viernes, 1 de noviembre de 2013

87 hermanos "por negros y pobres" mueren de sed en el desierto.


Alberto Revuelta

48 niños. 32 mujeres. 7 hombres. 87 muertos de sed en el desierto camino de Argelia. Por supuesto migrantes. Por supuesto negros. Por supuesto pobres. La miseria andando.

El sistema de satélites de vigilancia militar y civil norteamericano, soviético y en parte de la UE puede detectar a los terroristas del desierto yemení y enviarles un dron para que acabe con ellos. El Centro Nacional de Inteligencia español tiene en Canarias un sistema de escucha hacia Africa que después envía a Estados Unidos. Lo va a contar su director, un general demócrata ¡faltaba más¡, en el Congreso dentro de unos días.nsa

La NSA, agencia de espionaje norteamericana, conoce los secretos de alcoba de Angela Merkel y los pensamientos, si los tienen, de los presidentes de todos los países de la UE y parte del extranjero y sabe lo que va a decir el señor Papa en Santa Marta antes de que sus palabras lleguen a su boca. Ya se las saben todas.

Pero no han podido fijarse en 48 niños, 32 mujeres y 7 hombres que caminaban por el desierto que ellos espían camino de Argelia y que se morían de sed e inanición.

No hay drones de protección civil. Solo hay drones para producir daños colaterales. 87 daños colaterales.

48 niños, 32 mujeres, 7 hombres. Muertos de sed. En 2013. Nosotros estamos inmersos en discutir las fronteras de Cataluña, los euros de Cospedal y Barcenas, las vainadas de Pons o Floriano, las tensiones de Rubalcaba y Chacón o los escraches a Susana Diaz. 87 muertos de sed. 87 desgraciados ¿a quién le importan?.

Obama mira a todo hombre venido a este mundo durante su mandato y lo anota para que los analistas acumulen datos que sirven para que 87 personas, con dignidad de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, ¡¡fantastico¡¡, se mueran de sed en el desierto.

Fouché en 1793 hizo cañonear a 60 jovenes atados e indefensos para imponer la Igualdad, la Fraternidad y la Libertad en Lyon. Hoy 48 niños, 32 mujeres y 7 hombres han muerto de sed cerca de Argelia buscando la Igualdad, la Fraternidad y la Libertad de Occidente, mientras los sistemas de vigilancia intentan saber el color de la ropa interior de la señora Merkel para que Obama pueda tomar medidas.

En medio de este sinsentido y de este inmenso dolor, ¿Dios?. A Dios nadie le ha visto. Yo, que creo, desde la angustia, solo tengo la vista puesta en Jesús clavado en una cruz y escarnecido, gritando a pleno pulmón ¡¡¡Dios mio, Dios mio, ¿por qué me has abandonado?¡¡. Lo mismo que 48 niños, 32 mujeres y 7 hombres. Gritemos con ellos.

Fuente: Atrio

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