martes, 30 de mayo de 2017

Educar para la paz, no para una cátedra.


La sorpresa de que en los colegios del país no se hable del histórico Acuerdo de Paz entre el Gobierno y las Farc lleva a hacer una reflexión más profunda sobre cómo el sistema educativo debe reconocer y valorar formas menos convencionales de educación en la diferencia.

Por Natalia Herrera Durán - @Natal1aH

Escuela rural de San Vicente del Caguán en el Caquetá. /Mauricio Alvarado

¿Por qué en los colegios no se habla del Acuerdo de Paz al que llegó el Gobierno con las Farc para poner fin a 52 años de conflicto armado que dejó millones de desplazados y miles de colombianos muertos?

La reflexión la hizo Annika Otterstedt, jefa de cooperación de la Embajada de Suecia en Colombia, al pronunciar las palabras de apertura del Encuentro de Colombia 2020 y El Espectador sobre “La educación como pilar fundamental para la construcción de paz”.

Otterstedt se preguntó con sorpresa por qué a sus hijos que estudian en el país no les hablan de este tema que no pocos califican de histórico y trascendental. “Si la guerra se crea en la mente de los seres humanos, necesitamos que la paz se erija en la mente de los seres humanos”, dijo con atino María Alejandra Villamizar, directora de la Conversación Más Grande del Mundo, quien estaba moderando el diálogo.

Y, ¿cómo erigimos la paz en nuestra mente? La respuesta debe partir de reconocer que la ausencia de guerra no significa necesariamente que haya paz, cree Saadia Sánchez Vegas, directora de la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en Quito y su representante para Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela. Ya que eso alude, piensa Sánchez, a la necesidad de atender los requerimientos de los distintos sectores sociales y traducir los valores de paz en diálogo intercultural, en valoración de la diversidad y en una construcción de ciudadanía y educación afín a esos conceptos.

Zulia Mena García, viceministra de Cultura, también reconoció esa necesidad y citó a Gabriel García Márquez para decir que “en Colombia nos hicimos desconociendo al otro” y que cambiar eso, traducido al territorio nacional, significa ineludiblemente ponerle atención a la Colombia que no está escrita. “La paz se construye en la medida en que articulemos las diferencias que este país tiene”, sostuvo Mena.

Esta es una razón poderosa para entender que uno de los enormes retos de hoy es que las personas se eduquen sin abandonar las regiones, aunque esa idea de “territorializar la educación” no sea tan bien vista por las universidades cuya vocación está en captar estudiantes de todo el país, reflexionó Camilo Borrero García, investigador de la Universidad Nacional y del Instituto Colombo-Alemán para la Paz (Capaz).

“Estamos intentando decirles a las universidades que escuchen al país”, afirmó Borrero al rescatar el propósito de Capaz en el país.

Natalia Ruiz Rodgers, viceministra de Educación Superior, está de acuerdo con eso y dice que el Ministerio de Educación también está trabajando en esa línea, aunque falta todo por hacer. Habló de los planes de educación rural con enfoques diferenciales, flexibles, participativos y autogestionables que vienen diseñando.

También rescató la alianza que recientemente firmaron con la Unión Europea y la Universidad del Cauca para educar a mujeres en Putumayo y Cauca sobre ecoturismo bilingüe, en especial en avistamiento de aves, con la posibilidad de transmisión de esos conocimientos en la red de radios de las Fuerzas Armadas.

Ser y hacer

“Nadie nace para no ser nada. Todos nacimos para ser algo y alguien. Lo que sea. Un sujeto, un actor de su tiempo. No estoy diciendo que todos sean Mozart. Es más, me gustaría que fueran un montón de cosas distintas a Mozart”, fueron las palabras del investigador Jesús Martín Barbero para aterrizar el debate en la vida de los jóvenes.

De acuerdo con Martín Barbero, Colombia tiene una necesidad enorme de reconocerse como inventora y creadora y no sólo como compradora. Por eso su insistencia en que la educación no puede ser domesticación y, en cambio, debe potenciar la espontaneidad e integrar la sociedad y la familia.

En esa misma dirección, Saadia Sánchez Vegas habló de que en Colombia se debe definir primero qué se entiende por educación para la paz y qué se quiere alcanzar con ella, y eso pasa por pensar esa definición en todos los espacios del país. En 1996, la Unesco, dijo Sánchez, estableció que la educación para la paz tiene que ver con aprender a hacer, aprender a ser y aprender a convivir.

Esta propuesta se denomina “Educación para la ciudadanía” y busca ir más allá de los meros procesos cognitivos, articulando dos componentes claves: el socioemocional y el conductual. Asimismo busca potenciar la lectura y el pensamiento crítico y está estructurada en mallas curriculares, es decir, debe atravesar de forma trasversal e integral todas las asignaturas, contenidos y espacios de la escuela.

Cátedra de recinto

Pese a estas sugerencias de la Unesco, que no son nuevas, en el país se viene implementando sin mucho bombo e impacto una cátedra para la paz desde 2015, que dos años después sigue en mora de ser revaluada. Sobre todo si es cierto que el Gobierno se toma en serio eso de educar para la paz.

En septiembre de 2014, el Congreso aprobó la Cátedra de la Paz y curiosamente pasó por encima de la reforma gubernamental que ya había pensado en la educación para la paz de forma más transversal. En 2004, atendiendo a la necesidad de un proyecto educativo un poco más integral, como se discutía en el continente, el Ministerio de Educación publicó la cartilla número 6 sobre competencias ciudadanas y construcción de paz, que incluía la formación en derechos humanos, buena ciudadanía, resolución de conflictos y otros valores, a través de conocimientos, competencias cognitivas, competencias emocionales y competencias comunicativas presentes en todas las asignaturas.

De hecho, en ese momento se discutió que lo ideal era no aplicar el anticuado método de crear una cátedra en la que se dictaran unos contenidos en una clase. Sin embargo, en medio de la euforia que despertó una nueva posibilidad de acuerdo entre el Gobierno y las guerrillas, el Congreso aprobó la Cátedra de la Paz y el Gobierno, representado por Juan Manuel Santos y la entonces ministra de Educación, Gina Parody, en vez de reorientarla de acuerdo con la reforma hecha por el Ministerio de Educación, la reglamentó a través del decreto 1038 del 25 de mayo de 2015, avalando así que las competencias ciudadanas fueran una serie de contenidos que un docente dicta en una asignatura.

Hoy, dos años después, se sigue escuchando en diferentes sectores educativos, académicos y sociales sobre la necesidad de replantear la Cátedra de la Paz, pues así como está supone un retroceso: una paz de recinto cerrado que está lejos del compromiso amplio que debe tener la educación en la construcción de paz en un país desigual como Colombia.

La viceministra de Cultura, Zulia Mena García, lo resumió así: “El país necesita una educación para la paz que reconozca la diversidad de lo que somos. Ya es tiempo de escuchar y atender otras voces que no han ido o van más allá de los recintos de clase”.

lunes, 29 de mayo de 2017

Minería, narco y comunidades indígenas.


Luis Hernández Navarro

Rob McEwen es un próspero empresario canadiense. Es director y propietario en jefe de la minera McEwen Mining, compañía con fuertes inversiones en México. Es el centésimo hombre más rico de Canadá y un firme creyente en el oro.

En abril de 2015 sufrió un duro golpe. Un comando asaltó la mina El Gallo 1, ubicada en la zona serrana de Mocorito, Sinaloa, y robó 198 kilos de oro. Los ladrones se llevaron 8.4 millones de dólares. Se trató del hurto de oro más grande en México, y el cuarto asalto más importante registrado en la historia en peso.

Dos días después, McEwen dio una entrevista a la televisora canadiense Business News Network. Sin pelos en la lengua confesó: “Los cárteles están activos ahí. Generalmente tenemos una buena relación con ellos. Si queremos ir a explorar a algún lado, les preguntamos, y te dicen: ‘No, pero regresen en un par de semanas y terminamos lo que estamos haciendo’”.

Las declaraciones levantaron una intensa polémica. Tres días más tarde, McEwan se retractó y ofreció disculpas por el malentendido que creó la impresión totalmente falsa entre los medios mexicanos de que teníamos contacto regular con elementos criminales en su sociedad.

El hecho dista de ser un incidente aislado. Muestra la compleja relación que se ha entablado en México entre las empresas mineras y el crimen organizado. Una relación que tiene varias facetas: la abierta colaboración entre ambos negocios, la conversión de narcotraficantes en empresarios del sector, y la extorsión y el robo de los cárteles a las compañías.

Narcotraficantes y mineros comparten territorios y rutas de traslado de su producción. Muchos depósitos de mineras se encuentran en regiones productoras de amapola y mariguana, o en lugares en los que se cocinan drogas químicas. Ambos tienen sus propios ejércitos privados o guardias de seguridad. En ocasiones, los mineros mantienen relaciones de entedimiento y colaboración con los sicarios que operan en remotas serranías.

Los narcos se encargan de limpiar el terreno para que las empresas extraigan los minerales, despoblando comunidades o disuadiendo a los habitantes inconformes con las explotaciones. En no pocos lugares, de común acuerdo con los empresarios, cobran a los trabajadores un impuesto de cooperación para tener derecho a laborar en la mina, y a los poblados una cuota por las regalías que las minas deben pagar a los poblados donde se asientan.

El crimen organizado ha encontrado en la minería una próspera actividad económica, ya sea para lavar las ganancias producto de la venta de estupefacientes o como una forma de diversificar sus negocios. Obtienen de paso legitimidad social y política.

En Michoacán, L o s caballeros templarios enviaban a China barcos completos cargados de hierro. En 2010, La Familia, el cártel del que surgieron los templarios, ya habían incursionado en esta actividad. Según uno de sus lavadores que fue detenido un año después, habían exportado 1.1 millones de toneladas de mineral de hierro a ese país por medio de tres compañías, obteniendo por ello 42 millones de dólares.

En Coahuila, Los Zetas incursionaron exitosamente en la cuenca carbonífera, de por sí una ruta de paso de cocaína hacia Estados Unidos. Se establecieron allí controlando la explotación de pequeñas minas y lavadoras de carbón. En 2012 se calculó que el negocio les dejaba entre 20 y 22 millones de dólares.

En octubre de 2014, el empresario minero José Reinol Bermea Castillo, estrechamente ligado al PRI en Coahuila, acusado de ser una figura prominente de la narcominería regional, fue asesinado en la ciudad de Sabinas.

Las compañías mineras se quejan de que el crimen organizado es una competencia desleal y de que extorsiona, cobra derecho de piso y secuestra a sus trabajadores. Según la Cámara Minera de México (Camimex), este sector industrial es uno de los más vulnerables ante el crimen organizado (http://bit.ly/1ztgI8T).

Las empresas destinan entre 2 y 4 por ciento de su presupuesto en seguridad. Pero, mineras como First Majestic invierten aún más en seguridad y guardias armados: 10 por ciento. Otras compañías han reducido sus operaciones en México o rehúsan invertir aquí (http://bit.ly/1E4efpF).

Como señala el analista Simón Vargas, son tan significativas las pérdidas económicas que han sufrido, que las grandes trasnacionales mineras ya tienen a su disposición pólizas de seguros contra el narcotráfico, como las vendidas por la empresa Marsh Brockman y Schuh, las cuales ofrecen coberturas en México hasta por 25 millones de dólares en pérdidas (https://goo.gl/gaJxys).

Pero, más allá de las modalidades que asume la compleja y perversa relación entre narcotráfico y compañías mineras, un hecho resulta fundamental: la terrible afectación que las comunidades campesinas en lo general y las indígenas en lo particular padecen a manos de ambas. Sus tierras, territorios y recursos naturales están siendo salvajemente despojados, devastados y explotados por unos y otros. Con la minería y la narcominería los pueblos originarios son víctimas de una nueva colonización.

Twitter: @lhan55

sábado, 27 de mayo de 2017

Acoso escolar: el reflejo de una sociedad violenta.


Bullying, ciberacoso, sexting… Palabras para nombrar la violencia física, psicológica o verbal que se ejerce entre menores como castigo a la diferencia, abuso de poder y falta de respeto a la diversidad. Según un estudio, uno de cada diez alumnos de primaria y secundaria afirma ser víctima de acoso en España. Pero el acoso que se da dentro del aula es el reflejo de una sociedad violenta, sexista, racista y homófoba. Por ello no se puede ver como un problema exclusivamente escolar.

"No vales ni para que te violen”. Frase que le dicen a una niña sus compañeros de clase. O “llevas un corte de pelo de maricón”, a un niño. Son algunos de los ejemplos que ha visto Marian Moreno, profesora de Lengua en un instituto de Gijón, experta en educación para la igualdad y asesora de profesorado.

“Casi todos los casos de acoso escolar tienen que ver con la construcción de masculinidades y feminidades. Se acosa a un chico que pueda ser o parecer gay porque se aleja de la construcción tradicional de la masculinidad; a una lesbiana porque no está bajo la dominación sexual masculina; a niñas porque no tienen un canon de belleza que responda al canon de triunfo ante los chicos”. Marian introduce una interesante mirada al tema del acoso escolar, casi inexistente cuando se aborda este problema. “Hay una carencia tremenda y brutal, tenemos comisiones anti-bullying y expertos en todos lados, pero sin perspectiva de género. La mayor parte del acoso tiene que ver con esto, se están equivocando al abordarlo. Cuando vienen al instituto a darnos charlas me pongo mala”.

El acoso escolar o bullying es la forma de violencia (física, psicológica o verbal) más extrema entre niños y niñas o adolescentes. Se trata de una violencia sistemática entre iguales, repetida durante un tiempo prolongado y enfocada a una persona en concreto. “El problema es que no se acepta la diferencia de lo que se entiende tradicionalmente por niño y por niña. Hasta ahora lo que ha triunfado es la masculinidad tradicional, los niños y las niñas han aprendido que la violencia triunfa, es el éxito”.

Otra de las modalidades de acoso es el sexting, que consiste en enviar imágenes o vídeos de contenido sexual a otras personas con el fin de humillar y avergonzar a la víctima. “Hasta los selfies que suben las chicas a las redes sociales son los de modelos sexualizadas. El mundo simbólico en el que se educan está en el aula, pero también en la familia, en los medios, en los anuncios, en los videojuegos, en las películas, en Instagram: es un mundo machista y violento”.

Se habla de ciberacoso cuando el acoso se da a través de medios tecnológicos o las redes sociales. Para la experta, “las redes amplifican, pero me da igual Facebook que una libreta con un boli: de ambas formas se puede insultar o hacer burla de alguien, atacar al diferente. Lo que pasa es que las redes sociales son un altavoz y llegan a más gente”. Asegura que hay un vacío cultural que promueve estas actitudes poco respetuosas. “Hay familias que se pasan el día viendo programas como Sálvame. Todo mi alumnado ha visto Walking Dead. El listón del reachazo a la violencia está en mínimos. Se acepta todo, todo vale”.

Un problema de relación. Pepa Horno, psicóloga y consultora especializada en infancia, explica que el acoso escolar no es un problema de la escuela sino un problema de relación, de cómo han sido educados los niños y qué herramientas emocionales les da la familia y la escuela.

“La clave del acoso es la manera de relacionarse desde el abuso de poder. Si no se da el aprendizaje correcto, la violencia se generaliza y se relativiza, se ve como una pauta de relación normal, cotidiana, asumible. El poder es un concepto neutro. La gente lo utiliza en negativo pero es la capacidad de influir en otra persona, se puede utilizar también en positivo”. Horno indica que cuando el acoso se da es porque ha fallado el entorno de seguridad. “Una persona no puede agredir y acosar a otra persona si el entorno no se lo permite. Los programas eficaces de intervención en el acoso tienen que ver con los testigos, no con la víctima o el agresor. Cuando los testigos se implican e impiden la violencia, el agresor se queda solo y la violencia se acaba. Si los testigos miran para otro lado o se alían con el acosador, la violencia se sistematiza y agrava. El resto del alumnado aprende una forma de relacionarse violenta”.

Según un informe de la organización Save the Children, miles de niños sufren la violencia en el entorno escolar cada día. Uno de cada diez estudiantes afirma ser víctima de acoso. “Me destrozaron tres mochilas, llegaba con moratones a casa... pero creo que me destrozó más el ciberbullying". Es uno de los testimonios que ha recogido la ONG. Jasper vino de Holanda a España con 10 años. Sufrió acoso entre sus compañeros porque no hablaba bien el idioma. Le perseguían hasta casa, le pegaban, le quitaban las cosas, le insultaban. También por correo electrónico y Facebook. “Me decían que ojalá me muriera, publicaban en mi muro, me enviaban fotos, me escribían cosas... me hizo sentirme una mierda, no podía dormir”, relata años después.

Los datos de la UNESCO indican que 246 millones de niños y adolescentes padecen este tipo de hostigamiento en el planeta. Casos como el suicidio de Jokin, un adolescente de 14 años de Guipúzcoa, o Lucía, que se quitó la vida con 13 años en Murcia, ponen de manifiesto el sufrimiento de muchos menores.

Acosador y acosado. Bárbara tiene dos hijos: Marcos y Javi, de 8 y 10 años de edad. Con ambos ha vivido situaciones relacionadas con el acoso en el colegio de Madrid donde estudian. “Desde muy pequeño, Marcos ha tenido una complexión física fuerte. Se hizo su pandilla de malotes en el barrio. Le gustan los videojuegos de peleas, en cambio a mi otro hijo no”.

Un día hubo una pelea entre un niño del colegio y uno de los amigos de la pandilla de Marcos. El amigo de Marcos ganó y sujetó en el suelo con los pies al perdedor. “Me quedé helada cuando vi a mi hijo llegar con un ataque de furia y pegarle una patada en la cabeza al niño que estaba reducido en el suelo. Sentí impotencia, vergüenza. Me disculpé. La otra madre ni me quería hablar”. Habló en casa con su hijo, le echó la bronca, le obligó a pedir perdón y a hacerle un regalo al niño. “¿Cómo sale esa respuesta de un niño que en casa es cariñoso? Me dijo que lo había hecho para defender a su amigo”.

Su otro hijo vivió la situación a la inversa, sufrió acoso. “Javi es más bajito que la media, no le gusta pegar aunque le peguen o muerdan. Venía con marcas del cole. Resulta que un día se pasó al grupo del agresor porque ‘o estás conmigo o estás contra mí’. Él no me contaba nada”. Pero ella notó un cambio. De repente, su hijo no quería ver a uno de sus mejores amigos, le decía que le caía mal. “Resulta que este amigo sufría acoso por parte del líder de la banda en la que ahora estaba mi hijo. Hubo denuncia policial y todo. Mi hijo estaba en el grupo de los acosadores como cómplice, aunque intentaba mediar. Me explicó que no quiso contármelo para no ser chivato. Ser chivato es peor que ser matón”.

Bárbara dice que hubo más casos de acoso y que el colegio no estuvo a la altura. Ella tomó medidas para alejar a su hijo del líder de la banda. “Luego entendí que en la vida se va a ir encontrando a más chicos de ese perfil, así que le di herramientas para que no hiciera nunca a otros niños algo que a él no le gustaría que le hicieran. Fue respondiendo de forma madura y un día me explicó que se unió a ellos para protegerse, para que no le agredieran más. Ahí me di cuenta de que él había sufrido acoso: le pegaban y desde que se unió a ellos lo defendieron. Todo se da en un contexto muy complejo, no es fácil simplificar en malos y buenos. El acosador también es un niño, también necesita ayuda”.

Para ella es fundamental que los niños sepan que pueden acudir a los adultos o a amigos cercanos para contar sus problemas y que no funcionen según las leyes del grupo dominante.


Pepa Horno afirma que hoy ha aumentado la sensibilización y poca gente se atreve ya a calificar esto como una cosa de niños. Romper el ciclo de normalización del acoso y de la indiferencia es clave. “Falta inversión en educación emocional. Seguimos sin entender que hay un elemento tan importante o más que las materias que van a aprender: es la capacidad para relacionarse de forma respetuosa y positiva con el otro. Tiene que ver también con la manera de relacionarse con uno mismo, porque un niño que agrede a otro también se autoagrede, se está excluyendo. Cuando trabajamos con familias siempre piensan en sus hijos como posibles víctimas, pero hay que plantearse también que pueden ser agresores”.

Educar para la diferencia. Además de educar para que nunca agredan, se hace urgente educar para que valoren la diferencia. “Si alguien es diferente y se aleja de lo habitual, esa diferencia puede verse como una riqueza o puede considerarse una desigualdad, algo peyorativo, de menos valor. La discapacidad, por ejemplo. Si creas un mundo en el que las personas con discapacidad tienen acceso a menos recursos, la diferencia se vuelve desigualdad y, por lo tanto, violencia. Ser niño o niña es una diferencia que enriquece la vida de todos. Pero si creas un mundo en el que las niñas tienen menos acceso a oportunidades y derechos, entonces se convierten en colectivo vulnerable, susceptible de ser víctima de violencia. Estar gordo, tener gafas, altas capacidades, una familia monoparental... todas las diferencias se convierten en desigualdades cuando se ven como problema”.

La psicóloga asegura que la clave de la prevención está en enseñar a los niños y niñas que la diferencia es una riqueza, algo que deben querer y buscar en su vida. “El acoso no es un problema escolar. Se da en la escuela, en las redes sociales, en el parque… Ese acoso se generaliza a todas las facetas de la vida, sobre todo cuando se vive en un sitio pequeño, en un pueblo”.

Es lo que le pasó a Zahra en un pueblo de Castilla-La Mancha. Sus hijas, nacidas en España, tienen rasgos árabes por la procedencia familiar. Sufrieron acoso racista. “Un día mi hija pequeña me preguntó llorando: ‘Mamá, ¿qué es mora?’. No entendía que en el colegio no quisieran jugar con ella. Empezó a tener un complejo grande y la autoestima por los suelos. Cuando la pegaban no se defendía, se dejaba pegar para poder jugar con ellos. La mayor soportaba insultos cada día en el autobús”.

Uno de los tipos de acoso más frecuente es el que se ejerce por motivos de orientación sexual. “Quienes agreden utilizan la homofobia, la transfobia y el sexismo para atacar a las víctimas, que sufren aislamiento, amenazas o insultos”, apunta Alfonso Lara desde el área de atención psicosocial y educativa de la Federación estatal de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (FELGTB).

“Existe una estrecha vinculación entre el acoso escolar LGTBfóbico y la desigualdad de género, por lo que las personas más susceptibles de sufrir este tipo de maltrato son aquellas que transgreden las normas de género: chicas con conductas y aficiones masculinas y chicos femeninos. Por no cumplir las expectativas de género algunos estudiantes atribuyen a sus compañeras y compañeros una orientación sexual determinada, lo cual es erróneo y estigmatizante”.

Según un estudio realizado por la FELGTB y COGAM (Colectivo LGTB de Madrid), el 49% de los jóvenes homosexuales han sufrido acoso escolar. De ellos, el 43% se ha planteado el suicidio.

“El acoso les provoca sentimientos de humillación, vulnerabilidad, ansiedad, indefensión, tristeza y culpabilidad. El acoso dificulta mucho la autoaceptación personal. En especial, de la propia sexualidad”. El primer objetivo debería ser evitar que pase y no actuar solo cuando ya hay personas damnificadas. Pero muchas iniciativas de prevención dependen del voluntariado o cuentan con una dotación económica insuficiente.“Desde luego, no es suficiente con un teléfono de atención a víctimas. La homofobia y la transfobia continúan muy presentes en la sociedad española.

Cita como ejemplo de buenas prácticas la iniciativa del IES Isaac Peral de Torrejón de Ardoz, donde el grupo de estudiantes y docentes El Hilo de Ariadna debate sobre la discriminación y la igualdad, prestando atención a la diversidad sexual y las identidades de género. Iniciativas que contribuyen a que el alumnado “conciba la diversidad como un factor que enriquece nuestra sociedad”. Cita también el éxitoso método KiVa, implantado en Finlandia, que pone el foco en los espectadores del acoso, no en víctima o agresor. 

Trabajar sobre los testigos. En este sentido, Pepa Horno subraya que la intervención con los testigos es fundamental, pues se trabaja la conexión emocional con el dolor de la víctima, la empatía, saber que igual que le pasa a otro te puede pasar a ti y entender que si no actúan son parte, son tan agresores como quien acosa. “No proteger o defender es una manera de agredir. La protección del débil, del vulnerable es fundamental. Y darles habilidades de resolución de conflictos y mediación. Cuando se trabaja esto, el aula entera va reaccionando como colectivo. Y como colectivo tiene un poder (en positivo) que no tienen individualmente y son capaces de reconducir la conducta de un niño”.

Pilar Sánchez López (miembro del Colectivo Profesorxs cristianxs de Enseñanza Pública) añade que no se ha dotado a los centros educativos y al profesorado de herramientas suficientes. “Las iniciativas que se han tomado han salido de los colegios o institutos, no de las autoridades. Es ahora cuando las consejerías de Educación empiezan a proponer formación o herramientas para atajar el problema.

Explica diversos tipos de iniciativas (equipos de convivencia, alumnos mediadores y ayudantes, justicia restaurativa, proyectos de aprendizaje y servicio) que actúan desde la prevención e involucran al propio alumnado. “Hasta ahora las medidas han sido siempre punitivas. Atacan el problema puntual castigando o apartando el foco. Una parte del profesorado cree que éstas son las únicas posibles, pero son un parche para una situación puntual, no una medida formadora y preventiva”.

Una estrategia básica de prevención del acoso fuera del aula, según Pepa, sería el programa de acompañamiento socioafectivo de la familia en los tres primeros años del niño. “Hay cursos de preparación al parto que ofrecen mucha información y formación antes de que nazca el niño, pero no después”.

Por su parte, Marian Moreno considera que “hay que empoderar a la víctima, integrarla y trabajar con quienes ejercen el acoso y sus cómplices con una perspectiva educativa, no sólo punitiva. La mediación es útil, pero tienen que aprender que hacer daño tiene consecuencias. No se puede poner en igualdad de condiciones a una chica acosada que al chulito del instituto. Tiene que haber una reparación del daño”.

Para ella, es fundamental educar en la igualdad, pero la escuela no está preparada para ello. Tal vez porque la sociedad no lo está. “Analizamos todo: qué es ser hombre, qué es ser mujer. Cuando me dan sus modelos, sigo constatando que son los más tradicionales. Somos una sociedad patriarcal, miedosa, conservadora. La escuela ahora mismo no está preparada para educar en igualdad. La igualdad no es prioridad nunca”.

Señala que sería suficiente con que las autoridades cumplieran la Ley de Violencia de Género de 2004 y la Ley de Igualdad de 2007. “Ahí está todo lo que habría que hacer en materia educativa. Con eso valdría. Ni se aplica ni se cumple”. Navarra es la primera autonomía que va a hacer un plan de igualdad obligatorio para el profesorado (el resto era voluntario). “Se ningunea el tema con frecuencia. Nos fijamos en casos puntuales, no en la educación global. Jokin es un caso puntual de un sistema global. De 0 a 3 años debería haber más preocupación por la educación global. Luego crecen y nos centramos en explicarles El Cid o Física y Química. ¿Y lo demás, lo importante para su vida, qué?”. •

¿Cómo detectar el acoso?

Según la cooperativa social Kamira, dedicada a temas de educación, infancia, adolescencia y familia, éstos son algunos indicadores:

• Si les preguntas qué tal en el cole, sus respuestas son breves y evasivas: “bien”, “como siempre”, “ya me has preguntado”. 
• No quieren ir al centro, quieren cambiar, repetir curso, comer en casa.
• Comienzan a desvincularse de actividades de ocio con sus compañeros.
• Muchos recreos se van a la biblioteca, los pasan en el baño, en la capilla…
• En los patios, comedores y espacios comunes están solos.
• Cuando hay que hacer grupos de trabajo, parejas para las excursiones, nunca son elegidos por nadie.
• Si se equivocan en clase el grupo se ríe, hay murmullos, miradas…
• Su concentración puede verse limitada y su rendimiento académico puede bajar.
• Se sienten frustrados y agotados emocionalmente.
• Su estado de ánimo no es bueno: tristes, irritados, nerviosos, lloran con facilidad, sufren ataques de rabia desproporcionados y apatía.
• Somatizaciones: cambios de peso, alteraciones en el sueño, vómitos, dolores de cabeza, afonías, erupciones, palpitaciones, tics nerviosos, micción nocturna… 
• Empiezan a venir frecuentemente con la ropa rota o manchada. Si traen moratones o heridas, dicen que se han caído ellos. 

Datos preocupantes

No todas las experiencias de violencia (golpes, insultos, amenazas) pueden calificarse como acoso, pero pueden llegar a serlo y son igualmente preocupantes. Según el informe publicado en 2016 Yo a eso no juego. Bullying y ciberbullying en la infancia de Save the Children, basado en una encuesta realizada a más de 20.000 escolares de entre 12 y 16 años:
• Seis de cada diez niños reconocen que alguien les ha insultado. De ellos, un 22,6% afirma que ha sido de manera frecuente. En más de un tercio de los casos, ha sido a través del móvil o en Internet. 
• Casi un 30% de los niños afirma haber recibido golpes. 
• Murcia, Andalucía, Melilla y Baleares son las regiones con mayor acoso escolar.
• Los colectivos más vulnerables: las chicas y los más jóvenes. Las chicas se ven expuestas a más situaciones tanto de acoso como de ciberacoso.

Teléfono de atención a víctimas de acoso escolar: 900 018 018

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Fuente: 21rs.es

jueves, 25 de mayo de 2017

Las iglesias necesitan dejar de ser “prostitutas” de políticos.



    Líder da explicación contundente por qué el gobierno no se puede imponer a las iglesias.

    DALLAS, EE.UU.- La tan propagada necesidad de separación entre Iglesia y Estado es algo debatido en la mayoría de los países occidentales, que a pesar de tener una cuna cristiana en los últimos años se dejaron llevar por la agenda izquierdista que intenta mantener vivo el marxismo ateo.

    Durante la Conferencia Internacional de Pastores y Líderes, en Dallas, Estados Unidos, se produjo un debate durante un panel sobre “Las polémicas de la política y del púlpito”.

    Una parte de la conversación terminó siendo ampliamente divulgada en las redes sociales, mostrando la insatisfacción del conocido autor, el obispo T.D. Jakes.

    “Realmente nos convertimos en prostitutas para los políticos”, dijo Jakes. Él cree que los líderes religiosos pueden trabajar juntos con los gobiernos por el bien del pueblo, pero no deberían estar subyugados.

    “El problema de la iglesia es que a veces apoyamos un partido político u otro, cuando en realidad nunca estamos de acuerdo totalmente con ninguno de ellos”, explicó.

    “Acabamos siendo contaminados de algún modo, cuando asociamos nuestra identidad a cualquier partido y actuamos como si ésta fuera la elección de Dios para el cuerpo de Cristo”, aseguró.

    Durante la discusión, donde estaban presentes varios líderes evangélicos, tanto conservadores y liberales, algunos levantaron la cuestión de la tasación de las iglesias, lo que para algunos movimientos sería una medida coherente.

    El problema mayor es que el argumento político utilizado es que esto iría a atender a las necesidades de la población y podría ser utilizado para combatir el hambre.

    Pidiendo la palabra, Jakes derribó la falacia: “Si usted toma todo lo que todas las iglesias del país recaudan. Si no tuviéramos que pagar los alquileres de los templos. Si no pagáramos a los empleados, ni las cuentas de luz, cogiéramos todo nuestro dinero y lo diésemos todo a los pobres y quedáramos sin nada, sólo para alimentarlos. ¡Todavía no tendríamos suficiente dinero!”.

    Al igual que muchas iglesias, la Casa del Alfarero, encabezada por el obispo, tiene proyectos que ayudan a alimentar a los necesitados. Pero dejó claro que eso sólo es posible con el dinero de los diezmos y ofrendas.

    “Cuando pedimos el 10% del salario de algunas personas y el gobierno toma un 35% del salario de todas las personas. Me va a herir tratando de alimentar solo a todo el mundo que necesita. Cuando hice las cuentas, me di cuenta de que lo que pedía a la gente no funciona”, dijo.

    Prosiguió con el argumento, mostrando que la mayoría de los políticos y los llamados “movimientos sociales” que defienden la tributación de las iglesias no hacen nada para resolver el problema. Mientras tanto, muchas iglesias suplen con acciones prácticas la ineficacia del gobierno.

    Reclamando los altos impuestos, destacó: “¿Por qué sacan el 40% de mi dinero, después me dicen que tengo que pedir otro 10% para hacer lo que deberían estar haciendo con el 40%?.

    El pastor finalizó diciendo que “es hora de levantarnos y desafiar a las personas”, en una demostración de que la cuestión puede asumirse en contornos mayores en los próximos años, ya que con la nueva ley firmada por Trump los pastores tendrán libertad para tratar en el púlpito cuestiones políticas, algo que antes estaba prohibido, ha publicado CBN News.


    miércoles, 24 de mayo de 2017

    La incontenible destrucción de los bosques.


    El bosque de Selm Muir, en el concejo de West Lothian, Escocia. Crédito: Robert Clamp/UN Photo.


    Por Baher Kamal

    IPS, 22 de mayo, 2017.- Los bosques del mundo se degradan o se pierden al escalofriante ritmo de 3,3 millones de hectáreas al año. En muchos países de Asia, su destrucción es rápida, pero aumentó 29 por ciento en la mayor selva del mundo, la Amazonia, respecto del año pasado. Además, las exploraciones y explotaciones de hidrocarburos y minerales amenazan a algunos de los ecosistemas más preciados de África.

    La comunidad científica nos ha recordado en diversas oportunidades que alrededor de unas 1.300 millones de personas son “pueblos selváticos” y dependen casi totalmente de los bosques.

    Patrick Durst, oficial de Silvicultura de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para Asia Pacífico, agregó, el 15 de este mes, que 28 por ciento de los ingresos de las comunidades que viven cerca o en los bosques proceden de ese ambiente y de su entorno.

    En su Evaluación Global de Recursos Forestales de 2015, la FAO señala que se pierden bosques en muchos países de Asia Pacífico, incluso en Sri Lanka. Además, la degradación de la calidad perjudica más la capacidades de estos ambientes para ofrecer los bienes y servicios necesarios para la supervivencia de poblaciones humanas.

    Las pérdidas se agravarán a medida que la demanda de productos forestales crezca de forma sostenida.

    La mayoría de los países en Asia Pacífico tienen dificultades para responder a la pérdida de bosques, pero algunos han tomado medidas, reconoce la evaluación. Mediante programas de reforestación, China y Vietnam, de hecho, aumentan su cobertura forestal, añade. Y el gobierno de Sri Lanka anunció planes para aumentar 35 por ciento el territorio selvático.
    América Latina

    “Las selvas más antiguas del mundo están en crisis, el pasmoso 80 por ciento ya se destruyó o degradó, y la mayoría de las que quedan están en peligro por la tala ilegal y destructiva”, señala el informe de la FAO.

    Créanlo o no, esas estimaciones no son nuevas, tienen unos nueve años. De hecho, Greenpeace ya señaló el 30 de junio de 2008 que la tala ilegal tenía consecuencias devastadoras en las selvas del mundo.

    La organización trabaja para cambiar comportamientos, proteger y conservar el ambiente, así como promover la paz.

    Los efectos de la tala incluyen deforestación, pérdida de biodiversidad y aceleración del cambio climático, lo que crea “conflictos sociales con las poblaciones indígenas y locales y genera violencia, delincuencia y violaciones de derechos humanos”, explicó Greenpeace.

    Según la organización, unas 1.600 millones de personas en el mundo dependen de los bosques para sobrevivir, además de 60 millones de indígenas.


    Los bosques gestionados de forma sostenible tienen un enorme y desicivo papel en la lucha contra el hambre y el cambio climático, así como, en la mejora de los medios de vida. Crédito: Simon Maina/FAO.


    Deforestación de la Amazonia ahora

    Hace apenas seis meses, Grenpeace señaló que la deforestación de la Amazonia había aumentado 29 por ciento respecto del año pasado, según datos divulgados por el gobierno de Brasil el 31 de noviembre de 2016.

    “Brasil pierde control sobre la destrucción de su selva por malas decisiones políticas y ahora podría tener problemas para cumplir con sus objetivos en el marco del acuerdo climático”, observó la organización el 1 de diciembre de 2016.


    Datos del Programa de Monitoreo de la Deforestación para una Amazonia Legal indican que 7.989 kilómetros cuadrados de selva se destruyeron entre agosto de 2015 y julio de 2016, precisó.

    “Este es el segundo año consecutivo en que aumenta la deforestación de la selva más grande del mundo, resultado directo de la falta de ambición del gobierno para hacer frente al problema de la pérdida forestal. Es la primera vez en 12 años que aumenta la deforestación en dos años consecutivos”, subrayó.

    Cristiane Mazzetti, de la campaña por la Amazonia, de Greenpeace, alertó de que la aceleración de la deforestación puede relacionarse con señales del gobierno brasileño de que tolera su destrucción.

    “En los últimos años, las políticas públicas de protección ambiental en Brasil se debilitaron”, observa. “Por ejemplo, se crearon muy pocas áreas protegidas y territorios indígenas, y el nuevo Código Forestal, aprobado en 2012, ofrece amnistía a los responsables de la deforestación ilegal”, detalla.

    Según Greenpeace, la deforestación es responsable de alrededor de 40 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero del gigante sudamericano.

    “Al aumentar otra vez la pérdida forestal, el país podría tener dificultades para cumplir con sus compromisos en el marco del Acuerdo de París, suscrito y ratificado hace poco por Brasil. Se estima que la deforestación de 7.898 kilómetros cuadrados liberó a la atmósfera el equivalente a 586 millones de toneladas de carbono, el mismo volumen que emiten los automóviles en ese país en en ocho años”, añade.

    La recolección ilegal de madera, la expansión de la agroindustria y la conversión de bosques en pasturas son algunas de las actividades responsables de la deforestación, insistió Mazzetti.

    Los grandes proyectos de infraestructura, como las centrales hidroeléctricas estimulan, además, la apropiación de tierras y la especulación, lo que genera más deforestación, añadió.
    África

    El ex secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Kofi Annan, actual presidente de Africa Progress Panel, alertó hace poco sobre la destrucción de los bosques, que ofrecen aire limpio y agua potable, y permiten a las comunidades locales tener alimentos y refugio, así como medios para ganarse la vida.

    “Cada día, se talan más bosques por múltiples actividades, desde la agricultura, pasando por el desarrollo de infraestructura hasta el aumento de la demanda de madera y de otros productos forestales, lo que a menudo empeora por la tala ilegal”, subrayó.

    En su discurso en la conferencia “Bosques para el futuro – Nuevos bosques para África”, realizada en Accra el 16 de marzo, Annan señaló: “algunos de los ecosistemas más preciados del mundo, como el parque nacional Virunga, en la cuenca del río Congo, están en peligro por la exploración y la exploración de petróleo, gas y minerales”.

    “La recuperación de los bosques y la reforestación en África pueden contribuir al esfuerzo global contra el cambio climático y acelerar el avance hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, observó Annam.

    “La recuperación forestal de 350 millones de hectáreas puede generar 170.000 millones de dólares al año en beneficios netos de la protección de la cuenca, del mejoramiento de la producción agrícola y de los productos forestales”, añadió.

    En el informe “Granos, pescado, dinero: Financiación para las revoluciones verde y azul de África”, Africa Progress Panel arguyó que la protección efectiva, la gestión y la movilización de los vastos recursos forestales son necesarios para respaldar un crecimiento transformador.

    La organización estima que África perdió 12.400 millones de euros (unos 17.000 millones de dólares) a causa de la exportación ilegal de madera en 2011.

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    Traducido por Verónica Firme
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    IMPORTANTE: Esta nota ha sido reproducida previo acuerdo con la agencia de noticias IPS. En este sentido está prohibida su reproducción salvo acuerdo directo con la agencia IPS. Para este efecto dirigirse a: ventas@ipslatam.net

    Fuente: Servindi

    martes, 23 de mayo de 2017

    “¡Aprendan a hacer el bien! ¡Busquen la justicia y reprendan al opresor!…Isaías 1:17” (NVI)


    Instituto Ecuménico Diaconal “Esteban”
    San Salvador, El Salvador, Centroamérica.

    El Salvador es cada día escenario de confrontación de dos proyectos: uno que trabaja por la vida y otro que insiste en negarla. Nuestra realidad, aunque a algunos no nos guste, es de confrontación de clases.
    Pueblo de Dios. Un alto porcentaje de personas nos colocamos a favor de la vida. Nuestras esperanzas transitan por muchas vías, en bastantes ocasiones encontramos puntos de coincidencia. Para algunas personas su esperanza está colocada en el partido de izquierda que se supone trabaja por la vida, algunos confían y se ubican en él son parte o apoyan incondicionalmente lo que haga ese partido y el Poder Ejecutivo, otras coincidimos unos más otros menos con ese partido y gobierno, hacemos nuestro trabajo por la vida desde múltiples y variados espacios llámense estos: iglesias progresistas o con teologías liberadoras, otros en algunas ONGs no gubernamentales, organizaciones sociales, colectivos que trabajan por la vida.

    Algunas personas no están organizadas en estas expresiones por la vida, pero desarrollan sus vidas sin provocar daño al prójimo ni su medio ambiente. Todos somos un solo pueblo, en ocasiones con divergencias, pero unidos en la defensa de la vida e intentando ser justos con nosotros mismos y nuestros prójimos. En este pueblo no hay poder económico.

    Proyecto faraónico. Hay otras personas que promueven la muerte, aunque sus palabras digan lo contrario, sus hechos les desmienten. Estos tienen sus partidos políticos que representan y defienden sus intereses, uno de esos partidos es el más representativo en sus confabulaciones contra la vida. Estas personas no son todas económicamente poderosas, hay muchos que son económicamente pobres, pero las más poderosas entre ellas, han logrado incorporarles en la mente y corazón ideas e incertezas que aparentemente son positivas, pero en realidad son contrarias a la vida, entre estos, los que más han acumulado riquezas son los que deciden y orientan al resto, para ello se valen de partidos políticos, iglesias de corte conservador, ONGs, sindicalistas, medios de comunicación masiva (casi todos) transportistas y una gremial empresarial. Los que conducen y desorientan a un porcentaje de la población son los económicamente poderosos, la gran burguesía y oligarquía, un grupo minúsculo pero con poder económico.

    Estos, desde 2009 perdieron el poder patrimonialista del estado ejercido mediante el Poder Ejecutivo y no han descansado en sus luchas por recuperarlo, día y noche traman sus planes en contra de la vida y lo que es peor los ponen en práctica por todos los medios posibles. Este grupo ha logrado mantener el Poder Judicial, principalmente, mediante un bastión que se ha vuelto de gran importancia: Cuatro magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia. El agrupamiento de personas económicamente poderosas tiene un aliado en sectores gubernamentales de Estados Unidos, eso y sus capitales financieros les hace crearse y creerse la falsa idea de que son “todopoderosos”. El mismo mal espíritu le han introyectado en sus patrones de conducta a sus magistrados.

    Estos dos grupos son las dos clases que hay en El Salvador. 1

    Desde 2009 cuatro “magistrados” de la Sala de lo Constitucional con astucia jurídica perversa afectan negativamente todo aquello que pueda dañar los esfuerzos -que bien o mal- realiza el Poder Ejecutivo para beneficiar al pueblo. Estos “magistrados” cada vez que pronuncian palabra, tratan, pero les es muy difícil enmascarar, su desagrado con los esfuerzos del Poder Ejecutivo, porque de cierta forma, aunque en ocasiones con debilidad, no defiende en su totalidad los intereses de los más ricos y poderosos, que son los que a su vez sostienen a esos cuatro magistrados. Las argucias jurídicas de esos magistrados, en ocasiones lograron engañar a ciertos sectores de la población, pero cada vez más pierden credibilidad ante la mayoría del pueblo.

    Lo ocurrido en los últimos días con el sistema de transporte integrado nos vuelve a demostrar que esos “magistrados” no piensan en el beneficio del pueblo, sus corazones y mentes no están motivados por la justicia, sino en la perversidad y por ello manipulan las leyes con la finalidad de afectar a su contrario y de paso –sin importarles- afectan al pueblo más sufrido. Este sistema de transporte probablemente no cumple, en su totalidad, las grandes necesidades y expectativas de un sistema de transporte que el pueblo necesita, pero da muestras de ser el inicio del fin de tantas mafias de transportistas que por muchos años han recibido subsidios de gobiernos, ofreciendo servicios de transporte publico de los peores que hay en América Latina, estos grupo de transportistas son una mafia que por años se ha enquistado en ese sector.

    Los cristianos salvadoreños, ciudadanos de este país, estamos convocados por nuestro Dios a hacer el bien, buscar la justicia, hablar y actuar a favor de la vida y defender los derechos de los afligidos y necesitados. En esta situación del SITRAMSS. Los más afligidos y necesitados no son los que nos movilizamos en transporte particular, sino los trabajadores y trabajadoras que se movilizan cada día para sus trabajos, hogares, llevar sus hijos a la escuela. Por ello es necesario que no permitamos que se pierda o se diluya este proyecto en manos de cuatro “magistrados” que no aplican justicia sino que manipulan la ley a su conveniencia y por supuesto en manos de los grupos económicamente poderosos con los cuales hacen confabulación y componendas contrarias a lograr mejores situaciones para el pueblo trabajador.

    En términos generales estos cuatro “magistrados” en todo su ejercicio no han dado señales positivas y consistentes a favor de la justicia, la cual es tan necesaria en la vida cotidiana de este país, por ello no es descabellado ni mal intencionado que sectores amplios del pueblo pidan su destitución.
    “Abre tu boca, juzga con justicia, y defiende los derechos del afligido y del necesitado. Proverbios 31. 9” Biblia de las Américas.

    lunes, 22 de mayo de 2017

    Bendita laicidad.



    Voltaire tenía razón al sostener que los teólogos consideraban que la razón es un foco de luz tenue y, por ello, hay que prescindir de ella y dar paso a la fe. Lutero lo decía sin ambages: “La razón es la mayor enemiga de la fe. Quienquiera que desee ser cristiano debe arrancarle los ojos a la razón…“. Muchos teólogos y, sobre todo, los clérigos se sienten a gusto en este territorio, de ahí que laicidad o secularismo (secularidad) son lexías que hay que arrojar a la cuneta, condenando su uso. Parten, a mi entender, de una premisa errónea: oponer la razón a la fe; cuando son dos realidades, dos vivencias humanas que se complementan; dos faros imprescindibles para el oscuro camino de la existencia.

    Prefiero el término laicidad por cuanto se diferencia y se opone a clericalismo; mientras que la lexía secularismo (secularidad) es opuesto a monacato, a la huida del mundo, del siglo.

    Hablamos de una sociedad laica, no porque en ella no tenga cabida lo religioso, la fe, sino porque la razón es quien tiene la primacía en el entramado de valores sociales. Se puede decir que la fe, lo religioso, aporta una visión complementaria a la realidad histórica humana, pero no es el único y exclusivo paradigma a seguir.

    Si las comparaciones son odiosas, en este mapa lo es más aún. ¿Cuántas atrocidades se han llevado a cabo a lo largo de la historia humana por el fundamentalismo de la fe, al ser considerada como una luz de más kw que la razón, y, por lo tanto, superior a ella? Desde aquella concepción de que lo espiritual, la fe, está por encima de lo material, la razón, y que desemboca en la teoría de las “dos espadas” (no puede ser más desafortunada la metáfora), nuestra sociedad occidental, al menos, ha estado “gobernada” por el clérigo. Ahí está la historia y que a más de uno sorprende lo que decía Gregorio VII en 1075: “Sólo el papa puede llevar los signos imperiales, sólo él tiene derecho a que todos los príncipes le besen los pies, sólo él puede deponer a los emperadores”; o cuando se ve por televisión alguna serie histórica, donde el clérigo no sólo aconseja al emperador, estableciendo los límites de sus decisiones, sino que en más de una ocasión le impone su criterio. Esa ha sido la pura realidad y todavía en nuestra sociedad española el clérigo, a veces sin tapujos, pretende que nuestras leyes y nuestros valores sociales y culturales se adapten a ese pretendido poder de lo espiritual, de lo religioso. Ese tufillo del poder se manifiesta abiertamente en el lenguaje de muchos clérigos. Es el caso, en estos días, de la intervención del cardenal Cañizares en las páginas de La Razón; para él sólo hay un modelo de familia, el integrado por un hombre y una mujer, que es el único “santuario”, donde se protege y defiende la vida. Si en una sociedad, como la nuestra, se defienden otros modelos de familia, ello implica “una actitud irresponsable y suicida que conduce a la humanidad por derroteros de crisis, deterioro y destrucción de incalculables consecuencias”.

    “A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”, o “Mi Reino no es de este mundo”. Jesús de Nazaret, como hombre laico y profundamente religioso a la vez, pretende, desde esa laicidad, culminar una revolución ética y espiritual en el interior de cada hombre y mujer, no directamente en la sociedad ni en su tejido político, legal y cultural. No es necesario aducir aquí su oposición radical a todo lo que olía a clérigo, a sacerdote. Tal vez el texto evangélico más evidente de su laicidad es su diálogo con la samaritana, una mujer y una extranjera para más fuerza significativa, donde se carga sin paliativos el mayor signo de poder del clérigo, el templo: “Créeme, mujer, que es llegada la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre…, pero ya llega la hora, y es ésta, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad” (Jn. 4, 21.23). Este texto nos lleva al de Ortega y Gasset de 1926, para quien Dios no es sólo un asunto de la “religión”, sino también es “un asunto profano”; o lo que es lo mismo “hay un Dios laico, y este Dios… es lo que ahora está a la vista“.

    Una sociedad es laica cuando la razón es el foco luminoso principal, no el único, de su caminar por la historia; pero hay que añadir otros pilares a este basamento: libertad, autonomía, ausencia de mediaciones.

    1. a) Sin libertad la razón no puede desarrollar su rol específico de iluminar el entramado social de una comunidad. Para Blas de Otero libertad es también luz, alba y, sobre todo, palabra que hace trizas el silencio impuesto por la dictadura política o el fundamentalismo religioso. La libertad, como elemento óntico del ser humano, es una de esas certezas irrenunciables y tan placentera que, para H. Bergson, es “entre todos los hechos que observamos, no hay ninguno que sea más claro”. Para el poeta bilbaíno la libertad, ese hecho incuestionable, se relaciona con la ruptura de cadenas y, sobre todo, con el no-silencio; o lo que es lo mismo, poder hablar, hacer uso de la palabra. Nuestra sociedad española sabe muy bien, con la no lejana dictadura franquista, qué es eso del silencio; otro tanto habría que añadir del fundamentalismo religioso, que ampara y promueve no sólo el que las mujeres “in Ecclesia taceant”, sino que el clérigo es el único que tiene la palabra, como bien resalta la Vehementer Nos de Pío X (los textos se podrían multiplicar hasta el infinito): “…que sólo en la categoría pastoral (los clérigos) residen la autoridad y el derecho de mover y dirigir a los miembros hacia el fin propio de la sociedad; la obligación, en cambio, de la multitud no es otra que dejarse gobernar y obedecer dócilmente las directrices de sus pastores”.

    2. b) A la libertad la sustenta la autonomía, la capacidad de valerse por sí mismo, de tomar decisiones desde el no-silencio y desde la luminaria de la razón, que es la que la regula, para que no sea una autonomía a lo loco, mediante el autodominio, factor también imprescindible, según Tomás de Aquino, en la libertad. En el territorio eclesiástico se aplica la obediencia como elemento impositivo que anula la variable humana de la autonomía. “Oboedire”, por el contrario, implica salir al encuentro del otro y desde ahí compartir las propuestas y no el aceptar sumisamente, silenciosamente lo que se proponga. La parábola del “buen pastor”, desde una hermenéutica rastrera e interesada, le viene al clérigo como anillo al dedo para minar la autonomía del creyente, un adulto que ha de ser responsablemente consciente de su tarea dentro del pueblo de Dios y dentro del mundo; para ello no necesita la voz guiadora ni la mano protectora del clérigo, sino como la de un compañero más en el camino.

    3. c) La autonomía nos lleva a la no-mediación, es decir, el creyente no necesita del sacerdote ni para relacionarse con Dios ni para recibir las bondades divinas. A tenor de lo expresado en el texto de la encíclica Vehementer Nos el sacerdote, el ministerio ordenado, es el único que sabe y conoce el buen camino y a través del cual, como único agente de los sacramentos, se puede recibir los dones divinos. Así la vida espiritual está en sus manos y ello comporta que la espiritualidad sea regulada, uniforme; por el contrario, desde la libertad y autonomía, la espiritualidad se fundamenta en experiencias relativas, en experiencias individuales que se comparten y se hacen comunitarias, como la de los discípulos respecto del Resucitado, o como la de las beguinas, cuya experiencia de Dios hace exclamar a su confesor: “donde yo las quería llevar, ellas ya habían llegado”; experiencias, pues, transformadoras del creyente, que recupera así su propia interioridad y se derrama a su alrededor. De esta manera resplandece en plenitud la gratuidad de Dios y no es algo que se merece o se “compra”. JA. Marina comparte esta reflexión: “he visto con claridad cómo la idea de Dios se ha ido moralizando. En sus orígenes, la figura de Dios no estaba relacionada con la bondad, sino con el poder. Que Dios se hiciera bueno fue un gran progreso”. Desde esta perspectiva la religión se hace más humana, más espiritual (no tan ritualista y encorsetada por la norma), más comprensiva con la historia y más de acuerdo con el programa ético del Resucitado.

    La hora de la laicidad ha llegado para no irse; la sociedad occidental, y la española de manera vistosa a partir de la democracia, aprecia su influencia, aunque, como toda realidad humana tenga a veces expresiones discordantes; pero sus “bondades” están ahí y se palpan, por más que muchos clérigos sigan levantando el dedo condenatorio, comportándose desde “una psicología de ciudad sitiada”, como expresa acertadamente J. Marías. La laicidad es, pues, una buena hija de la llamada modernidad, a la que M. Fraijó alaba con pasión: “Fue el arrollador empuje de la modernidad el que mitigó supersticiones, fanatismos e intolerancias cristianas; fue ella la que desmontó ingenuas e interesadas construcciones dogmáticas; fue ella la que desacralizó fetiches e insoportables fardos autoritarios…”; pero también la modernidad, indica M. Fraijó, siguiendo a J. Habermas, debe reconocer la influencia del sustrato cristiano en la historia y “mirar, agradecida, a la tradición judeocristiana”.

    viernes, 19 de mayo de 2017

    ¿Peligro? EE. UU. realiza inéditas maniobras militares en Amazonía.


    Tropas de EE.UU. participarán en un ejercicio militar sin precedentes en la triple frontera entre Brasil, Perú y Colombia. / Imagen: ISPANTV.


    La Amazonia será escenario de ejercicios militares conjuntos con el protagonismo inédito de Estados Unidos, unas maniobras que se ven con recelo

    18 de mayo, 2017.- Por primera vez en la historia, tropas de Estados Unidos participarán en un ejercicio militar en el corazón de la Amazonia, concretamente, en la Tabatinga, ciudad brasileña situada en la orilla izquierda del río Solimoes, en la triple frontera entre Perú, Brasil y Colombia, informó el sábado Rebelión.

    Esta maniobra, denominada AmazonLong que se desarrollará entre el 6 y el 13 de noviembre, tomó como referencia la operación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) realizada en Hungría en 2015, que desplegó 1700 militares en una simulación de ayuda logística.

    "El lugar elegido fue Tabatinga porque queremos mostrar al mundo las dificultades de nuestra Amazonia", dijo el general del Ejército de Brasil, Guilherme Cals Theophilo.

    Sin embargo, analistas no miran con buenos ojos la realización de estos ejercicios, —Brasil, Colombia y Perú han confirmado su participación—pues consideran que provocarán cambios importantes que afectarán directamente a Brasil y a toda la región.

    Invitar a las Fuerzas Armadas de EE.UU. para hacer ejercicios conjuntos con nuestras Fuerzas Armadas, en la Amazonia, es como un crimen de lesa patria. Enseñar al enemigo cómo combatirnos en la selva amazónica es alta traición", según un análisis del periódico brasileño Zero Hora. 

    "Invitar a las Fuerzas Armadas de EE.UU. para hacer ejercicios conjuntos con nuestras Fuerzas Armadas, en la Amazonia, es como un crimen de lesa patria. Enseñar al enemigo cómo combatirnos en la selva amazónica es alta traición", según un análisis del periódico brasileño Zero Hora.

    Entre tanto, Nelson Düring, director de la página militar Defesnet.com.br, señala que los ejercicios son "un retroceso que confunde la inserción brasileña en asuntos internacionales". El experto en temas castrenses recuerda que "hasta ahora no eran aceptados militares extranjeros en el Centro de Instrucción de Guerra en la Selva (CIGS). Ahora ya tenemos norteamericanos, europeos y hasta chinos". Uniéndose a las voces críticas concluye que "Brasil debe preservar sus secretos".

    Pese a que en un vídeo en que las autoridades militares brasileñas afirman que ninguna base estadounidense se establecerá en la Amazonía, sectores nacionalistas de las Fuerzas Armadas del país suramericano temen que la base multinacional temporal que se establezca en Tabatinga, pueda convertirse en permanente, como sucedió en Hungría en 2015.

    Joao Roberto Martins Filho, expresidente de la Asociación Brasileña de Estudios de Defensa, señala que "desde el fin de la guerra fría Brasil se separó de EE.UU., que era un aliado estratégico y de repente comenzó a actuar como superpotencia única. Eso provocó una reacción de hiperdefensa de la Amazonia".

    De hecho, las relaciones se han afianzado con los nuevos presidentes liberales en los dos países. Con la llegada de Donald Trump y de Michel Temer a la Presidencia de EE.UU. y Brasil, respectivamente, las relaciones están cambiando. Los ejercicios conjuntos de noviembre son apenas la parte más visible de un acercamiento en el área de defensa.

    Según publica la agencia rusa Sputnik, citando al experto Miguel Ángel Barrios, dada la actual situación en Venezuela, existe la posibilidad de una intervención norteamericana en ese país a través de Perú. Ese país "pasó a ser la base militar de Estados Unidos", dijo y subrayó su importancia como "núcleo que vincula a la Cuenca del Plata con la Amazonia y el Orinoco". "En Perú entran por día 112 marines norteamericanos", afirmó. 
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    Fuente: HISPANTV: http://htv.mx/130M

    Fuente: Servindi

    jueves, 18 de mayo de 2017

    Sólo la mediación internacional destrabará el conflicto en Venezuela.


    Georgina Saldierna

    Periódico La Jornada


    El rencauzamiento del conflicto venezolano pasa necesariamente por la mediación internacional que pueda destrabar la situación actual, señaló el catedrático Nayar López Castellanos, coordinador del Centro de Estudios Latinoamericanos (CELA) de la UNAM, quien consideró que ese papel podría desempeñarlo la ONU o un conjunto de países que no se hayan entrometido en el problema.

    En tanto, el investigador universitario José María Calderón, también del CELA, manifestó su temor de que ese árbitro termine siendo la milicia, ante la inexistencia de una voz moral suficientemente alta, entre ellas la de México, por el desorden interno que tiene, y porque la ONU enfrenta problemas muy complicados.

    López Castellanos señaló que el problema se encuentra en un momento muy peligroso y puede rebasar ciertos límites que lleven a una situación mucho más conflictiva. Si bien, dijo, no ve a integrantes de la clase media, que apoyan a la oposición, tomando las armas, no es descartable una guerra civil.
    Lo que puede rencauzar el asunto hacia la polarización normal es una mediación internacional y que las partes no lleguen a la mesa de diálogo con la idea de imponer, porque entonces no se podrá negociar, explicó. Recordó además que a una negociación se va con la disposición de ceder en algo.

    El catedrático especializado en temas de América Latina consideró que el gobierno de Nicolás Maduro propuso convocar a una asamblea nacional constituyente para poder destrabar el problema. De hecho, recordó que la oposición pidió una medida de esa naturaleza en 2013, pero ahora no la acepta porque quizá valoró que no puede ganar la mayoría, aún si las 500 diputaciones fueran elegidas con voto directo.

    Fuente: jornada.unam.mx

    miércoles, 17 de mayo de 2017

    Buenos enfoques y buenas prácticas ministeriales.


    Emilia Robles-Proconcil

    Estimado/a amigo/a:
    Las dos entrevistas (una parcial, en Vida Nueva y una completa, en Religión Digital) a dos obispos brasileños, que les ofrecemos a continuación, son una muestra de un acertado enfoque sobre como lograr comunidades más vivas y corresponsables, donde el laicado (personas concretas con años de dedicación probada en comunidades y formadas específicamente) pueda ser incorporado a un tipo de ministerio presiteral diferente del que conocemos hasta ahora, complementario con el actual ministerio de los sacerdotes célibes, según la propuesta, cada vez más aceptada por su excelente fundamentación teológica y pastoral, del obispo Fritz Lobinger. (“Equipos de Ministros ordenados” y “El Altar Vacío”, Herder Editorial)

    Como ya dijo el Papa en su momento al propio Dom Erwin Kráutler: se necesitan obispos valientes que hagan propuestas corajosas para sus diócesis.

    Al mismo tiempo, hace falta que se vaya comprendiendo desde todos los ámbitos eclesiales que esta propuesta es una gran oportunidad para la Iglesia en su conjunto.


    ENTREVISTAS
    Erwin Kräutler: “Presidir la Eucaristía no debe ser prerrogativa de un sacerdote célibe”

    “Dos tipos de ministerios sagrados podrían complementarse y enriquecerse mutuamente”, explica a Vida Nueva

    Erwin Krautler, obispo emérito Xingu Brasil
    Desde su llegada a Belém do Pará, en 1965, como Misionero de la Preciosísima Sangre proveniente de su Austria natal, Erwin Kräutler ha caminado junto al pueblo de Dios de Xingú, llevando la buena nueva del Evangelio y acompañando sus luchas en una de las regiones más conflictivas de la Amazonía brasileña. Actualmente, es el secretario de la Comisión Episcopal para la Amazonía de la CNBB y preside la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) en el país.

    Su preocupación por la ausencia de sacerdotes que presidan la celebración eucarística continúa vigente, como ya se lo manifestó en su momento al papa Francisco (en 2014), y así lo ratifica a Vida Nueva.

    PREGUNTA.- ¿Por qué la Iglesia católica debería considerar la posibilidad de que hombres casados con fe demostrada (viri probati) puedan asumir algunas funciones sacerdotales? Desde su experiencia, ¿cuáles serían los argumentos a favor?

    RESPUESTA.- No se trata de poner en jaque el celibato. Hay muchas personas, tanto hombres como mujeres, que hacen esta opción y son felices con lo que eligieron, fieles a esta decisión que han tomado en edad madura. Defiendo, sí, la tesis de que presidir la celebración de la Eucaristía no debe ser una prerrogativa de un sacerdote célibe. Dos tipos de ministros sagrados, célibes y casados, podrían complementarse y enriquecerse mutuamente, y serían una ganancia inmensa para la Iglesia. Muchos obispos piensan –y yo soy uno de ellos– en la implantación de este otro tipo de sacerdote al lado del tradicional. En Xingú, para atender a casi 800 comunidades esparcidas en un inmenso territorio, hay apenas 30 padres, varios de ellos con más de 65 años. De ahí se puede sacar la conclusión: ¿cuántas veces el pueblo tiene realmente acceso a la Eucaristía para cumplir el mandato explícito del Señor: “Haced esto en memoria mía” (1 Cor 11, 24; Lc 22, 19)?

    P.- ¿Qué sería lo específico de la vocación de estos viri probati en la Iglesia?

    R.- No me gusta la expresión viri probati, pues restringe a priori el sacerdocio a los hombres. Además, ¿cuál es la instancia que decide si un hombre es vir probatus o no?, ¿cuáles son los criterios para llegar a esa conclusión? Soy mucho más partidario de la tesis que sostiene un obispo de Sudáfrica, monseñor Fritz Lobinger, de origen alemán, obispo emérito de Aliwal, que sugirió que las comunidades pudieran proponer un equipo (team of elders) de personas candidatas a ser ordenadas para presidir la Eucaristía en su comunidad, y solo en su comunidad, sin que ello implique abandonar su vida familiar o profesional. (…)

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    En la misma línea eclesiológica ministerial:

    martes, 16 de mayo de 2017

    Envejecer.

    José Arregi

    Nadie quiere morir joven, pero nadie quiere envejecer. No parece que el dilema vaya a tener una fácil solución, a no ser que todas las ciencias y el principal de todos los saberes, que es la sabiduría espiritual o el saber vivir a fondo, se den la mano para enseñarnos el arte de vivir, el arte de envejecer y el arte de morir. Vivir, envejecer y morir humanamente. ¿De qué nos servirán nuestros teneres, poderes y saberes, si no sabemos vivir? ¿Y de qué nos valdrán los beneficios de la juventud si no aprendemos a envejecer y no aceptamos morir?

    Pero ¿acaso no sería preferible no tener que envejecer ni morir? ¿Y si fuera posible evitar lo uno y lo otro? La pregunta no es superflua. Hace unos días, a un científico francés experto en el asunto le escuché que ya han nacido quienes van a vivir 200 años. Ya al ritmo actual, antes del 2050, el porcentaje de los habitantes del planeta mayores de 60 años se duplicará. Y es de suponer que las nuevas tecnologías, aún apenas ensayadas o todavía ni siquiera imaginadas, podrán ir retrasando indefinidamente la temida muerte (¿por qué tan temida “nuestra hermana la muerte corporal”, que decía Francisco de Asís y a la que dio la bienvenida a los 44 años?). No es absurdo pensar que algún día, no demasiado lejano, nuestra especie Sapiens llegará a una cierta a-mortalidad. Me asusto de solo pensarlo. Me asusto porque solo algunos se podrán beneficiar de esa a-mortalidad –los más ricos, como siempre, a costa de los empobrecidos–, y también porque temo que la a-mortalidad traiga consigo más males que bienes para quienes la posean. Hoy por hoy, prefiero morir a prolongar esta vida indefinidamente. Y prefiero envejecer antes de que la hermana muerte funda del todo mi aliento vital con el Aliento Vital. Y quiero elegir ese momento con la mayor libertad y, cuando llegue, ser dueño de mi aliento para darlo por fin enteramente. Para eso quiero envejecer.

    ¿Pero qué es envejecer? Desde un punto de vista biológico, envejecer significa acumulación de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo. Los órganos se cansan, las piernas se vuelven más torpes, la memoria más floja, la mente más débil. No es esa vejez la que quiero, aunque hoy parece inevitable. Espero que algún día podremos evitar todos esos deterioros, y así lo deseo, siempre y cuando –salvedad crucial– no sea a costa de la igualdad de todos los humanos y de la armonía de todos los vivientes.
    No bastará vivir muchos años si no vivimos humanamente. No bastará con evitar la vejez en cuanto deterioro biológico, si no alcanzamos la sabiduría espiritual, la sabiduría de la vida profunda. No bastará con mantenernos jóvenes de cuerpo, si no llegamos a ser sabios de espíritu.

    Pues bien, muchas tradiciones han asimilado la vejez en cuanto ancianidad (acompañada de muchas pérdidas) con esa sabiduría de la vida. Quiero reivindicar esa acepción del término vejez, contra el frívolo y unilateral enaltecimiento de la juventud, la glorificación de la salud y de la forma física, la exaltación de las facultades corporales y mentales, la boga del reishi, la búsqueda del elixir de la eterna juventud en farmacias, parafarmacias, herbolarios, droguerías, grandes superficies, páginas web y tiendas online. No solo de juventud vive el ser humano, sino de sabiduría. Cierto que la sabiduría no depende del número de años, pero es más fácil encontrarla en los viejos que en los jóvenes, con perdón de los jóvenes y sin contarme entre los sabios.
    La condición de la sabiduría es saber envejecer. Es decir: saber que hay un tiempo para nacer y un tiempo para morir, un tiempo para intentar y un tiempo para desistir, un tiempo para hablar y un tiempo para callar, un tiempo para crecer y un tiempo para decrecer, un tiempo para liderar y un tiempo para dejarse llevar.
    Envejecer es descubrir que todo ha valido la pena a pesar de todo, y que aceptarlo todo aceptándose del todo es la única forma de transformarlo todo. Envejecer es reconocer que la bondad es lo único que ha valido y que valdrá la pena. Y llegar por fin a la paz consigo y con todo.
    Envejecer es darnos del todo, hasta morir, hasta nacer, hasta ser nuestro ser verdadero en la Plenitud de lo que ES.

    (Publicado en DEIA y en los Diarios del Grupo NOTICIAS el 14-05-2017)