viernes, 31 de enero de 2014

Dios no castiga.


El concejal socialista del Ayuntamiento de Madrid Pedro Zerolo, muy conocido por su lucha a favor del movimiento gay, comunicó recientemente que se le había diagnosticado un cáncer. Pocos días después, en un programa de televisión, el sacerdote Jesús Calvo declaró que «el pecado tiene en este mundo su sanción, su castigo. No me extrañaría nada que eso (la enfermedad) fuera también la divina providencia que intenta ejemplarizar contra los que se ríen de la virtud». Si no lo leo, no lo creo. ¿Cómo es posible que, ya en siglo XXI, se mantenga aún una imagen de Dios como la de un ser punitivo?

Ciertamente la cuestión del mal es un problema que no debemos relativizar ni darle respuestas simplistas. Hemos de reconocer que el problema del mal (sobre todo el mal que sufren personas inocentes y las víctimas de situaciones que no han provocado) es una de las principales causas del ateísmo. La pregunta es obvia: ¿cómo podemos seguir creyendo en un Dios de amor y omnipotente tras la experiencia reiterada del mal? Ya Epicuro argumentaba diciendo que si Dios quiere erradicar el mal y no puede es que no es omnipotente y si puede pero no quiere es que no es bueno, sino malvado.

Estos falsos conceptos de la deidad nos impelen a afirmar que Dios no es la fuente del mal, sino todo lo contrario. Dios es fuente del bien, de la belleza, de la perfección, de la armonía, de la reconciliación… Es por ello que el libro del Génesis expresa que, una vez creadas todas las cosas «vio Dios que era bueno». Ya el dualismo persa afirmaba la existencia de dos principios, uno del bien y otro del mal, al no poder imputar al principio divino del bien todo el mal existente en el mundo. La figura del demiurgo, tanto en el platonismo como en el gnosticismo, evitaba atribuir a Dios cualquier fuente de imperfección.

Dios tampoco es la causa de los efectos que se suceden en nuestra dimensión espacio-temporal. Las situaciones que con frecuencia hemos de afrontar los humanos como las catástrofes naturales (terremotos, tsunamis, inundaciones…), la enfermedad, las circunstancias derivadas de la actual crisis económica y de valores (paro, dificultades económicas…) no deben ser imputadas a Dios por aquel reduccionismo hermenéutico de que todo procede de Él.

A diferencia de los amigos de Job que consideraban que sus sufrimientos eran el resultado de su pecado, debemos afirmar que el mal no debe ser interpretado como castigo divino. La doctrina de la retribución es refutada por la propia Palabra de Dios al constatarse con demasiada frecuencia su inversión: personas justas o inocentes a las que las circunstancias de la vida les son más bien adversas y auténticos sinvergüenzas a los que todo parece sonreír.

Contrariamente a lo que declaró el sacerdote Jesús Calvo en relación con el cáncer de Pedro Zerolo, el mal no debe ser interpretado como ejemplarizante. En función de la clave interpretativa de cada persona (ideología, valores, historia, personalidad…) el sufrimiento puede tener, para algunos, alguna connotación; pero cuando el mal es excesivo, intenso o, sobre todo, injustificable, como ocurre con las víctimas inocentes, en lugar de acrisolar el carácter lo que hace es destruir la personalidad. La pregunta es inevitable: ¿necesita Dios torturar a sus criaturas para perfeccionarlas? Si fuera así, su esencialidad no sería el amor. El Dios de la Biblia, revelado por Jesús de Nazaret, es un Dios misericordioso que se compadece del que sufre, que se coloca al lado de los últimos…

Habrá que asumir y reconocer que determinados males son el resultado de la autonomía de la creación. Cuanto sucede en el espacio-tiempo está sujeto a los principios de la contingencia, de la limitación de la evolución y de la extinción. En nuestro planeta se desplazan las fallas tectónicas y ocurren los terremotos, los volcanes entran en erupción y sepultan ciudades, los ríos se desbordan y arrastran cuanto encuentran a su paso… Como consecuencia de ello, se suceden las epidemias, mueren víctimas inocentes…

Los seres humanos somos también contingentes: nacemos, nos desarrollamos, envejecemos, enfermamos, somos víctimas de accidentes o de enfermedades incurables, morimos. Por lo tanto, no hace falta apelar a castigos divinos ni pretender hallar un sentido a la fenomenología de la finitud cosmológica y antropológica para explicar la dinámica ambivalente de la vida.

Sin duda, también tendremos que aceptar que determinados males no son otra cosa que el resultado del mal uso de la libertad. Ejercer la libertad, superando el esquema estímulo-respuesta del mundo animal, es una de las características que identifican nuestra especie. Ser libres comporta que el ser humano es capaz de orientarse al bien, pero también al mal. Ambas tendencias están presentes en el ser humano. Por lo tanto, el mal forma parte de nuestras posibilidades existenciales; por ello, la libertad es un don a gestionar.

¿Dónde queda la omnipotencia de Dios? ¿No debería hacer algo para evitar o paliar tanto dolor? ¿Cuál es su poder? Dios no es poder absoluto como lo entendemos los humanos. Dios es comunicación y donación absoluta. Lo entendemos como poder porque es la fuente de nuestro ser, pero esto no da pie a pensar que mueve los hilos de la historia cual titiritero.

Dios no desaparece ni se desliga de la historia. Está presente, de modo latente en el mundo. Se trata de una especie de acompañamiento, de presencia sutil como la del padre o la madre que tienen cuidado de su hijo y le extienden los brazos para que camine sin coaccionarlo. No le empujan, más bien le atraen.

Esta discreta presencia de Dios no niega ni rebaja la libertad de la persona. No nos condiciona ni determina. Toda persona tiene la posibilidad de disponer de sí mismo y obviar la latencia de Dios o abrirse al misterio y dejarse conducir por su espíritu y vencer, de este modo, el mal.

Pedro, no sé si leerás estas líneas. ¡Ánimo en tu lucha contra la enfermedad! Recibe nuestros mejores deseos de una plena y rápida recuperación.


Jaume Triginé


Licenciado en Psicología por la Universidad de Barcelona. Articulista y autor de LA IGLESA DEL SIGLO XXI ¿CONTINUIDAD O CAMBIO?, de ¿HABLAMOS DE DIOS? TEOLOGÍA DEL DECÁLOGO y de ¿HABLAMOS DE NOSOTROS? ÉTICA DEL DECÁLOGO.

Fuente: Lupa Protestante

jueves, 30 de enero de 2014

El diálogo con respeto a los derechos es alternativa para resolver conflictos.

El conflicto de Bagua marcó un hito de compromisos que el Estado deben cumplir
Servindi, 29 de enero, 2014.- “Sí es factible llegar a un consenso entre las comunidades indígenas, las industrias extractivas y el Estado frente a conflictos socioambientales”, declaró Deborah Kennedy, directora de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).

Así lo afirmó durante la presentación del informe final del proyecto: “Mitigación de conflictos y desarrollo en la Amazonía” que permitió generar espacios de diálogo que han fortalecido a comunidades indígenas en cuatro zonas del país: Bagua, Satipo, Napo y Lamas.

Se trata de cuatro zonas donde existe poca presencia del Estado y no hay suficientes alternativas económico-legales para sus habitantes.

El proyecto de tres años de duración trabajó bajo la premisa de que el diálogo es una alternativa para generar puntos de encuentro entre las comunidades indígenas afectadas por un proyecto extractivo, las empresas y el gobierno, ofreciendo una posibilidad de resolver el conflicto sin violencia.
El desafío de compatibilizar desarrollo con derechos

El evento contó con la presencia del Defensor del Pueblo, Eduardo Vega, quien afirmó que: “El gran desafío que todavía tiene el país es acelerar y atender la agenda amazónica que no se reduce sólo a la Consulta Previa”.

Asimismo, remarcó la necesidad de compatibilizar el desarrollo de la Amazonía con los derechos de los pueblos indígenas, e hizo referencia a los resultados arrojados por el Informe Global de Competitividad del Foro Económico Mundial 2013-2014.

En el se indica que a pesar de que las expectativas de inversión son muy elevadas para los próximos años, el país ha retrocedido en materias como la institucionalidad, educación, salud o infraestructura.

Ello demuestra -según el defensor- que “la competitividad económica no va de la mano de una mejora en la calidad de vida de los peruanos.”

“El crecimiento económico es importante para el país, pero no es más importante que la vigencia y el respeto de los derechos de todos los peruanos, y en especial a aquellos que se encuentran en una especial situación de vulnerabilidad como son los pueblos indígenas” afirmó.
La conflictividad va más alla de la consulta

El defensor anotó que existen en la actualidad 19 conflictos que involucran directamente a pueblos indígenas amazónicos, 6 de los cuales tienen que ver con el derecho que les asiste a ser consultados. “Cuando hay pueblos indígenas en estos proyectos mineros e hidrocarburíferos tienen que ser consultados”, declaró.

En dicho punto coincidió con la viceministra de Interculturalidad, Patricia Balbuena, quien precisó que “si no se avanza en otros temas como la titulación de de tierras, la educación o la salud, la consulta previa aparece muy solitaria”.

Clara Indacochea, supervisora de Gestión de Responsabilidad Social de Petroperu-miembro de la Sociedad Peruana de Hidrocarburos, abundó en la necesidad de escuchar a los pueblos indígenas y de entablar un diálogo intercultural con ellos.

“En ese construir conjunto entre los pueblos indígenas, el gobierno y las empresas mediante el diálogo se podrá decir que una industria de hidrocarburos es sostenible”.
Agenda política con visión ancestral

“Después del Baguazo y de las grandes protestas, surgieron grandes propuestas: hemos logrado crear nuestra propia agenda política con una visión ancestral”, afirmó Edwin Montenegro, presidente de la Organización Regional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Norte del Perú (ORPIAN-P), quien destacó como un logro la promulgación de la Ordenanza Regional de Consulta Previa de Amazonas.

Por su parte, los Kichwas del Napo lograron, a través de la Federación de Comunidades Nativas del Medio Napo, Curaray y Arabela (FECONAMNCUA), ser incorporados al proceso de Consulta Previa del Área de Conservación Regional (ACR) Maijuna- Kichwa.

“Queremos negociar qué desarrollo queremos para los pueblos indígenas en el futuro. Desarrollo es invertir en educación, en salud. Este proyecto nos ha empoderado para poder compartir nuestras necesidades y preocupaciones”, explicó Richard Rubio, presidente de esta organización.

Mientras, en Lamas, las organizaciones indígenas vienen participando en la cogestión del ACR-Cordillera Escalera.
El proyecto

“Esos son algunos ejemplos que nos muestran como el diálogo, con información adecuada, constituye una alternativa viable para transformar los conflictos y llegar a soluciones aceptables para todos los involucrados”, explicó Dina Guerra, coordinadora del proyecto.

La iniciativa fue llevada a cabo por las organizaciones Catholic Relief Services (CRS), la Comisión Episcopal de Acción Social (CEAS), el Centro de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP) y Acción Solidaria para el Desarrollo (CooperAcción).

Además, el proyecto logró poner en marcha el observatorio “Vigilante Amazónico”, gracias al cual se han monitoreado más de 20 conflictos socio-ambientales.

“Ha permitido a las organizaciones indígenas y sus líderes, fortalecer su conocimiento y ejercicio de derechos, su capacidad de análisis, propuesta e incidencia y promover campañas de difusión en la opinión pública”, sostuvo Julia Cuadros, directora de CooperAcción.

Otro logro del proyecto fue incrementar la participación de las mujeres en espacios que estaban reservados exclusivamente para los hombres. “Al estar mejor capacitadas, se han sentido seguras de poder aportar y asumir nuevos roles dentro de las comunidades y organizaciones, logrando ser elegidas como dirigentes”, aseveró Guerra.
Otras noticias: 

Fuente: Servindi

miércoles, 29 de enero de 2014

“Normalizar la pobreza es normalizar la violencia estructural del sistema”


Entrevista a Esther Vivas.


Revista Fusión

Esther Vivas es una habitual de los foros generados por movimientos sociales alternativos, especializada en cuestiones alimentarias y observadora de la realidad económica y social global, que comenta puntualmente en su columna habitual del diario Público.
En otoño de 2013 publica el libro Sin miedo, en tándem con Teresa Forcades, monja benedictina, doctora en Salud Pública, enfrascada en los últimos meses en explicar y sacar adelante el llamado Procés Constituent que han puesto en marcha en Cataluña, ella y el economista Arcadi Oliveres, que no deja de sumar adhesiones.

Cara a cara, ambas activistas reflexionan sobre las causas de la crisis, la situación de la democracia, el descontento social, los movimientos ciudadanos, la desobediencia civil y las alternativas que existen para crear un modelo diferente. Es, sobre todo, una invitación a la reflexión personal sobre el mundo en que vivimos y las posibilidades de mejorarlo.

-¿Cómo surge la colaboración con Teresa Forcades?
-Entré en contacto con ella tras conocerla cuando realizó la critica a la vacuna de la gripe A y los intereses de las farmacéuticas en torno a ella, en el año 2009. Más recientemente hemos mantenido una colaboración muy estrecha a raíz de la iniciativa política y social que se está lanzando en Cataluña con el nombre de Procés Constituent.
La propuesta del libro fue realizada por la editorial Icaria, nos contactaron para realizar uno de los títulos de la colección “Más madera. A dos voces.”

-¿Han hecho ustedes una “guía” para combatir el miedo?
-No nos lo habíamos planteado así, pero es cierto que el libro propone una serie de reflexiones que lo que buscan es combatir el miedo, la resignación, la apatía que trata de inocularnos el sistema actual a base de decirnos que no hay alternativas, que no hay nada que hacer, que somos culpables o cómplices de esta situación. El libro analiza la crisis, la respuesta social a la misma y las alternativas político-sociales que se plantean. Introduce una serie de reflexiones sobre como en los últimos tiempos, cada vez son más las personas que comprenden que el capitalismo es incompatible con la vida, con la justicia y con la democracia.

-¿Está agotado el modelo capitalista?
-Lo que está es fuertemente desacreditado. Esto hoy es evidente para muchas personas porque la crisis ha abierto los ojos de la gente, que entiende que el capitalismo es un sistema creado para el lucro de unos a costa de los derechos de otros, pero no está ni derrotado ni vencido.
Nosotros defendemos que otro sistema es posible y viable, a partir de un cambio radical que ya se está demostrando a pequeña escala, con un modelo en el que las personas y el respeto al ecosistema y al medio ambiente estén en el centro de la política.

evrf2-¿Eso es lo que ocurriría si la mayoría disconforme perdiese el miedo? ¿Qué vuelco se produciría?
-Yo creo que si la gente pierde el miedo y desafía al poder podemos empezar a cambiar las cosas. Hoy ya estamos viendo como las acciones de desobediencia civil se han extendido. Cuando en el 15-M la gente ocupó las plazas a pesar de que había orden de retirarse, tuvimos un ejemplo de desobediencia civil masiva; igualmente cuando muchas familias ocupan viviendas vacías porque los bancos los han echado de sus casas, también están llevando a cabo un acto de desobediencia civil.

Pero lo más importante es que muchas de estas acciones hoy han conectado con el sentir mayoritario de la opinión pública. Es un primer paso, pero aún queda mucho camino por recorrer, porque a pesar de que la indignación avanza, el malestar crece y la gente se organiza, las políticas de recortes van a más y aumenta la ofensiva para criminalizar y estigmatizar la protesta.

-¿Que camino abrieron los movimientos sociales de los últimos años, tanto los que tuvieron lugar en el mundo árabe como el 15M en España?

-Sobre todo marcaron un punto de inflexión. Como sabemos la crisis estalla oficialmente en septiembre de 2008 con la caída de Lehman Brothers en Estados Unidos. A partir de ahí se extiende, y lo que empieza como una crisis económica deriva en una crisis social aguda. En este contexto de empobrecimiento social generalizado y recortes, que tiene su máximo exponente en el “tijerazo” de Zapatero en mayo de 2010, emerge, un año más tarde, el 15M inspirado en las protestas que están teniendo lugar en el mundo árabe, con la ocupación masiva de plazas como Tahrir en El Cairo, en Tunez, etc.

Surgen estos movimientos de una manera inesperada, no anunciada, y nos devuelven la confianza en nosotros y en que es posible cambiar las cosas. Con el 15M comenzó un ciclo de protestas y de deslegitimación del sistema que continúa abierto, y que abre la puerta a que un cambio sociopolítico se produzca en cualquier momento.

-¿Interpreta la Ley de Seguridad Ciudadana que prepara el gobierno español, como una respuesta de los poderes a este movimiento?

-Sí, claramente. De hecho la otra cara de la política de los recortes, es la política de la represión y de la criminalización. Esto ya lo vimos en Cataluña durante la emergencia del movimiento 15M, con la apertura de una web para delatar a manifestantes, con detenciones preventivas, con el aumento de las multas a activistas sociales por manifestarse, por ocupar el espacio público, etc. Se están criminalizando acciones que deberían formar parte de la libertad de expresión de la ciudadanía. Esto no es nada nuevo.

Lo hemos visto otras veces a lo largo de la historia, y lo que pone de manifiesto es el miedo de los de arriba a no poder controlar la situación social por las buenas. Cuando la gente se organiza, desobedece, sale a la calle, los gobiernos ponen en marcha políticas de represión que es importante denunciar, para que no queden en lo individual y en el anonimato, porque no sólo sufrimos una ofensiva en nuestros derechos sociales y económicos sino también en nuestros derechos democráticos.
También se refleja en los Presupuestos Generales del Estado: se dice que no hay dinero para sanidad o educación, pero este año el presupuesto para antidisturbios aumentó un 1700%. Para lo que interesa sí hay dinero.

evrf4-¿Y cuál es el pulso de la calle? ¿Cree que de salir adelante la nueva Ley, podrá contener tantos frentes de protesta como hay abiertos?

-No siempre esta estrategia de aumento de la represión da los resultados que espera el poder. Lo vimos recientemente con los escraches de la PAH. Cuando no resultaron los intentos del gobierno por desacreditarlos, relacionándolos con actitudes fascistas. Los escraches en definitiva lo que buscan es llevar la democracia hasta las últimas consecuencias y recordar a los diputados que están en el Congreso que tienen una responsabilidad con la ciudadanía. En el contexto actual, la opinión pública ve que ante leyes injustas no queda otra alternativa más que desobedecer.

-Existe una violencia de estado que trata de ser discreta pero resulta demoledora en sus consecuencias para la sociedad civil. ¿Cómo se ejerce?
-La violencia se ejerce por parte de aquellos que controlan las instituciones y las fuerzas represivas del estado, lo observamos por ejemplo con la represión policial a la protesta, en una manifestación. Este es un tipo de violencia explícita en un contexto de conflicto social, ejercida por las fuerzas del orden, que se intenta silenciar y que desde las instituciones se legitima.

Pero más allá hay otra violencia de tipo estructural, mucho más invisible, que consiste en dejar a la gente sin casa a pesar de que en este país haya miles de viviendas vacías; es violencia que la gente no tenga comida a pesar de que los supermercados tiran toneladas cada día; dejar a la gente sin sanidad o sin educación, también es violencia. Esta es la violencia que es necesario visibilizar porque el poder lo que quiere es que la normalicemos. Un ejemplo: hace muy pocos años un mileurista era un trabajador precario. Hoy es un afortunado, y eso es porque estamos normalizando la pobreza, que es normalizar la violencia estructural del sistema. La crisis nos dejará sin derechos que teníamos hasta hace muy poco.

-Nos venden la idea de que no tenemos que estar enfadados por lo que nos quitan sino agradecidos por lo que nos han dejado.
-Sí, lo hemos visto recientemente con la subida de la tarifa eléctrica. Inicialmente se habló de un incremento de un 11%, que tras la intervención del gobierno ha quedado en un 2,3%. Realmente ha aumentado igual y sigue siendo un atraco a mano armada.

-¿Y qué es lo que da miedo a los poderes?
-Yo creo que lo que les da miedo es que la gente tome conciencia, se organice, salga a la calle, desobedezca. Es lo que hemos visto en los últimos tiempos, a pesar de que aún queda mucho para cambiar las cosas.

Y el miedo también aparece en cuanto se plantean alternativas políticas que ponen en cuestión a aquellos que han hegemonizado durante todos estos años las instituciones y que de la práctica política en las instituciones han hecho su negocio. Por tanto creo que más allá de la movilización y la protesta es importante plantear alternativas políticas que pongan en cuestión y planteen un desafío a aquellos que han monopolizado la política. Es lo que estamos intentando hacer en Cataluña con el Procés Constituent.

-¿La alternativa entonces debe venir por la vía política?
-No exactamente. El cambio viene por la toma de conciencia de la gente, la movilización y la desobediencia. Sin esto no hay posibilidad de una alternativa política ‘per se’ en las instituciones. Más allá de eso, es necesario tener capacidad para crear alternativas a nivel político que sean antagónicas a las actuales, que tengan su lealtad en la calle y que ocupen las instituciones y que den la voz y la palabra a la gente para definir su futuro.

-¿En qué consiste esta iniciativa, el Procés Constituent?
-Es una iniciativa que surgió en abril de 2013, lanzada por Teresa Forcades y Arcadi Oliveres, que tiene voluntad de regeneración política y democrática. Pretende convertir a la mayoría social que sufre la crisis en mayoría política, ocupar las instituciones para abrir un proceso constituyente, y no hacerlo solos sino sumados a otras personas y otras fuerzas políticas y sociales de Cataluña.

Es algo que ya se ha llevado a cabo en otros países de América Latina, en países como Ecuador o Bolivia, donde el movimiento indígena en el marco de un importante ciclo de luchas sociales, se organiza y plantea un proceso constituyente para definir las basase políticas sociales y económicas del país. Tenemos que aprender de sus aciertos y de sus errores, pero en cualquier caso han demostrado que es posible poner en marcha este tipo de alternativas.

*Entrevista publicada en la revistafusion. com, 20/01/2013. Fotografías de Sergi Garnica.

martes, 28 de enero de 2014

Cambio climático y hambre en el mundo.


Por Jorge Arboccó

28 de enero, 2014.- De cara a la 20ava Asamblea de la Convención de partes y países miembros de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 20), se avizora un futuro incierto para el mundo y sobre todo, para los países y poblaciones más vulnerables.

Hasta la fecha, las emisiones de gases que elevan la temperatura del planeta siguen en aumento. En desmedro de todo el planeta, vemos el desarrollo cada vez mayor de desastres naturales, la extinción de decenas de especies, miles de kilómetros de tierras degradadas y miles de hectáreas de territorios deforestados. Crece el desplazamiento de poblaciones humanas y de diversas especies animales. Al mismo tiempo, se elevan las epidemias y las plagas que afectan los cultivos de alimentos.

Cada año, nuestros países pierden vidas y pierden en su economía por la ambición y el crecimiento insostenible de prácticas económicas anti-ecológicas. En vez de reducirse los principales contaminantes del planeta, vemos un creciente afán por negociar con los bienes naturales e influir en los Estados para que estos flexibilicen sus políticas ambientales.

El COP 19 realizado en Varsovia (Polonia), nos ha llevado a ver desde la sociedad civil, la presión de las multinacionales sobre las Naciones Unidas y los Estados que la conforman(1). Lo mismo se avizora para el COP 20 a realizarse en Lima (Perú) ¿A dónde llegaremos? Desde los años setenta esta pregunta ha dado la vuelta al mundo y quienes ostentan el poder económico han hecho oídos sordos, acusando y persiguiendo a quienes se han opuesto a tener un mínimo de responsabilidad social y ambiental integra.

Desde el inicio de las negociaciones, hubo luchas por que las emisiones de gases tipo invernadero se reduzcan por lo menos en un 20%. Hasta la fecha, las negociaciones siguen para que estos gases por lo menos se reduzcan en la práctica en un 5%. El problema está en que tales siguen en aumento a pesar de los compromisos y esfuerzos crecientes de algunos Estados y miembros de la sociedad civil. Entre los países más contaminantes del mundo están principalmente los países llamados industrializados, pero, también están países como Perú y Brasil, que deforestan año a año miles de hectáreas, sobre todo, de la Amazonía.

Según datos del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) que ofrece un reporte sobre las condiciones ambientales de la Tierra desde 1998, comparándolo con datos de hasta 1970: Si se repartiera la superficie del planeta de manera equitativa, a cada persona la corresponderían unas 1,8 hectáreas. Este índice refleja el área actualmente disponible para cada habitante para producir los recursos y absorber las emisiones. Pero desde la década de 1970, la humanidad supera la capacidad regenerativa del planeta, denominada bio-capacidad global, y requiere de 2,7 hectáreas por persona. Por lo tanto, la Huella Ecológica, que analiza la demanda humana sobre los ecosistemas, es 1,5 veces mayor a lo que debería ser en el caso de un consumo sostenible(2).

De acuerdo a información de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ya desde el 2009:

“el hambre en el mundo habría alcanzado un récord histórico con 1,020 millones de personas que pasan hambre a diario”. La mayoría de estas personas se encuentran en países en desarrollo y que en la región de América Latina y el Caribe (LAC) habitan unas 53 millones de personas con un acceso insuficiente a los alimentos -de las cuales se estima que un 16% de aquel total sean niños menores de 5 años de edad”(3).

¿Hasta qué punto esperaremos para lograr compromisos realmente concretos que reviertan y prevengan el avance de esta situación? Depende de cada uno de nosotros exigir nuestro derecho a un medio ambiente saludable y sostenible para tod@s.

Notas:



Otras noticias:

lunes, 27 de enero de 2014

La autenticidad puesta a prueba por el encanto.


Oscar Fortin

Papa Francisco con el presidente de Estados Unidos

La página Internet de Religión Digitalpuso en portada el día 21 el anuncio del encuentro del papa Francisco con el Presidente Barack Obama, el 27 de marzo próximo. Como Jefe de Estado, es totalmente normal que el papa Francisco reciba al representante de los Estados Unidos, Estado a la vez de un pueblo, pero también de un imperio dominado por el capitalismo y el neoliberalismo. Obama representa uno y otro.

En su exhortación apostólica, Evangelii Gaudium, el papa Francisco fustiga con palabras que no prestan a ningún equívoco este capitalismo y este neoliberalismo que reducen a la persona humana a un puro producto liquidado. Denuncia este sistema mundial basado en el poder del dinero y de la dominación política y económica, fuente de muchos males y sobre todo de esta pobreza que afecta a la gran mayoría de la humanidad.
204 “Ya no podemos confiar en las fuerzas ciegas y en la mano invisible del mercado. El crecimiento en equidad exige algo más que el crecimiento económico, aunque lo supone, requiere decisiones, programas, mecanismos y procesos específicamente orientados a una mejor distribución del ingreso, a una creación de fuentes de trabajo, a una promoción integral de los pobres que supere el mero asistencialismo.”
205. “¡Pido a Dios que crezca el número de políticos capaces de entrar en un auténtico diálogo que se oriente eficazmente a sanar las raíces profundas y no la apariencia de los males de nuestro mundo! La política, tan denigrada, es una altísima vocación, es una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común[174]. Tenemos que convencernos de que la caridad «no es sólo el principio de las micro-relaciones, como en las amistades, la familia, el pequeño grupo, sino también de las macro-relaciones, como las relaciones sociales, económicas y políticas”[175].
206. “La economía, como la misma palabra indica, debería ser el arte de alcanzar una adecuada administración de la casa común, que es el mundo entero. Todo acto económico de envergadura realizado en una parte del planeta repercute en el todo; por ello ningún gobierno puede actuar al margen de una responsabilidad común.”

Al recibir al Presidente Obama, el papa Francisco recibirá al que representa los intereses de esta mano invisible del mercado. Él es quien ordena las intervenciones militares u otras, cada vez que se cuestionen los intereses de esta mano invisible del mercado. Obama representa a un país que es a la vez el más armado del mundo, con armas que pueden destruir millares de veces nuestra planeta y el más rico del mundo, lo que le permite corromper allí donde sea necesario y matar allí donde sus intereses lo exijan.

Ahí está el Pentágono, y también la CIA, el CNS y todas estas organizaciones de mercenarios que operan bajo la protección del secreto de Estado para realizar estos crímenes. Cada año, son miles de millones de dólares los que se invieren en estas operaciones al servicio de lo que se llama comúnmente “la seguridad nacional y los intereses de los Estados Unidos».


En su exhortación apostólica, el papa Francisco precisa muy bien cómo los intereses y la seguridad de cada nación deben supeditarse a los intereses y a la seguridad de la “casa común, que es el mundo entero”. Ahora bien, Obama representa a un país y a un imperio cuyos intereses y la seguridad pasan antes de todos los otros. En nombre de estos dos grandes objetivos políticos, el Presidente de los Estados Unidos, el Sr. Obama, puede permitirse acciones unilaterales y preventivas allí donde decide hacerlo. No hay derecho internacional para impedírselo. Se coloca por encima de este derecho. Tiene los recursos necesarios para corromper gobernadores, representantes de iglesias, truncar elecciones, realizar golpes de Estado militar y derrumbar Gobiernos. Todo eso puede hacerlo y sigue haciéndolo en el momento de escribir estas líneas.

Basta con levantar el vuelo sobre estos secretos para descubrir el monstruo contra el cual nadie está al abrigo. No es por nada que surgieran las revelaciones de estos jóvenes, Bradley Manning, Edward Snowden, Julian Assange y esta joven abogada apenas de treinta años, Sara Harrison. Sus conciencias no podían más y por eso se convirtieron en enemigos número uno de Obama, presidente del pueblo estadunidense y del Imperio. La verdad pone a la luz del día la verdadera cara de los y las que están en los timones del Estado.
¿Qué se debe esperar del papa Francisco de este encuentro?

Respetando la cortesía que se impone en similares circunstancias, el papa deber estar muy firme sobre los principios y los compromisos concretos que exigen la justicia, la verdad, losintereses y la seguridad de la casa común de los cuales habla en su exhortación apostólica. No puede silenciar las grandes conclusiones de esta exhortación y se debe de destacar las responsabilidades políticas del Gobierno de los Estados Unidos en esta marea de sufrimientos humanos. El papa, al hablar con Obama, debe tener, clavadas en la piel, las víctimas de las guerras en Irak, Libia, Pakistán, Siria, Afganistán, así como todas las personas que sufren persecución y exclusión. Como representante de una Iglesia que tiene por referencia a toda la humanidad como “familia común”, debe sentir el deber de hablar en nombre de estos millones de víctimas inocentes.


Debe también poner a prueba las buenas disposiciones de Obama exigiendo un término inmediato del bloqueo económico contra Cuba, denunciado desde años por la Asamblea General de las Naciones Unidas, del cual es víctima el pueblo cubano desde hace más de 53 años. Debe pedirle, tambien, liberar a los cuatro cubanos condenados injustamente por haber denunciado grupos terroristas que en Miami preparaban acciones criminales contra el pueblo cubano. Son víctimas del imperio e hijos de la casa común que Obama podría liberar inmediatamente. A estas acciones destinadas contra Cuba, el papa Francisco debe añadir todas estas acciones que pretenden desestabilizar, por medios criminales y no democráticos, numerosos Gobiernos a través del mundo y muy especialmente los de Venezuela, Bolivia, Ecuador. Es necesario que estas injerencias cesen. Son intervenciones criminales que no deberían existir en los que hacen de la democracia un ideal y que quieren, con el papa, trabajar para un mundo mejor.

Lo que quiere Obama es cubrirse con la celebridad del papa Francisco para proseguir las mismas intervenciones al servicio de los intereses y de la seguridad del Imperio. Cubierto de una cara bien simpática en compañía del papa Francisco, Obama podrá ganarse la simpatía de los adeptos de este último. Después del Premio Nobel de la paz, recibido antes de proseguir en la vía de las guerras, espera recibir ahora la bendición del papa Francisco para luchar contra la pobreza extrema, prosiguiendo al mismo tiempo su gran misión según los intereses del Imperio, fuente de las miserias de nuestro mundo.

No me sorprendería que el anzuelo utilizado sea el desarrollo (desbloqueo) de varios miles de millones de dólares para ayudar a los y las que viven en la pobreza extrema. Todo para hacer que el papa olvide lo que en sus discursos está pidiendo: un verdadero cambio de sistema, la instauración de un nuevo régimen de gobernanza que se deja guiar por el bien común de la humanidad entera, basado en la justicia, la verdad, la solidaridad, la compasión y el servicio.

Si el comunicado de prensa, siguiente a este encuentro, pone de relieve este programa de miles de millones de dólares, de tipoAlianza para el progreso, sin anunciar, en esa mismsa ocasión, el término del bloqueo de Cuba, la liberación de los presos políticos, y su renuncia a las acciones terroristas de desestabilización de los Gobiernos, será un gran fracaso. Si un tal acuerdo se firmase, podríamos entonces decir que el papa Francisco no convenció a Obama, sino que este último venció al papa Francisco.

Pienso, que antes de este encuentro, el papa Francisco debería meditar, dos veces mejor que una, sobre las tentaciones de Jesús al desierto. Los argumentos para hacerlo subir a bordo del barco del imperio Mammón serán sutiles y las promesas no faltarán. Miles de millones de dólares centellarán a los ojos del papa para ayudar a los más pobres de los pobres. Conocemos las respuestas de Jesús. Dijo no a cada una de las tentaciones. Esperemos que el papa Francisco haga lo mismo.


Fuente: Atrio

domingo, 26 de enero de 2014

La transformación de África, descrita con una parábola.



No hay nada mejor que recurrir a la literatura para entender lo que carece de sentido. Muchos lectores consideran, y hago parte de ellos, que en las líneas de un buen escrito se esconden los secretos a los momentos claves de la vida.

En el caso de África, ¿Cómo explicar sin sobresaltos las rupturas tan dramáticas que han conocido las sociedades africanas en las últimas décadas? ¿Cómo entender esas fuerzas que la dividen y la mantienen en un estado de inercia o desubicación? ¿Cómo borrar el resentimiento causado por tantos años de postración ante agentes difíciles de determinar? ¿Cómo? Quizás sea leyendo los libros de quiénes se esfuerzan en observar el camino de sus pueblos. ¿O será que esto genera nuevas preguntas sin respuestas?

La novela “Parábola de la vieja tortuga” (Ed. Alianza Literaria, 1999) del escritor mozambiqueño Pepetela es un intento literario de exponer toda la esencia de un mundo en pleno cambio, de poner a la luz del día algunos de los conflictos más difíciles de percibir en las sociedades africanas, desde la perspectiva de un hombre anciano –una víctima del cambio– que trata de entender los nuevos valores de una cultura individualista.

Descubrimos en esta lectura un panorama rupturista donde prevalecen los cambios drásticos de las últimas décadas del continente africano: el choque frontal entre la tradición más conservadora y la modernidad más subversiva; la incomprensión entre generaciones de ancianos y jóvenes, intereses contrapuestos de africanos formados afuera o dentro del país; cambios de poder entre hombres y mujeres; pero también entre mujeres y mujeres.

Ante tanta complejidad existencial, la novela de Pepetela inicia de la manera más sencilla y lineal. Y es que, ante la falta de claridad y criterios para interpretar la historia, siempre es bueno volver a los inicios y sentir la historia de los ancestros. Así es como se invoca la génesis y el todopoderoso: “Suku-Nzambi creó aquel mundo. Aquél y otros, todos los mundos” (p.11). En estas primeras líneas descubrimos la importancia de la oralidad y la naturaleza en las creencias tradicionales africanas. El inicio de la obra permite crear el ambiente de misticismo y religiosidad que sustentan la tradición y así, poco a poco, formular las preguntas que marcan el inicio de la historia.

Ulume es un africano de educación tradicional, acostumbrado a un orden donde los ancianos y la naturaleza son esenciales para el equilibrio de todo sistema. Con frecuencia se aleja de su aldea para refugiarse en la cima de un cerro y observar el paso de una tortuga que considera más vieja que todos los elementos existentes en la tierra. Su paso representa algo especial, casi indescriptible. Un momento en el que el tiempo se detiene y que revela un equilibrio armonioso.

En esta unión simbiótica que dura unos instantes, Ulume encuentra la confianza y la calma, y su mujer, Muari, sabedora de lo que representa esto para él, respeta las creencias de su marido. Así pues, descubrimos un mundo relativamente sencillo, donde el orden y los equilibrios se basan en creencias milenarias y en una relación cercana con los poderes de la naturaleza.

Sin embargo, esta imagen de armonía se derrumba con las discusiones que mantiene Ulume con sus hijos involucrados en una guerra civil naciente e incomprensible y, sobre todo, la aparición de la hermosa Munakazi: una joven africana de quien Ulume se siente fuertemente atraído pese a la diferencia de edad. A partir de ese momento se hace palpable la ruptura de la sociedad y la peligrosa incomprensión que se consolida entre las juventudes y las generaciones mayores.

Detrás de su dulzura, Munakazi esconde los rasgos característicos de las generaciones más jóvenes del país, es decir una naturaleza rebelde e inconformista, poco respetuosa de las costumbres tradicionales y de los equilibrios milenarios, y además, una atracción peligrosa por lo material y la modernidad.

En la novela de Pepetela, la ciudad de Calpe representa el núcleo urbano que consagra el sistema capitalista y donde todos los poderes –económicos, administrativos y políticos– confluyen, formando así un contrapeso a la vida de antaño, es decir cuando la sociedad se organizaba en poblados pequeños donde todo el mundo se conocía y tenía un papel determinado.

Ante estos cambios imparables, Ulume resuelve acudir a la tortuga en la cima del cerro. Ella sigue siendo la referencia para un mundo tradicional basado en otros valores, sin embargo, no aporta ninguna respuesta y sigue su camino sin dar indicio de su pensamiento.

La trama de la novela crece con las diferencias que surgen entre Ulume y Munakazi. El amor que los unió durante un tiempo acaba torpeado en medio de los rencores y las codicias que alimenta el conflicto local. Ambos se distancian ante la atracción y la discordia que ejerce la gran ciudad de Calpe.

El dolor que produce está separación es una de las grandes imágenes de la ruptura que vive África en este contexto de modernismo y creciente. Ulume se siente abandonado por sus familiares más cercanos (sus hijos y su mujer más joven), incomprendido y aislado. Está solo en un mundo cambiante y opaco que ha dejado de venerar a sus dioses y respetar a sus progenitores.

Ante las heridas acumuladas por el pueblo africano, Pepetela nos ofrece una parábola que evoca la necesidad de perdonar y de escuchar, de emprender un nuevo camino, aceptar las diferencias y empezar de nuevo.



Johari Gautier Carmona

@JohariGautier

Perú y Chile aguardan por el fallo de la Haya que definirá sus aguas territoriales.


El Tribunal Internacional de Justicia de Naciones Unidas (TIJ) lleva casi 70 años resolviendo diferendos territoriales, y este lunes, Perú y Chile afrontan un fallo histórico que definirá la soberanía de sus aguas en el Océano Pacífico.

La demanda, presentada en 2008 por Lima contra Santiago, pide a los jueces que sancionen como frontera una línea equidistante trazada desde la costa. Pretende dividir por igual la porción de mar correspondiente a cada una, e incorpora una zona pesquera de 38.000 kilómetros cuadrados reclamada por sus vecinos.

El lado chileno, por el contrario, defiende la delimitación actual, es decir, la línea paralela que emanaría de los tratados chileno-peruanos de 1952 y 1954. Las posturas parecen irreconciliables, pero la inminencia de la decisión judicial ha generado llamadas a la prudencia. Descartado el desacato, puesto que las dos partes han asegurado que aceptarán el parecer del TIJ, la resolución puede servir para que peruanos y chilenos “construyan un futuro distinto juntos”.

La frase es de la abogada chilena Astrid Espaliat, asesora del equipo jurídico destacado en La Haya, sede del Tribunal. Aunque en las pugnas fronterizas suele ser difícil ceder, ella no está sola en su deseo de armonía vecinal. Juristas, historiadores y antiguos políticos de las dos nacionalidades subrayan la voluntad de abrir una nueva fase en las relaciones bilaterales.

Rafael Roncagliolo, exministro de Exteriores peruano, ha sido el más aséptico. En una conferencia dictada en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), calificó de “controversia jurídica, y no política” la situación. Como si de una respuesta se tratara, José Rodríguez Elizondo, abogado y antiguo diplomático chileno, ha declarado lo siguiente al diario El Comercio: “Para los que pensamos que tras la cobertura jurídica siempre hubo un problema de poder, el cumplimiento del fallo debe ser parte de una voluntad política bilateral (…) de terminar de una vez con los conflictos de frontera, para poder volcarnos en el desarrollo”.

A la espera de la lectura de la decisión, que debe correr a cargo del eslovaco Peter Tomka, presidente del TIJ, un repaso a las alegaciones de las dos partes al final del proceso deja frases contundentes. Estas son algunas.



EL PAÍS

Desde la delegación peruana:

“Chile no ha probado la existencia de un tratado de límites marítimos entre nuestros países”, dijo Allan Wagner, agente diplomático de su país ante el Tribunal y embajador en Holanda.

“Chile parece demostrar con su postura poco interés en el criterio de equidad sobre la delimitación marítima”, según Tullio Treves, abogado y experto en Derecho del Mar.

“Espero que el fallo sea favorable al Perú por ser esta una causa justa”, en palabras del presidente Ollanta Humala, pronunciadas en su tierra.

Desde la delegación chilena:

“Las consecuencias de cambiar una frontera marítima que tiene más de 50 años serían muy graves”, asegura Alberto van Klaveren, abogado, politólogo y agente diplomático de su país ante el Tribunal.

“Perú ha sido incapaz de presentar bases jurídicas porque no hay un acuerdo estableciendo una línea de pesca provisional, aunque así lo diga”, apunto el abogado Samuel Wordsworth.

“Perú y Chile tienen un futuro común, van a seguir siendo vecinos después del fallo”, asegura el ministro de Exteriores chileno, Alfredo Moreno.

El caso de Perú contra Chile, como se denomina técnicamente la demanda, ha provocado la reacción de Bolivia, el tercer vecino en discordia. La Paz lleva un siglo largo buscando la salida al mar perdida en la Guerra del Pacífico (1879-1883), librada contra Chile. Aliado de Perú en esa contienda, el actual presidente boliviano, Evo Morales, ha decidido que había llegado el momento de actuar. Después de analizar atentamente lo sucedido en La Haya, interpuso su propia demanda en abril de 2013. Quiere recuperar los 400 kilómetros de costa y 120.000 kilómetros cuadrados de territorio recortados tras la derrota decimonónica. Para justificar su gesto, Morales aseguró que buscaba de Santiago “una negociación de buena fe para poder acceder de forma soberana al océano Pacífico”.

Una vez más, un presidente latinoamericano apelaba a las bondades de la resolución pacífica de conflictos marcada por el TIJ desde su fundación, en1945. De todos modos, y a pesar de que los fallos judiciales suelen buscar un equilibrio para las partes (en 2009 asignó a Costa Rica los derechos de navegación por el rio San Juan, y la gestión del tráfico fluvial a Nicaragua), el futuro común que todos aseguran buscar depende tanto de los políticos como de la sociedad civil. Un binomio aún por cristalizar, por ejemplo, en dos causas pendientes. La que enfrenta, de nuevo, a Costa Rica y Nicaragua, respectivamente, por la construcción de un canal para darle al río, frontera natural compartida, una salida al mar. Y por la apertura de una carretera paralela al cauce fluvial. Sin olvidar las dos demandas de Nicaragua contra Colombia por sus espacios marítimos, después de que Bogotá perdiera en 2012 parte de sus derechos en el Caribe.

sábado, 25 de enero de 2014

Cultura elige el gas a la vida en Perú; y da estocada final a poblaciones vulnerables.





La población de la reserva ignora las consecuencias de ampliar el proyecto Camisea sobre sus territorios

- En día aciago para los derechos humanos, Cultura aprueba ampliación de Camisea sobre reserva para aislados y en contacto inicial.

Servindi, 24 de enero, 2014.- El Ministerio de Cultura notificó ayer a Energía y Minas el levantamiento de observaciones al Proyecto de Ampliación de Actividades en el Lote 88 a pesar de poner en grave riesgo e indefensión el derecho a la vida, salud e integridad de poblaciones extremadamente vulnerables.

La decisión fue conocida el miércoles 23 por la noche cuando el sector Cultura difundió uncomunicado en que se indica que el Viceministerio de Interculturalidad declaró absueltas las 37 observaciones al estudio de impacto ambiental (EIA), luego de recibidas dos respuestas de la empresa concesionaria a través del Ministerio de Energía y Minas.

Los informes de opinión técnica vinculante, además de una presentación sobre el proceso de evaluación del EIA realizada por el Viceministerio de Interculturalidad pueden ser encontrados en el siguiente enlace: http://cultura.gob.pe/interculturalidad/lote88

Como lo han señalado organizaciones indígenas y diversas instituciones especializadas en derechos humanos, ampliar las actividades extractivas en el lote 88 implica violar el principio de no contacto y el de intangibilidad, dos principios jurídicos internacionales que concretan la protección del derecho a la vida y a la salud de los pueblos en aislamiento voluntario y contacto inicial.

Especialistas y ex funcionarios del ministerio de Cultura como Hernán Coronado y Paulo Vilca renunciaron -según declaró este último- por presiones políticas orientadas a dar paso al proyecto de ampliación.

Paulo Vilca sustentó 85 observaciones que no han sido absueltas y consideraron que para la situación es aplicable el principio de No Contacto, que deviene “una garantía de protección efectiva de su derecho a la vida, dada su vulnerabilidad física (inmunológica) y cultural”.

El Instituto de Defensa Legal (IDL) advirtió hace unos días que no existen las condiciones para ampliar el proyecto y que el Viceministerio de Interculturalidad desconoce abiertamente los principios de no contacto e intangibilidad.

Lo grave es que “lo hace a sabiendas que no ha implementado medidas de protección a favor de los pueblos en aislamiento” que la legislación le obliga. Esto refuerza una “situación de indefensión” calificada de “irresponsable” por el IDL.

La decisión deja de lado e ignora asimismo las recomendaciones del Relator Especial de las Naciones Unidas, James Anaya, quien recomendó al Gobierno llevar a cabo un “estudio exhaustivo” de los pueblos indígenas en la región del proyecto de gas, y “‘no proceder con la propuesta de ampliación sin asegurar previamente y de manera conclusiva la no vulneración de sus derechos humanos.”

Pilar Camero, de la asociación DAR, declaró que la expansión podría llevar a “encuentros violentos” entre los trabajadores del proyecto de gas y los pueblos indígenas, “incremento de la tasa de morbilidad y mortalidad”, pérdida de tierras y acceso a los recursos, y la contaminación ambiental.

“El Estado peruano debe implementar las recomendaciones dadas por el Relator”, dice Camero. “Está en juego asegurar la supervivencia de los pueblos indígenas en aislamiento y contacto inicial tanto de las personas que los integran como la supervivencia cultural de dichos pueblos.” afirmó al periódico The Guardian.
Información relacionada publicada en Servindi:


Indígenas del pueblo Nanti al interior de la reserva. Foto: Ministerio de Salud


- Proyecto estaría a punto de ser aprobado luego que el 13 de enero de 2014 Pluspetrol respondió a las últimas tres “observaciones” pendientes.

Servindi, 22 de enero, 2014.- Un informe del Forest Peoples Programme (Programa para los Pueblos de los Bosques) publicado ayer revela los graves impactos que el proyecto de gas más grande del Perú tiene sobre pueblos en aislamiento y contacto inicial de la amazonía. Entre éstos se encuentran epidemias, enfermedades y contactos forzados y hostiles ocasionados por los operadores de dicho proyecto. Seguir leyendo…



Trabajadores y especialistas inspeccionan un agujero creado por la explosión de un oleoducto en la selva de Cusco, a 350 millas de Lima, Perú. Foto: AP

Por David Hill*

20 de enero, 2014.- El Gobierno peruano sigue adelante con los planes para expandir las operaciones de gas en una reserva supuestamente protegida en la Amazonía pese a los pedidos de las Naciones Unidas para suspenderlas. Seguir leyendo…



- Ponen en riesgo derecho a la vida y a la salud de poblaciones vulnerables.

Servindi, 20 de enero, 2014.- Un contundente alegato expuso el Instituto de Defensa Legal (IDL) a favor de las poblaciones vulnerables que habitan ancestralmente en la reserva para pueblos en aislamiento y contacto inicial. Estos se hallan amenazados por la inminente autorización para que el consorcio Camisea amplíe sus operaciones sobre un área superpuesta a la reserva. Seguir leyendo…



Servindi, 17 de enero, 2014.- El Viceministerio de Interculturalidad elaboró su informe de evaluación del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto de ampliación del Proyecto Camisea sin tomar en cuenta información de suma relevancia sobre la actual situación de los pueblos indígenas de la Reserva Territorial Kugapakori, Nahua, Nanti y otros (RTKNN). Seguir leyendo…



Servindi, 9 de enero, 2014.- Como si el relator especial de las Naciones Unidas no existiera y no hubiera visitado de manera oficial el Perú, el Viceministerio de Interculturalidad (VMI) anunció que apenas falta levantar tres observaciones para dar el visto bueno al estudio de impacto ambiental (EIA) que ampliaría las actividades del proyecto Camisea sobre un área reservada para pueblos en aislamiento y en contacto inicial. Seguir leyendo…



- Entrevista a Vanessa Cueto, coordinadora de proyectos en Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR).

Noticias Ser, 9 de enero, 2014.- La noticia de que 34 de las 37 observaciones planteadas al Estudio de Impacto Ambiental para la ampliación del proyecto gasífero en el Lote 88 habían sido levantadas, ha puesto en alerta a quienes vemos con preocupación que dicha ampliación afecte a los pueblos en aislamiento y contacto inicial Seguir leyendo…
Otras noticias:


Fuente: Servindi

viernes, 24 de enero de 2014

Vagabundos celestes.


José Carlos Gª Fajardo

El descubrimiento, por experiencia personal, de que existen otros estados de percepción suele ser revolucionario; cambia la vida porque cambia la visión del mundo. El descubrimiento de la relatividad de la realidad y la existencia de estados diferentes al sueño y al estar despierto, es la revolución intelectual del siglo; una revolución mental comparable a la de Copérnico, pero más importante, porque puede cambiar la vida humana y la relación entre los hombres y la naturaleza.

“La realidad ya no es este estado impuesto como único válido por el racionalismo y la ciencia mecanicista; la realidad es relativa: existen realidades diferentes, cualitativamente tan distintas entre sí como el soñar y estar despiertos”, escribe Luis Racionero.

François Brune, escribe “siempre habrá presión de las instituciones para llamar al orden a los que deciden vivir a su manera”. Habrá conflictos lejanos para hacernos olvidar las injusticias cercanas. En nombre del hombre debemos rechazar la tentación de aullar como lobos por miedo a ser corderos, porque no hay liberación colectiva sin reconquistar la libertad interior.

Hay cansancio de las cosmovisiones tradicionales. Padecen fatiga las escuelas de filosofía y de economía erigidas en metafísica.

La lógica paradójica, el principio de incertidumbre, la física cuántica, la ingeniería genética, la revolución de la biología transforman nuestro imaginario que se conmociona con la revolución de la comunicación y de la informática.

Negroponte habla de la contracultura que emerge del paisaje digital. “La tecnología digital puede ser una fuerza natural que atraiga a una mayor armonía mundial”. Los ricos son hoy los jóvenes y los desprotegidos los viejos. Hay un culto desaforado a lo joven, quizás para dominarlos mejor.

Philippe Breton subraya los puntos de conexión entre el culto de Internet y el movimiento contracultural que animó las revueltas estudiantiles de los sesenta. Buscan propuestas alternativas como pretendieron la beat generation o los hippies. No han muerto (del todo) Ginsberg, Kerouac, Watts, Kesey, Cassady, Leary o Dylan.

Observa Breton una continuidad entre el movimiento underground e Internet. En la ruptura con el mundo (drop out), experiencias iniciáticas, vida en comunidades, deseo de igualdad y adhesión a una cultura no violenta y solidaria que obliga a echarse a las calles contra “la bota que pisa un rostro humano”, de Orwell.

Los vagabundos celestes de Kerouac navegan por las autopistas (on the road) de la comunicación para no ser devorados por el consumismo de un mundo que no les gusta pero de cuyas conquistas se sirven.

La esperanza está en el corazón de cada hombre que lucha por la humanidad.

EL ENVÉS 2014 01 17

jueves, 23 de enero de 2014

La sexualidad como presunta deficiencia.


Jaime Richart

¿De dónde se sacan estos prelados tan rotundas afirmaciones desprovistas de todo rigor cuando afirman que la homosexualidad es una deficiencia? Porque si se fundan en pasajes evangélicos o bíblicos o en ocurrencias de santos, todo el mundo sabe a estas alturas que en esos textos hay de todo y para todo, y que sirven tanto para apoyar un principio o su contrario…

Cuando se habla de normalidad, se parte de una referencia que es el número de cantidad que sirve de modelo. Por el contrario, deficiencia es privación congénita o mutilación posterior de un atributo presente en el ser “normal” o completo, medida su completitud por el número mayor conocido de “normales”. De modo que o todos los seres son incompletos o todos son completos. Si no fuese así, podríamos llegar a decir, por ejemplo, que el macho padece de incomplentitud, de una deficiencia respecto a la hembra habida cuenta la incapacidad o “deficiencia” del macho para alumbrar seres a la vida.

Por ello la aportación del semen a la fabricación de vida no es suficiente como para arrogarse el macho el derecho a pronunciarse sobre el asunto, y menos para coaccionar a la hembra a hacer o a no hacer lo que no quiera hacer con “su” embrión. A fin de cuentas el semen es prácticamente impersonal, puede ser de cualquiera, mientras que el vientre que aloja al ser por venir sólo puede ser “ése”. De aquí el aserto irrefutable latino “mater certa est”, la madre siempre es cierta, el padre no. De lo que no hay es razón suficiente para negar que, como muchos pensamos, todos somos ónticamente perfectos en nuestra precisa mismidad, y que los defectos o deficiencias que se predican son sólo sociales, de costumbres o doctrinarios…

Pues en la naturaleza hay de todo. Sentenciar como normalidad o anormalidad lo que existe, sólo puede explicarse por el número de los seres iguales y el número de los seres desiguales a ellos. Y no hay datos fiables del número de los homosexuales en cada sociedad y en el mundo. Cualquier cuantificación o módulo de valoración está abocado a ser falso o cuanto menos lo suficientemente impreciso como para no permitir pronunciamientos que equivalgan a preferencias personales. Porque aun la heterosexualidad muta a menudo en la naturaleza según condiciones y coyunturas.

Otra cosa es la perversión: lo que abandona su ser para convertirse en otro “ser” que no es conforme a su “natural” naturaleza. Pues bien la perversión abunda tanto o más que la supuesta anormalidad de los desiguales. Y en este sentido, una suerte de perversión es, por ejemplo, el celibato. La decisión de abstenerse de relación sexual por una idea previa pretendidamente “superior”, sublimada y sin revocación, es una deficiencia mental. Celibato es consagrar la vida a una hipótesis: la de la existencia de un dios antropomórfico, haciendo caso omiso de paso y en último término de su consejo de que “no es bueno que el hombre esté solo”. Y más deficiencia todavía, si el sacrificio de la sexualidad natural lo fuese a otra hipótesis: la de un dios que pueda ser simplemente una ecuación aritmética o un principio dinámico o en reposo pero en cualquier caso filosófico de la existencia toda de este mundo y del universo…

miércoles, 22 de enero de 2014

Hoy revolución significa echar el freno de emergencia.


Leo Boff.

Se atribuye a Karl Marx esta frase pertinente: «sólo se hacen las revoluciones que se hacen». Es decir, la revolución no se configura como un acto subjetivo y voluntarista. Cuando ocurre así, es pronto vencida por inmadura y falta de consistencia. La revolución sucede cuando las condiciones de la realidad están objetivamente maduras y simultáneamente existe en los grupos humanos el deseo subjetivo de quererla. Entonces, irrumpe, con la posibilidad, no siempre segura, de vencer y consolidarse.

Actualmente tendríamos todas las condiciones objetivas para una revolución. Revolución está tomada aquí en su sentido clásico como el cambio de los fines generales de una sociedad que crea los medios adecuados para alcanzarlos, lo que implica el cambio en las estructuras sociales, jurídicas, económicas y espirituales de esa sociedad.

Hoy en día la degradación general en casi todos los ámbitos, especialmente en la infraestructura natural que sustenta la vida, es tan profunda que, en sí, necesitaría una revolución radical. De lo contrario, podemos llegar demasiado tarde y presenciar catástrofes ecológico-sociales de magnitudes nunca antes vividas en la historia humana.

Pero no existe todavía en los “dueños del poder” la conciencia subjetiva de esta urgencia. Ni la quieren. Prefieren mantener su poderío aun a riesgo de sucumbir ellos mismos en un eventual Armagedón. El Titanic se está hundiendo, pero su obsesión por las ganancias es tan grande que siguen comprando y vendiendo joyas como si no estuviese pasando nada.

Generalmente las “revoluciones” son hechas por los poderosos que se anticipan a los oprimidos, diciendo, como se practica con frecuencia en Brasil: «hagamos nosotros la revolución antes de que la haga el pueblo». Naturalmente no se trata de una revolución sino de un golpe de clase, usando, como en el caso de la “revolución de 1964”, a las fuerzas armadas para ese fin. Los vencedores tienen sus acólitos que les cantan loas, les levantan monumentos, dan el nombre de los golpistas a calles, puentes y plazas, como persiste todavía en Brasil.

La historia de los vencidos raramente se hace. Su memoria es borrada. Pero a veces esta memoria resurge como una fuerza de denuncia peligrosa. El historiador mexicano Miguel León-Portilla ha tenido el mérito de narrar El Reverso de la Conquista de América Latina por los ibéricos. En ella recoge los testimonios dramáticos y lacerantes de las víctimas aztecas, mayas e incas. En portugués ha sido traducido como La conquista de América Latina vista por los Indios (Vozes 1987). Veamos apenas un testimonio indígena con ocasión de la toma de Tlatelolco (próxima a la capital Tenochtitlán, actual ciudad de México). Es simplemente para llorar:

«En los caminos yacen dardos rotos; cabelleras dispersas; casas destejadas, muros en llamas, abundan los gusanos en calles y plazas y las paredes están salpicadas de cerebros reventados; las aguas son rojas, como si las hubieran teñido; hemos masticado hierba salitrosa, pedazos de adobe, lagartijas, ratones y tierra en polvo, además de los gusanos» (León-Portilla, p. 41).

Tales tragedias nos plantean la pregunta nunca respondida satisfactoriamente: ¿Tiene sentido la historia? ¿sentido para quién? Hay todo tipo de interpretaciones, desde las más pesimistas que ven la historia como una secuencia de guerras, asesinatos y matanzas, hasta las más optimistas, como la de los iluministas que pensaban la historia como el crecimiento hacia el progreso sin fin y hacia sociedades cada vez más civilizadas.

Las dos grandes guerras mundiales, la de 1914 y la de 1939, y las que se hicieron después, matando a cerca de 200 millones de personas, han pulverizado ese optimismo. Hoy nadie nos puede decir en qué dirección caminamos: ni los sabios y santos Dalai Lama y Papa Francisco. Los eventos se suceden con toda su ambigüedad, unos esperanzadores, otros amedrentadores.

Me afilio a la tradición judeocristiana que afirma: la historia sólo puede ser pensada a partir de dos principios: el de la negación de lo negativo y el del cumplimiento de las promesas. La negación de lo negativo quiere decir que el criminal no va a triunfar sobre la víctima. El peso de lo negativo de la historia no será el sentido definitivo. Por el contrario, el Creador “enjugará toda lágrima de los ojos, la muerte ya no existirá y no habrá luto ni llanto, ni dolor, porque todo eso ya pasó” (Apocalipsis 21,4).

El principio del cumplimiento de las promesas afirma: “he aquí que renuevo todas las cosas; habrá un cielo nuevo y una tierra nueva; Dios habitará entre nosotros y todos los pueblos serán pueblos de Dios” (Apocalipsis 21, 5; 1 y 3). Es la esperanza inmortal de la tradición bíblica que no desaparecía ni cuando los judíos eran llevados a las cámaras nazis de exterminio.

Con referencia a la situación actual me remito a una frase de Walter Benjamin, citada por un estudioso suyo, Michael Löwy: «Marx había dicho que las revoluciones son la locomotora de la historia mundial. Pero tal vez las cosas se presenten de manera completamente diferente. Es posible que las revoluciones sean, para la humanidad que viaja en ese tren, el acto de accionar los frenos de emergencia» (Walter Benjamin: aviso de incendio, Boitempo 2005, p. 93-94). Nuestro tiempo es el de echar el freno antes de que el tren reviente al final de la línea.