre su realidad.
¿Y los Evangelios? Tradicionalmente se nos han presentado como textos históricos. Hoy, todos los teólogos reconocen que no se puede escribir con ellos una biografía de Jesús. “El Evangelio es un testimonio de los creyentes. Lo que los evangelistas cuentan no es historia, sino expresión de su fe en Jesucristo”, explica el prestigioso teólogo holandés Edward Schillebeck.
Aún siendo difícil, la exégesis moderna está acotando cada vez más la figura de Jesús. Incluso en los aspectos más tapados o silenciados por la Iglesia católica oficial. Por ejemplo, el de su sexualidad o el de su estado civil. ¿Estuvo casado Jesús de Nazaret?
Para la Iglesia católica el tema de la sexualidad de Jesús ha sido siempre un tabú. La doctrina oficial sólo lo aborda para decir que Jesús fue un hombre de verdad, con todas las pulsiones de un hombre, pero que se mantuvo puro y célibe toda su vida. En muchas ocasiones da la sensación incluso de que la iglesia católica cae en el docetismo (la herejía que convierte a Jesús no en un hombre real, de carne y hueso, sino en un ser que, aún teniendo apariencia humana, era en realidad “otra cosa”) a la hora de “limpiar” la figura del Nazareno.
De acuerdo con la más estricta ortodoxia católica, Jesús era un hombre completo, de cuerpo entero y, consiguientemente, sexuado. Dios se hizo hombre, y dentro de esa condición está la sexualidad. ¿Cómo la ejerció? ¿Qué relación mantuvo con las mujeres?
Los grandes exegetas coinciden en negar que Jesús se hubiese casado. Y eso que el celibato contravenía las leyes religiosas de su época. “Quien no tiene mujer es un ser sin alegría, sin bendición, sin felicidad, sin defensas contra la concupiscencia, sin paz; un hombre sin mujer no es un hombre”, dice el Talmud. Y menos, si ése hombre era un rabbí, un intérprete de la Ley que, por lo tanto, no podía oponerse al Talmud.
Uno de los más prestigiosos exegetas españolas, Xabier Pikaza, acaba de publicar ‘Evangelio de Marcos. La Buena noticia de Jesús’ (Verbo Divino), un exhaustivo estudio de 1.200 páginas. Y sobre este tema concluye así: “No puede demostrarse de un modo absoluto que Jesús fuera célibe. Algunos investigadores han supuesto que podía haber sido viudo y sin hijos.Otros, más fantasiosos, han hablado de sus relaciones con Magdalena o de su apertura afectiva más extensa (un tipo de ‘amor’ extendido hacia hombres y mujeres, de forma no genital). Otros, en fin, aseguran que, tras la venida del Reino (si hubiera llegado, sin que le hubieran matado) Jesús se habría casado, iniciando un matrimonio distinto… Pero nada de eso sabemos. Nada se puede apoyar en fuentes. Lo único cierto es que durante el tiempo de su predicación, desde su misión con Juan, pasando por su mensaje en Galilea, hasta su muerte, fue célibe”.
Otro famoso teólogo español, Rafael Aguirre, sostiene la misma tesis: “No hay ningún dato para afirmar que Jesús hubiera estado casado. Si hubiese contraído matrimonio, los Evangelios lo mencionarían. Además, es plausible que Cristo optase por ser célibe, como los esenios de su época”. O como dice el americano John Paul Meier, “Jesús nunca se casó, lo cual lo convierte en un ser atípico y, por extensión, marginal en la sociedad judía convencional”.
Eso sí, todos los exegetas coinciden también en señalar el papel “especial” de María Magdalena en la vida de Jesús. No fue su mujer, pero estuvo muy cerca de él. En el grupo de mujeres que acompañaban a Jesús y a sus discípulos, ella nunca falla. Es la primera receptora de los acontecimientos pascuales. Por eso se la llama “la apóstol de los apóstoles”. “Pero casarla con Cristo es un disparate”, asegura el teólogo jesuita Juan Antonio Estrada. El disparate del ‘Código Da Vinci’, por ejemplo, que muchos se creen.
Discípulas y compañeras de Jesús
Lo que sí está claro en todos los textos evangélicos, canónicos y apócrifos, es que su relación con las mujeres fue uno de los aspectos más revolucionarios del profeta de Nazaret. Jesús rompe con todos los tabúes, en una sociedad en la que a la mujer se la definía como una “luna”, porque sólo brillaba y lo recibía todo del “sol”, que era el hombre.
“Te doy gracias, Señor, por no haberme hecho mujer”, rezaban los varones todas las mañanas. Porque la mujer era un ser inferior. Por eso, iba siempre con la cabeza tapada, no podía pararse por la calle a hablar con un varón, no podía ser testigo creíble en un juicio, tampoco podía heredar y, en caso de que su marido muriese, pasaba a ser propiedad de su hermano. Y, por supuesto, cuando estaba menstruando no sólo era impura, sino que convertía en impuro todo lo que tocaba.
“Jesús rompe con toda las tradiciones culturales de su tiempo y trata a la mujer como a un igual”, explica Pikaza. De hecho, las mujeres forman parte de su círculo más intimo, de sus más estrechos colaboradores y acompañan al profeta itinerante en sus correrías apostólicas. “Varones y mujeres aparecen en su proyecto como iguales, sin prioridad de un sexo sobre el otro”, sostiene el exegeta español.
Y el catedrático Antonio Piñero, en su libro ‘Jesús y las mujeres’ (Aguilar), sostiene que “Jesús fue un rabino relativamente anómalo en el panorama de los maestros de la Ley del siglo I, porque tuvo un ministerio activo en el que las mujeres no sólo estaban presentes, sino que eran discípulas”
De hecho, El Evangelio de Marcos dice que las mujeres “servían” a Jesús. Y explica el biblista argentino Ariel Álvarez, “si estas mujeres ‘servían’ a Jesús, es porque de alguna manera predicaban el Evangelio, sanaban enfermos, expulsaban demonios y realizaban las mismas funciones de los demás discípulos, no porque cumpliesen exclusivamente tareas de cocina y limpieza”.
Y es que, como dice Pikaza, “Jesús no quiso sacralizar la sociedad patriarcal de su época” y “fundó un movimiento de varones y mujeres, en contra de los rabinos de su época, que no admitían a las mujeres en sus escuelas”. Jesús no sólo las acoge, sino que las escucha y dialoga con ellas “como con personas libres”, las respeta y las valora en igualdad con el hombre.
Más aún, Pikaza sostiene que, dentro de su movimiento, las mujeres fueron las seguidoras de Jesús más fieles y radicales. De hecho, al llegar la prueba de la Cruz, “los doce le abandonan; ellas, en cambio, permanecen fieles hasta el final”.
Un Jesús, por lo tanto, profundamente inclusivo, que desafía frontalmente los preceptos patriarcales profundamente establecidos. En su trato con la mujer, Jesús fue un revolucionario, un profeta que desafió al legalismo confuso e inerte que entremezclaba la vida religiosa y social de su tiempo. Un visionario defensor de los derechos de la mujer. Todo un feminista.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Carta de Desmond Tutu a los colombianos.



Desmond Tutu lideró la Comisión para la Verdad y la Reconciliación después del fin del 'apartheid'.

Queridas hermanas y hermanos colombianos,
Les escribo con inmensa alegría, tras enterarme de que un proceso de paz se puso en marcha en su país, para desearles lo mejor en el emocionante camino que tienen por delante.
El hecho de que en su tierra, que por muchos años ha sido golpeada por el conflicto, hayan acordado hablar sobre un compromiso de paz y reconciliación le envía un mensaje de esperanza al mundo entero. Si los colombianos pueden acercarse entre sí y conciliar sus diferencias, también pueden hacerlo los miembros de nuestra familia que viven en Israel y Palestina, en Siria y Libia, en el Tíbet y China, en Burma, en Zimbabue y Sudáfrica.
Hay muchos paralelos entre el conflicto colombiano y nuestra experiencia en Sudáfrica. En 1948, cuando La Violencia se apoderó de un país, se introdujo el apartheid en el otro. Y aunque el apartheid le añadía un enorme factor racial al conflicto, en esencia, las dos luchas enfrentaron a quienes tenían poder y recursos a los que no. En ambos países, cientos de miles de ciudadanos fueron desplazados forzosamente. Los dos países se convertirían en sinónimo de división violenta y fueron rechazados en el mundo.
"Hay más represión de la libertad individual aquí que la que hay en cualquier país en el que hayamos estado; la policía patrulla las calles con sus rifles y pide papeles cada minuto... El ambiente es tenso y pareciera que se está gestando una revolución. El campo está inmerso en una lucha abierta y el ejército no tiene la capacidad para reprimirla." Esta podría haber sido una descripción del apartheid en Sudáfrica, pero, de hecho, es un extracto del diario del 'Che' Guevara sobre su visita a Colombia en julio de 1952.
La violencia genera violencia y esta, a su vez, genera más violencia; y tanto los sudafricanos como los colombianos han pagado un precio terrible, no solo en lo físico, sino también con sus almas y corazones heridos.
Lo que hemos aprendido y seguimos aprendiendo en Sudáfrica es que en muchos aspectos hacer la paz es más difícil que hacer la guerra. Reconciliarse con los antiguos enemigos es muy duro. Ser magnánimo, pese a los amargos recuerdos, es extremadamente difícil. El perdón no puede darse por hecho; hay que ganárselo. Pero a menudo se lo ofrecemos generosa y abiertamente a quienes no lo merecen. Curar las heridas no es algo que ocurra de manera instantánea; puede ser un proceso largo y sinuoso. Y para que este sea exitoso es necesario que todos los individuos seamos mejores personas, para ver el mundo no solo desde nuestra mirada, sino también desde la del otro.
Nuestra experiencia en Sudáfrica nos enseñó que, sin importar de qué lado del conflicto estábamos, llegaba un momento en el que debíamos arriesgarnos a dejar de lado nuestras diferencias, para crear oportunidades en que pudiéramos sanarnos. Los primeros pasos fueron hablar y escuchar; hablar unos a otros en vez de hablarle al otro, y escucharnos.
En Colombia, tanto a quienes apoyan a grupos paramilitares de derecha como a los que apoyan a los de guerrilleros de izquierda, a los grandes terratenientes y a quienes han sido desplazados a las ciudades, incluso a quienes están o no activamente involucrados con los cultivos ilícitos, que abastecen el conflicto, o con su erradicación, les llega un momento de reconocer al otro por lo que en el fondo somos todos: miembros de una familia, la familia humana, la familia de Dios.
En Sudáfrica, cuando los líderes de los diferentes partidos que habían estado en guerra se sentaron a hablar, literalmente no podíamos creer lo que estaba sucediendo frente a nuestros ojos. ¡Allí había antiguos enemigos declarados! Ayer, ellos habrían querido hacerse daño físico; ¡hoy están hablando como hermanos y hermanas!
Que nosotros hubiéramos conseguido la democracia habla del hecho de que no podemos permanecer aislados los unos de los otros. En Sudáfrica le llamamos a este tipo de confianza en el otro 'Ubuntu' (filosofía africana basada en las relaciones entre las personas): mi destino está relacionado con el tuyo. Somos quienes somos a través del otro. Yo no puedo ser sin ti.
Invitamos a representantes de todas las formaciones políticas a participar en nuestro proyecto nacional. Tuvimos la primera elección democrática de nuestra historia. Luego, los representantes de esos partidos que fueron elegidos democráticamente se sentaron a escribir una constitución y una declaración de derechos. Trabajaron por un propósito común, con miras a la meta común de construir una nación en la que todos los ciudadanos tuvieran las mismas oportunidades de prosperar.
Nos dimos cuenta de que no podíamos esconder nuestro dolor debajo del tapete y se creó un mecanismo para incentivar a los perpetradores de la violencia a que buscaran un perdón legal (amnistía de la persecución), siempre y cuando sus acciones tuvieran una motivación política y que estuvieran dispuestos a contar toda la verdad.
Llamamos a este mecanismo la Comisión para la Verdad y la Reconciliación, institución y proceso que tuve el honor de liderar. Aprendimos acerca de la especial relación entre verdad y perdón, cuán importante es para las víctimas y los perpetradores contar y escuchar sus historias, y que estas sean reconocidas por los otros.
Siempre llega un momento para reconocer nuestro papel dentro del conflicto cuando hay dificultades en el proceso, de dejar de culpar a los otros y de enderezar las cosas para el beneficio de nuestros niños, de nuestro país y de nuestro mundo compartido, que es nuestro hogar.
Felicitaciones, Colombia. Que Dios los bendiga en el camino que tienen por delante.
Con amor,
ARZOBISPO EMÉRITO DESMOND TUTU
Ciudad del Cabo

El 'padre' de la Nación del arcoÍris
Desmond Tutu nació en Sudáfrica en 1931. A finales de los 60, después de ordenarse, empezó a denunciar la situación precaria en la que vivía la población negra con el 'apartheid'. Lideró la Comisión para la Verdad y la Reconciliación en su país, y en 1984 recibió el Premio Nobel de Paz. Le atribuyen la creación del apelativo 'nación del arcoíris' para hablar de Sudáfrica como un país diverso.
Fuente: El Tiempo.com