sábado, 26 de octubre de 2013

Teología feminista para un mundo nuevo.


MAITE CARRILLO Y Mª JOSÉ ROSILLO

En un entorno privilegiado, como es la barroca ciudad de Dresden, antigua capital de Sajonia (Alemania), hemos celebrado entre el 28 de agosto y el 1 de septiembre el XV Congreso de Teología de la Asociación Europea de Mujeres para la Investigación Teológica (ESWTR) con el título Nuevos horizontes: Retos y Visiones. Unas 150 mujeres procedentes de Alemania, Austria, Bélgica, Croacia, Grecia, Gran Bretaña, España, Islandia, Italia, Lituania, Países Bajos, Polonia, Portugal, República Checa, Rumania, Rusia, Suecia, Suiza y también de Bolivia, Chile y Estados Unidos, hemos estado allí.
Durante la tarde del miércoles éramos bienvenidas por el equipo organizador, la directiva de la ESWTR y algunos representantes del mundo académico y religioso de la ciudad. Luego, nos instruyó la profesora Ulrike Auga, en la conferencia inaugural, con una introducción general sobre los temas del congreso: postcolonialismo, (post)secularismo y (queer)visiones.

El jueves tuvimos el honor de encargarnos del ritual de la mañana. Una celebración inclusiva en los tres idiomas oficiales, inspirada por una misma Ruah. Nos servimos del lenguaje universal: la imagen y la música. Proyectamos imágenes simbólicas vinculadas a características de las mujeres (la constructora, la creativa, la visionaria, la madurez, la juguetona...), para dejarnos interpelar por ellas y formar entre todas el árbol de la vida, anotando en sus hojas qué fruto representamos cada una. El texto de Miqueas 6,8 nos recordaba que se nos pide practicar la justicia y amar de verdad. De despedida, leímos a tres coros la Plegaria de Gratitud, de Clarissa Pinkola.

En la conferencia plenaria, la profesora Musa Dube, de Bostwana, expuso su trayectoria de estudio bíblico con mujeres. Comparaba su trabajo teológico con su experiencia de vida personal y familiar, obligada a salir del país o a quedarse al servicio de los colonizadores blancos. Desde esta experiencia de diáspora-emigración forzosa, nos refería una frase de su madre muy significativa: “Haber superado fronteras nos ha hecho llegar hasta aquí”. Idea que resume el sentido del congreso: sólo saliendo de uno mismo, siendo capaces de ver los puntos de vista de la otra persona, podremos llegar a construir algo sólido en comunión con los y las demás.

La profesora Mayra Rivera, de Estados Unidos, identificaba los desafíos clave para la teología del cuerpo. Nos proponía el disfrute de las pequeñas cosas a las que podemos acceder desde nuestro ser cuerpo. Y cómo también los cuerpos rotos, deformes, sufrientes, son cuerpos glorificados desde la diversidad. Por la tarde se nos ofrecieron varias rutas guiadas por la ciudad. Tres de ellas por el casco antiguo, otra vinculada a la comunidad judía y la última relacionada con la resistencia pacífica.
Destacamos del viernes la intervención de la profesora Anne-Marie Korte, de Utrech. Nos habló del grupo femenino “Pussy Riot’s”, que está ocasionando efectos molestos al Gobierno de Putin y a su imagen política internacional, llevando a cabo con su “performance” actos de protesta en defensa de una Iglesia ortodoxa independiente del poder político y económico.

A media mañana comenzaron los grupos temáticos, con diversas líneas; asistimos al conducido por dos comunicaciones: la chilena Natalia Salas nos habló de la construcción de la identidad de género en Chile y, concretamente, del liderazgo de las mujeres evangélicas. Estas lideresas, con mayor nivel de estudios que sus compañeros pastores, no llegan a empoderarse del todo y eso dificulta su acceso a los puestos de decisión y a la igualdad económica. Montse Escribano y Neus Forcano nos hablaron de las aportaciones de las neurociencias a la religión y a la teología feminista, desde la visión de la neuroteología.


Antes de la cena, la compañera Thalia Gur Klein, de Holanda, compartió un breve y emotivo ritual judío (Kabbalat shabbat).

Todas esperábamos el sábado a Teresa Forcades i Vila. Nos habló de las falsas democracias y de las consecuencias políticas sobre la noción cristiana de “persona”. Muy oportuna su intervención, especialmente en estos tiempos en los que los sistemas políticos actuales han demostrado su absoluta incompetencia para dirigir el mundo. Nos motiva a reflexionar sobre la necesidad de generar cambios estructurales desde la propia ciudadanía.


También hubo representación española en los grupos temáticos de este día: Silvia Martínez Cano, con su trabajo sobre teología y estética en un mundo multicultural; y Belén Brezmes, que nos habló de cómo, en un mundo caracterizado por la especulación, la mujer sufre la pobreza y la discriminación en todos sus aspectos, afirmando que “se necesitan hombres feministas y mujeres empoderadas”. Mª Pau Trayner nos propuso la necesidad de buscar nuevos símbolos para la teología de nuestro tiempo. Y nosotras compartimos la experiencia de los nuevos lenguajes teológicos utilizados con grupos de mujeres en pequeños pueblos: tarot, psicoescénica y lecturas críticas para el desarrollo personal y espiritual.

Teresa Forcades y Rita Perintfalvi condujeron un espacio para las socias en acción, en el que se pensaron algunas propuestas concretas: formación teológica itinerante, presencia en las universidades y las redes sociales, búsqueda de financiación, sistematización de fuentes bibliográficas. Cerraba la jornada un espectáculo de danza contemporánea relacionada con el tema del congreso a cargo de Katja Erfurth, un ritual y la fiesta.

El domingo aún quedaba tiempo para constituir grupos de voluntarias que lideren las distintas acciones acordadas. Y, finalmente, una vivencia compartida y muy emotiva para nosotras. Habíamos comentado con algunas congresistas la ilusión que nos haría recibir una bendición de las teólogas europeas por nuestra boda que se celebrará en unos días. Y en un pequeño ritual, nos regalaron un precioso momento con música medieval, en la voz de Lidia Pujol y el piano de Mar Albajar, además de rosas y la Bendición para las Hijas de Israel (nº 8).


La experiencia de aprendizaje ha sido intensa; el compartir momentos de trabajo, comidas, descansos y alguna cerveza, igualmente agradables y las despedidas emotivas, pero desde la absoluta certeza de que nos une un vínculoespecial que nos hace estar conectadas no sólo por la red informática, sino por la búsqueda compartida de un cambio radical en este orden económico y social mundial que sigue postergando a las mujeres y a las personas más desfavorecidas.

Fuente: alandar
imagenes de M. Carrillo y MJ. Rosillo.

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