lunes, 28 de noviembre de 2016

¿Fue Jesús un anarquista?


Victor Codina. 

Esta es la pregunta que surge al leer al teólogo católico holandés-brasileño Eduardo Hoornaert. El autor parte de la situación de miseria del campesinado ruso en tiempo de los zares y de las diversas reacciones de Marx y Bakunin. Ambos se indignan ante la miseria del pueblo, pero mientras Marx propone la toma del poder y la dictadura del proletariado en orden a una sociedad sin clases, Bakunin desconfía radicalmente del Estado, pues en vez de buscar el bien del pueblo, se corrompe. Hoornaert dice que la historia da la razón a Bakunin, el poder del Estado se corrompe: Stalin, Hitler, Mussolini, Franco, Salazar… e incluso el PT del Brasil. En este contexto el autor se interroga sobre si Jesús fue anarquista como afirman algunos historiadores judíos. Hasta aquí Hoornaert.

Jesús en efecto aunque tenía autoridad, no tuvo poder económico ni político, rechazó ser elegido rey, criticó a los gobernantes que oprimen al pueblo y se hacen llamar bienhechores, privilegió a los pobres y murió en la cruz. Pero al mismo tiempo Jesús eligió a 12 apóstoles y a su cabeza Pedro, para que llevasen adelante su proyecto del Reino.

Es peligroso y anacrónico proyectar sobre Jesús categorías ideológicas de otros tiempos. Jesús no fue comunista ni anarquista, no se movió por ideologías sino por el Espíritu y el evangelio del Reino de Dios. Pero lo que sí queda claro es que tanto el Estado como la Iglesia deben continuamente cuestionarse para no corromperse y han de convertirse continuamente al Reino de Dios.

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