sábado, 16 de julio de 2016

¿Cómo se vive la vida cristiana? (VI).


Según la Biblia, el cristiano tiene tres enemigos. Ellos son
 el mundo, la carne
 y el diablo.

Según Pedro, si seguimos constantemente estos siete pasos, podemos esperar mucho (2 Pedro 1:8-11). No seremos improductivos en nuestro conocimiento de Cristo ni en nuestra relación con Él (v. 8). No seremos ciegos hasta el punto de no ver lo mucho que Dios ha hecho por nosotros (v. 9). Con nuestra diligencia y acción demostraremos nuestra fe y la llevaremos a la madurez (v. 10). No tropezaremos ni nos caeremos por el camino en lo que respecta a nuestro progreso y peregrinación espiritual (v. 10). Podemos esperar con gozo una amplia y triunfante entrada al reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo (v. 11). 

Por lo que a Pedro concernía, valía la pena vivir y morir por estos resultados. Eran algo que él quería enseñar a aquellos que habían comenzado la vida cristiana, pero que se habían desviado
 por el camino.


6. Lo que los 7 pasos no son 

1. No son cronológicos El dar estos siete pasos no implica que solo se pueda trabajar en uno a la vez. No es cuestión de virtud en enero, conocimiento en febrero y dominio propioen marzo. Todos están demasiado entrelazados como para poder separarlos. Lo que hacen los siete pasos es esto: nos muestran que Dios no busca en nosotros simplemente amor, o fe, o conocimiento. Busca todas estas características porque se combinan para producir una experiencia cristiana completa, equilibrada y progresiva. 

2. No son exhaustivos. No lo dicen todo, pero son amplios. El resto de los principios bíblicos se puede arreglar bajo estos siete peldaños. Por ejemplo, la necesidad de orar es una cuestión de «conocimiento». 

3. No son un atajo al crecimiento espiritual. No hay ninguna forma fácil de pasar rápidamente por ninguno de estos niveles. Por eso, Pedro enfatizaba la importancia de poner en ello toda diligencia. La vida cristiana exige tanto esfuerzo como cualquier otra cosa que valga la pena hacer. 

4. No son para uso exclusivo de uno. Así como Pedro recibió este conocimiento del Señor
y lo transmitió a otros, es importante que podamos «enseñar también a otros» (2 Timoteo 2:1-2). Bajo esta luz, esperamos que la explicación de estas páginas te guíen a ayudar a otros a entender lo que se necesita para vivir la vida cristiana. ¡Cuidado! Hay peligro ahí afuera Ahora que hemos examinado «El plan de Pedro» para vivir la vida cristiana, tenemos que considerar algunas de las razones por las que este plan es difícil de seguir. Según la Biblia, el cristiano tiene tres enemigos. Ellos son
(1) el mundo, (2) la carne
 y (3) el diablo. Tenemos que comprender lo que son para poder defendernos de ellos. 


EL MUNDO: EL ENEMIGO QUE NOS RODEA 

Cuando el apóstol Juan les dijo a los cristianos que no amaran el mundo (1 Juan 2:15-17), identificó a un enemigo real pero impersonal. Cuando empleó el término «mundo» tenía en mente todo lo que a nuestro alrededor compite con el Padre celestial. El mundo, en este sentido, representa todos los factores materiales, físicos y sociales que compiten con Dios por nuestra atención y afectos. 

LA CARNE: EL ENEMIGO DENTRO DE NOSOTROS 
 

Los escritores del Nuevo Testamento nos advierten acerca de un segundo enemigo: la carne. (Véanse Romanos 7:18,25; 8:1; 13:14; Gálatas 5:17-24; 6:8; Colosenses 2:23). El término «carne» se refiere en muchos pasajes a los deseos egoístas y autogratificantes de nuestros cuerpos físicos. Pero parece que eso no es todo. Otros versículos la identifican como una inclinación hostil hacia Dios en nuestro interior, la «ley del pecado» (Romanos 7:23). Se opone a los nobles deseos que provienen del Espíritu Santo y a la nueva vida que Él ha puesto en nosotros por medio del nuevo nacimiento. 


EL DIABLO: EL ENEMIGO QUE ESTÁ ENCIMA
DE NOSOTROS
 

El tercer enemigo, el diablo, es un decidido oponente de todo crecimiento espiritual. Según Pedro, «como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar» (1 Pedro 5:8). Es el padre de la mentira (Juan 8:44) y tiene una gran hueste de colaboradores dispuesta contra nosotros (Efesios 6:12). Sin embargo, Satanás no puede quebrantar nuestra confianza en Dios ni nuestro amor por Él a menos que le demos la oportunidad (Santiago 4:7). Aunque se trata de un enemigo formidable, no tenemos que aturdirnos en derrota espiritual por su culpa. Tenemos esta promesa: «Mayor es el que está en vosotros [el Espíritu Santo] que el que está en el mundo [Satanás]» (1 Juan 4:4). Al rendirnos al Espíritu Santo podemos experimentar la victoria espiritual por medio de su poder. «Resistid al diablo —escribió Santiago— y huirá de vosotros» (4:7). 

(Continuaremos en próximos artículos.) (Artículos extraídos y adaptados del librito How do you live the Christian Life, publicado por Ministerios Nuestro Pan Diario en su serie Tiempo de Buscar. 

Puedes encontrar este y otros libritos sobre diferentes temas en: 
http://nuestropandiario.org/2009/09/serie-tiempo-de-buscar/ 
El link para la descarga de este librito en concreto es: 

http://d38mwqd0l2astu.cloudfront.net/files/2011/01/SS702_VidaCristiana.pdf?7489a8 

Si deseas más información, puedes escribirnos a espana@odb.org.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario